El topón: una guerra de popularidad

PANAMÁ. Panamá tiene muchas tradiciones y una de esas sin duda alguna es el carnaval. Sin embargo existe una gran diferencia entre ésta ...

PANAMÁ. Panamá tiene muchas tradiciones y una de esas sin duda alguna es el carnaval. Sin embargo existe una gran diferencia entre ésta última y las otras costumbres que identifican a Panamá. Es una fiesta de cuatro días para la que las reina y el equipo que las respalda trabajan un año completo, luego de haber esperado toda una vida para ocupar el trono que se les otorgó desde el momento de nacer. Cada día de esos, hay una tradición diferente que cultivar.

EL MARTES

Los carnavales panameños empiezan regularmente el un sábado, sin embargo desde la noche del viernes se dan las coronaciones y a la media noche se empieza la fiesta. Todos los días hay ‘culecos’, mojaderas, y todos los días hay desfiles nocturnos, pero el día más esperado es el martes.

¿Porqué?, bueno. De acuerdo como Domingo González Lapenta, representante de Calle abajo de las tablas, la esencia de los carnavales se la imprime la tradicional rivalidad entre reinas, la de calle arriba contra la de calle abajo, siendo esta la característica más importante de ésta festividad.

El martes, es el último día, y la medición de fuerzas. Y la popularidad es esencial. A esta parte de la fiesta es a lo que se le llama ‘el topón’.

MEDICIÓN DE FUERZAS

Aquella competencia de popularidad, propia de los carnavales es tan fuerte que pareciera que fuese una pelea personal. Las tonadas que se escuchan llevan mensajes picantes que insultan de alguna manera a ambas partes, las reinas no pueden dar ni un paso en falso, porque todo, —absolutamente todo—, sale a la luz en medio de palmadas y tambores.

Llegado el martes de carnaval, después de las mojaderas, las soberanas deben prepararse para cerrar con broche de otro las fiestas.

¿CÓMO LO HACEN?

Antes del anochecer las dos comparsas se encuentran en las calles de la comunidad y demuestran cada una quien tiene mayor cantidad de personas de su parte, quien tiene las mejores tonadas, los mejores atuendo y sobre todo, la mayor aceptación de los visitantes.

Miles de personas que cada año asisten a los parques y veredas del lugar, a disfrutar del espectáculo, son las encargadas de dar el veredicto final, como si se tratara de una contienda electoral o una guerra de territorios en la que el trofeo es la simpatía de la gente.

LO QUE SE ESCUCHA

González explicó de una manera sencilla, que a pesar de tratarse de una tradición y no de nada personal entre las reinas, las cosas van muy en serio cuando se dice que son rivales.

‘Yo creo que las cosas que se dicen allí son algo que el pueblo quiere mantener en secreto, por que algunas no son muy buenas que digamos’ dijo entre risas.

Y para muestra un botón, cuando las dos reinas de encuentran en las calles del pueblo, los miembros de cada tuna nunca se logran tocar, pues un gran cordón policial las divide para evitar que se hagan daño una a la otra.

PLATO FUERTE

¿Pero que es lo que realmente determina la ganadora? Pues la capacidad que tenga cada una de iluminar el cielo por más tiempo.

¿Cómo? Con fuegos artificiales.

Todo lo demás también cuenta, pero la que más tiempo demore lanzando fuegos artificiales se lleva la mayor cantidad de puntos y por ende la aceptación de las personas. No existen números que lo establezca, solo la certificación de los presentes que rigurosamente le toman el tiempo a las tunas desde que se lanza el primer cohete.

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