La comunidad de Tortuga se ha convertido en un ejemplo de aprovechamiento sostenible en Panamá, tras la puesta en marcha de su plan de manejo comunitario...

- 16/06/2025 22:15
Michelle Domínguez se pone más de un sombrero en su diario vivir; es periodista y empresaria, hace relaciones públicas, es coordinadora de comunicaciones, autora de libros infantiles y también es madre de una niña de tres años. Ante las adversidades que se presentan en su andar, elige caminar con una actitud que la incentiva a encontrar oportunidades y mantener una buena energía.
Desde hace cinco años dirijo una empresa que se llama MD Holding, que contiene un ecosistema de comunicaciones que incorpora al medio informativo digital itsmopanamá.com y al pódcast Zona 33, que se enfoca en generar contenido sobre crecimiento personal. En 2024 desarrollé Expo Comunicaciones (Excom), con la intención de aportar herramientas a los profesionales de todas las áreas de la comunicación en Panamá. A su vez, lidero el movimiento Comunicadores Sociales de Panamá (Comspa). En la agencia de marketing, representamos marcas personales para expertos de distintas áreas, principalmente de chefs.
En MD Holding como agencia de relaciones públicas puedo conocer diferentes historias y llevarlas al conocimiento general. Es donde siento que puedo utilizar mi talento y mis dones por completo para ayudar a otros. Lo que más conecta con mi propósito es eso, ayudar a otras personas a divulgar información interesante desde el área de educación, salud e incluso cultura. Te cuento una anécdota que simboliza todo esto que menciono. En 2023 conocí al coro de niñas de San Miguelito. En esos momentos necesitaban recaudar dinero para ir a Roma, donde tenían una presentación. Llamé al profesor, redacté la nota de prensa y la envié a los medios. Afortunadamente, tuvo bastante apoyo por parte de los colegas y logramos que se hiciera una recaudación de fondos, que incluso cubrió el vuelo para cuatro niñas que no iban a tener la oportunidad de ir. Eso fue en una semana, en tiempo récord. Para mí fue como la mejor Navidad: poder haberles cambiado la vida a estas niñas que no iban a poder ir a Roma, que queda tan lejos.
Excom nació en medio de la pandemia; intentamos realizarlo desde el 2022, pero debido a diferentes situaciones de salud y económicas no se pudo llevar a cabo hasta el 2024. Actualmente, todavía estamos evaluando si se hará este año, principalmente por el impacto de la situación económica del país. Algo muy valioso fue que no solo se reinventaron los asistentes, sino también los panelistas, porque muchos de ellos ofrecieron su primera conferencia ante un auditorio. Así que fue un cambio de vida tanto para los ponentes como para muchos de los asistentes. Para prepararme, lo más importante fue manejar las emociones, la energía y la salud mental. Cuando haces un evento de esta magnitud, con tantas presiones económicas, siendo la primera vez que se hace en Panamá, lograr acuerdos con todos los medios de comunicación, con gremios, recibir la aceptación de cadenas grandes como Telemundo y CNN... un evento sin trayectoria previa, fue todo un reto. Cada paso fue una validación de que definitivamente todo es posible.
Sí. Todo con tal de ganar experiencia y asegurar la mejor experiencia para los asistentes a Excom. En algunos eventos tuve la oportunidad de que me contrataran como coordinadora de comunicaciones; en otros fui voluntaria. Y eso fue solo un mes antes de que yo misma organizara mi evento en el Panamá Convention Center. Pero yo sabía que la clave para dar una buena experiencia era vivir todos los roles, desde el voluntariado hasta los cargos de liderazgo en una organización. Solo así podía entender lo que la gente desea sentir, aprender y experimentar en un evento; eso fue lo que permitió alcanzar el éxito de Excom.
Sí, afortunadamente, gracias a esta profesión he descubierto que nadie es inalcanzable. Si en algún momento admiras a una persona, atrévete a escribirle, a llamarla, a conseguir su contacto. O, si la ves cerca de ti, aprovecha y háblale, porque lo que puedas recibir de esa persona te va a servir muchísimo en la vida. Cuando estoy ante alguien a quien admiro —porque todos tenemos a alguien de quien somos fans— recuerdo que nadie está por encima de nadie como para tenerle pena o miedo. Todos somos humanos. Piénsalo... y solo toma acción.
Al ser independiente, hay muchas variantes que no puedes controlar. Cuando trabajas en un lugar particular por un salario, ya sabes que los 15 y los 30 vas a recibir un dinero, porque eso ya está totalmente establecido. Mi recomendación para cualquier persona que en este momento esté en una empresa y desee emprender, o alguien que esté atravesando por un emprendimiento y no esté en una situación muy favorable, es simplemente pensar en su visión a largo plazo.
Otra situación muy marcada fue que, a los 37 años, cuando mi bebé tenía 10 meses, tuve una isquemia. Fue un accidente cerebrovascular y tuve que quedar hospitalizada siendo madre soltera, porque mi hija nació por inseminación artificial. Me preocupaba mucho quién iba a ver por mi hija si yo era la única responsable de ella. Ese fue mi momento más difícil y de mayor quiebre en la vida, pero ahí lo que más sentí, estando en una cama de hospital, fue que necesitaba tomar una pausa en mi vida para identificar cuál era mi propósito real. Sentí un crecimiento profundo en mi fe, porque definitivamente a veces creemos que podemos hacerlo todo por nuestra cuenta, pero al final hay un ser superior que es el que realmente nos da el apoyo en todo lo que hacemos.
Lo que yo había abonado a mi salud mental fue lo que me permitió salir mejor librada de esa situación, tener una recuperación mucho más rápida y no tener secuelas, a pesar del accidente cerebrovascular.
Proveniente de una familia numerosa y habiendo vivido carencias económicas, decidí que no iba a ser madre. Sin embargo, a los 33 años sentí nacer en mí el instinto maternal. Por recomendación de una amiga, me informé en una clínica de Panamá sobre tratamientos de fertilidad. Aunque en ese entonces decidí posponer la decisión durante cinco años, deseando tener estabilidad económica y contar con la compañía adecuada para formar una familia, la pandemia me hizo replantear mis prioridades: comprendí que lo esencial es cómo te sientes por dentro y no solo lo económico.
Desde ese momento me comprometí a hablar abiertamente sobre la inseminación artificial, no para promocionarla, sino para invitar a las mujeres a desarrollar su instinto maternal, sin esperar necesariamente a encontrar a un compañero de vida. Reafirmé que el amor que otorga un hijo no se alcanza con títulos ni cargos, sino con la entrega y el compromiso de la maternidad.
Cada día de mi vida yo digo: “Todo es posible”. Hoy es un día de oportunidades y todos los días hay razones para celebrar. Mi ADN siempre está en buscar generar valor a otros. Cuando tú aportas a la vida de otros, ya sea a través de un saludo, de una sonrisa, logras cosas increíbles y las bendiciones llegan de manera inesperada. Esa es mi filosofía.