Ernesto Córdova: ‘El arte es una forma de vivir’

Actualizado
  • 23/03/2024 00:00
Creado
  • 22/03/2024 19:12
El artista cubano explora en una exposición cómo el expresionismo puede ser un género artístico que ayuda a comprender la realidad actual

El arte es el espejo de la vida cotidiana. Así lo plasma el artista cubano Ernesto Córdova en sus obras, que se pueden ver en una exposición denominada A-way/PTY en la sucursal de GAC Motors de calle 50 y que estará disponible al público hasta el próximo 30 de abril.

Córdova proyecta en esta exhibición su punto de vista sobre las realidades de los pueblos, a través de una serie de obras en las que bajo una estética ligada al arte expresionista genera un impacto visual al espectador con el fin de crear conciencia sobre los problemas que aquejan a la sociedad y, al mismo tiempo, transmite sensaciones que van desde la nostalgia y el sentido de pertenencia a un lugar determinado, hasta la crítica hacia la desidia, el olvido y el despotismo.

La muestra artística tiene sus antecedentes en la provincia cubana de Cienfuegos, donde en el año 2011 Córdova inauguró la exposición por primera vez. En ese entonces también se llamaba A-Way y constaba de una serie de pinturas en técnica mixta sobre cartón en las que plasmaba su visión de la vida con un toque emocional con el que sumergía al espectador en la realidad que estaba contando a través de cada una de sus obras.

En esta ocasión los visitantes de la muestra verán una selección de piezas artísticas –de las cuales algunas vinieron empacadas desde Cuba y otras fueron realizadas en Panamá– que no solo abordan el cuestionamiento social hacia los problemas reales, sino que también reflejan las postales vívidas del día a día de los pueblos caribeños, lo que se constituye en una invitación a la reflexión sobre el presente que vivimos y el futuro que estará marcado por el camino al que se quiera llegar.

Córdova conversó con La Estrella de Panamá acerca de la profundidad de su arte y de cómo su carrera artística es uno de los mayores motores de su vida.

Una vía de escape

El artista concibe el arte como una vía para liberar ese deseo innato que tiene de canalizar sus pasiones, sus dudas, sus dolores y sus inquietudes. “Hay emociones que pueden ser de dolor y de frustración, pero también de alegría y nostalgia del mismo lugar en el que estás habitando, aunque esto último suene como una ironía, pero también se padece”, explicó Córdova.

En estas obras, la impronta del artista está signada por la combinación de varios estilos pictóricos. El que se puede apreciar más es el de figuración libre, mejor conocido como el neoexpresionismo, que consta de figuras muy sueltas que brindan la posibilidad de transmitir una interpretación de la realidad y así brindar un mensaje más crudo que atrape al espectador y que ilustra con un estilo más reflexivo sobre los constantes errores de la humanidad que, a menudo, desembocan en guerras y conflictos.

Córdova concibe al expresionismo como un estilo asequible que es capaz de transmitir una imagen poderosa con la que se pueden liberar las emociones. “Recuerdo que un maestro en Cuba me decía que pinte y pinte hasta que mi mano sea una extensión de mi mente. La idea es que se vea el mensaje. Si hay una mancha más grande que otra o una línea desproporcionada, no importa, tienes que darle rienda suelta a las emociones, y el alma y el subconsciente hacen el resto”, rememoró.

Apasionado de su oficio, Córdova estudió durante cinco años en el Instituto Superior de Arte de La Habana, Cuba, y anteriormente realizó un bachiller en la Escuela Nacional de Artes Visuales San Alejandro en la misma ciudad, y anterior a ello prestó un servicio social de restauración de obras patrimoniales en el Centro Nacional de Conservación y Restauración del Patrimonio de Cuba, donde entendió la importancia de salvaguardar el patrimonio cultural. “La cultura es identidad de lo que somos”, expresó.

El proceso de elaboración de las obras de Córdova se asemeja a la realización de una película, en la que se confecciona un proceso de storytelling en la que él trata de ver cómo se puede contar una historia de forma simultánea, un proceso que logró dominar en la Escuela San Alejandro donde además de dominar aspectos propios de las artes plásticas como la perspectiva y la composición de una obra, pudo aprender a elaborar y encaminar la parte discursiva de su pieza artística. “Lo que importa es que la pintura no sea solamente percibida como un paisaje y listo, sino que logre transmitir un mensaje oculto”, agregó.

Entre sus mayores inspiraciones están el artista español Joaquín Sorolla y los rusos Ilía Repin e Iván Shishkin, quienes destacaron por la vividez de sus obras.

Empezar de nuevo

En búsqueda de crecimiento, Córdova decide en el año 2016 comprarse un pasaje de ida a Panamá sin planes de regresar a Cuba. Él reflexiona que pudo llegar a progresar mucho más desde el punto de vista artístico que cuando estaba en su país natal y, asimismo, pudo desarrollar aún más su vena actoral, otra de las facetas que le apasionan. “A pesar de las dificultades, aquí vamos”, dijo.

Para el artista, Panamá tiene un gran potencial basado en su riqueza cultural, que puede ser explotada si se le da el apoyo necesario para que se engrandezca. Otra de las cosas que más le gusta de estar en el país es el hecho de poder expresarse libremente sin temor a ninguna represalia, lo que es una de las características propias de la democracia, y es algo que no sucede en Cuba.

Igualmente cree que el artista tiene la responsabilidad de ser el relator de la realidad que le rodea, tal como lo hizo Pablo Picasso con el “Guernica” de 1937, con el que retrató la crudeza del bombardeo a esa localidad durante la guerra civil española.

Córdova, además, cree que la cultura es una herramienta para construir una mejor sociedad. “En cuanto a la inseguridad ciudadana, la solución no debería ser la apertura de más cárceles, sino potenciar los espacios culturales y crear movimientos de conciencia, eso es algo que hace la cultura”, comentó.

El arte, según el artista, se puede convertir en un arma para lograr hacer el bien, realizar cambios importantes y tender puentes entre los pueblos e intercambiar conocimientos en lo que él entiende como una “globalización cultural”. “Para mí, el arte es una forma de vivir, yo vivo a través del arte y me expreso a través del arte”, concluyó.

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