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- 26/10/2016 02:00
La llegada del primer novio o novia de los hijos no debe convertirse en un tormento para los padres y mucho menos para el adolescente, por muy difícil que sea la situación.
Y es que en ocasiones ‘a los padres les cuesta ver cómo aquellos bebés indefensos han crecido. En su afán de seguirlos protegiendo, en esta ocasión de alguien o de situaciones propias de una relación, pueden cometer errores generadores de diferencias familiares, que si no son bien tratadas traerán secuelas negativas', detalla la psicóloga familiar, Berta Rivera.
Los adolescentes, o al menos la gran mayoría de ellos, al llegar a esta etapa de la vida comienzan a experimentar sentimientos de amor romántico. ‘Ese primer amor regularmente es recordado pues deja huellas duraderas, por lo que es recomendable que los padres estén preparados', señala Rivera.
‘Me atrevería a decir que por un aspecto de cultura en América Latina, el anuncio o noticia de que la hija tiene su primer novio, afecta o impacta más a la familia que si el caso es con un hijo', apunta el sociólogo Jaime Brown .
A pesar de esto, los profesionales coinciden en que independientemente del caso, los padres deben estar preparados para que la primera relación sentimental de su hijo o hija sea propicia para ‘fortalecer la unidad familiar'.
LA PRIMERA REACCIÓN
‘Es normal que deseen protegerlo y evitar que sufra', indica la psicóloga. Pero como padres y con experiencia deben tener en cuenta —añade la profesional— que el amor es un tema complicado en el que se pasan buenos y malos tiempos.
El sociólogo aporta que ‘prohibir la relación no debe ser una opción. Mientras más en contra
‘PROHIBIR LA RELACIÓN NO DEBE SER UNA OPCIÓN. MIENTRAS MÁS EN CONTRA ESTÉ MÁS SE ACERCARÁ A ESA PERSONA Y SE ALEJARÁ DE LOS PADRES, ES UNA REACCIÓN CARACTERÍSTICA DE LOS ADOLESCENTES'
JAIME BROWN,
SOCIÓLOGO
esté más se acercará a esa persona y se alejará de los padres, es una reacción característica de los adolescentes'.
Aunque, agrega Brown, ‘hay casos extremos como una relación con una persona que represente un peligro para la integridad física y emocional de su hijo, que requieren de una prohibición que debe ser bien argumentada y puesta con ayuda de profesionales, si es necesario'.
AFECTIVIDAD EN LOS ADOLESCENTES
Según la investigación Relaciones Afectivas y Sexualidad en la Adolescencia, realizada por la Liga Española de la Educación, ONG independiente; en el plano de las relaciones afectivas tienen especial relevancia, en primer lugar, el carácter singular que para el adolescente tengan las relaciones en el ámbito familiar y, en segundo lugar, los significados que asigne a las relaciones con amistades y noviazgos.
Ambos tipos de relaciones han de constituirse en componentes fundamentales a la hora en la que el adolescente delimita su ámbito social y afectivo fuera del correspondiente a la familia.
En este sentido, el sociólogo Brown, destaca que ‘los padres deben ir forjando un ambiente de confianza en cuanto al tema, desde que los hijos están más pequeños, a través de conversas propias con la edad y con el ejemplo'.
CONSEJOS PARA FORTALECER LA UNIDAD FAMILIAR
Aunque no se haya dado este primer paso durante el crecimiento del adolescente, los profesionales brindan consejos útiles para que esa primera relación del hijo o hija sea una oportunidad de fortalecer las relaciones familiares.
No hace falta que los padres contraten detectives privados, pero sí es necesario que se informen bien sobre la persona y sus familiares.
En lugar de tomar una actitud en contra, se debe conversar sobre el novio o novia, así se abrirán o fortalecerán canales de comunicación con el hijo.
Es seguro, afirma la psicóloga familiar, ‘que el padre o la madre le encuentre muchos defectos al adolescente (novio o novia del hijo), pero hay que tratar de no centrarse en eso y hallar las cosas positivas'.
Un tema muy importante, según el sociólogo Brown, es ‘darle libertad a los hijos durante esta etapa, sin dejar de ser padre o romper las reglas en el hogar'. Por ejemplo, —explica el profesional—, ‘esta etapa de la vida viene con más libertad e igual, más responsabilidad. Se deben establecer horarios entre otras pautas.'
Y sin duda alguna, indica la psicóloga Rivera, ‘hay que hablarles de sexo y el valor del cuerpo, dependiendo de las convicciones de cada familia.
En conclusión, añade Rivera, ‘hay que apostar al diáologo y no a la negación de la relación'.
‘Declararle esta ‘guerra' a un adolescente es dar paso a malas acciones que pueden causar heridas y distanciamiento en la familia, es mejor ser su aliado, sin perder el rol de padres, corrigiéndolos, conversando y enseñando con el ejemplo', aconseja Brown.