Cómo preparar un delicioso bacalao para la semana santa

  • 19/03/2015 15:02
 Un experto explica su origen, la razón de su consumo y la forma de prepararlos, para que sean más saludables y menos engordantes.

La Semana Santa es una de las épocas del año en que más cambia la gastronomía en toda América y en diversos países de Europa, debido a las ricas y variadas tradiciones culinarias , y al precepto de abstenerse de comer carne en algunos días señalados.

Lejos de ser una limitación o un contratiempo, la preparación y degustación de platos basados en el pescado se dispara en estos días de fervor religioso como alternativa a la res. Todo un desafío y una oportunidad para descubrir y disfrutar de sabores ¡del nuevo y del viejo mundo!.

Concepción Maximiano Alonso, nutricionista y dietética, del portal iNutralia (www.inutralia.com) propone dos recetas para Semana Santa, y explica su origen, la razón de su consumo y la forma de prepararlos, para que sean más saludables y menos engordantes.

POTAJE DE VIGILIA.

“La palabra potaje proviene del francés ‘potage’, que significa sopa, así como de la palabra ‘pote’ que designa a un guiso que se hace en una pota o cazuela. En general se trata de la mezcla de varios ingredientes con una base caldosa y con legumbres” explica a Efe, Maximiliano.

“El potaje de vigilia con bacalao, que se consume los viernes de Cuaresma en España, es un guiso tradicional que se remonta al Medievo, a raíz del comienzo del consumo del bacalao seco en salazón, que junto a los garbanzos y/o alubias blancas, así como espinacas o acelgas, y a un sofrito con ajo y pimentón, forman el clásico potaje que consumimos”, según la nutricionista.

De acuerdo a esta experta, que entre los platos característicos de Semana Santa este portaje es de los más consumidos y se debe, en origen, a la prohibición del cristianismo de tomar carne los viernes de cuaresma, sustituyendola por pescado.

Para Maximiliano, el potaje de vigilia es un plato saludable que contiene legumbres, verduras y pescado, aunque “para mejorarlo podemos optar por utilizar bacalao fresco en vez del típico seco, que tiene un gran porcentaje de sal, así como cuidar la cantidad de aceite usado en el sofrito”.

Ingredientes para 4 personas:.

• 400 g. de garbanzos.

• 200 g. de bacalao seco o salado.

• 250 g. de espinacas frescas o congeladas.

• Una cebolla grande.

• Uno o dos huevos.

• Dos dientes de ajo.

• Una rebanada de pan.

• Una cucharada de pimentón.

• Un ramillete de perejil.

• Una hoja de laurel.

• Aceite de oliva virgen.

• Sal.

Elaboración:.

1. La víspera, ponga en remojo los garbanzos en agua templada y, en el caso del bacalao, déjelos en remojo al menos 24-48 horas previas al cocinado, cambiando el agua de remojo al menos 3-4 veces durante el proceso.

2. Lave los garbanzos que mantuvo en remojo, y póngalos a cocer en una olla rápida, exprés o a presión, en la que previamente habrá puesto a hervir agua, aproximadamente la cantidad que permita cubrir los garbanzos.

3. Añada junto a los garbanzos, los ajos y el laurel, cierre la olla y póngala a fuego fuerte. Cuando comience a expulsar vapor, ponga el fuego bajo y cocine durante unos 15 minutos.

4. En una sartén caliente aceite y fría una cebolla y media, muy bien picada y los ajos. Cuando esté listo este sofrito, retire del fuego, y aún en caliente añada el pimentón y remueva bien.

5. Fría una rebanada de pan en abundante aceite y, cuando esté lista, añádale el sofrito previo, junto con una yema de huevo cocido, y triture todo para añadir a los garbanzos.

6. Por último, añada el bacalao desalado y las espinacas limpias al guiso, y deje cocer con la olla abierta aproximadamente durante 20 minutos.

Sugerencias:.

Si usa espinacas frescas, es aconsejable escaldarlas unos minutos en agua salada, para que queden tiernas, bien lavadas. Si son congeladas, es suficiente con descongelarlas a temperatura ambiente unos minutos.

Se puede añadir huevo cocido y perejil para decorar.

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