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Intentos fallidos, el camino de la NASA hacia la luna sufre contratiempos
- 17/01/2024 00:00
- 16/01/2024 22:02
Las últimas misiones lunares de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) han sido definidas por sus desaciertos.
Desde la desviación de la trayectoria del módulo lunar, Peregrine, hasta el nuevo retraso de la misión que proponía llevar a astronautas a la luna en 2025, Artemis III, la agencia espacial ve frustradas sus intenciones de llegar a este satélite terrestre.
Sin embargo, a pesar de los intentos fallidos, la NASA aún mantiene la esperanza de volver a llegar a la Luna antes de 2030, sin importar los ajustes requeridos para desarrollar sus diferentes misiones y proyectos, incluso si esto significa aprender con cada prueba y error como lo han demostrado en estas últimas misiones.
Después de haber recorrido más de 375.000 kilómetros y estando a menos de 10.000 kilómetros de su destino, el pasado 9 de enero el módulo Peregrine perdió combustible, lo que desvió su trayectoria imposibilitando seguir la trayectoria del viaje.
Al tratarse de una misión privada, la última decisión del destino y la ruta de vuelo final de Peregrine fue de Astrobotic Technology, encargada del módulo y esta misión.
Aun con problemas de propulsión, la nave se mantuvo operando en el espacio por más de cinco días y el equipo de la misión pudo estabilizar el módulo, además se logró encender todas las cargas útiles activas y recopilar los datos de las mismas para intentar que el vehículo siga la trayectoria que ya se tenía estipulada hasta chocar con la Tierra.
La compañía cree que es posible que la nave espacial funcione por varias semanas más antes de llegar a la Tierra, sin embargo, “debe tenerse en cuenta el estado anómalo del sistema de propulsión y utilizar la capacidad a bordo del vehículo para finalizar la misión de manera responsable y de forma segura”.
Según lo que informó oficialmente la NASA, se ha llegado a la conclusión de “dejar que la nave espacial se queme durante su reingreso a la atmósfera terrestre”.
“En última instancia, debemos equilibrar nuestro propio deseo de prolongar la vida de Peregrine, operar cargas útiles y aprender más sobre la nave espacial, con el riesgo de que nuestra nave espacial dañada pueda causar un problema en el espacio cislunar”, también explicó Astrobotic Technology en un comunicado oficial.
En este mismo también mencionaron que aunque la toma de esta decisión fue difícil, sin embargo, era necesario “poner fin responsablemente a la misión Peregrine” para preservar el futuro del espacio cislunar para todos.
“Estamos trabajando con la NASA para continuar actualizando y evaluando la ruta de reingreso controlado de Peregrine. No creemos que el reingreso de Peregrine represente riesgos para la seguridad y la nave espacial se quemará en la atmósfera de la Tierra”, destacó el comunicado de Astrobotic Technology.
La misión Peregrine de Astrobotic es la primera misión de superficie lunar de Estados Unidos desde el programa Apolo, que tuvo lugar desde 1961 hasta 1975.
Por otro lado, la tercera misión tripulada del Programa Artemisa con destino al Polo sur Lunar, volvió a ser retrasada por la NASA debido a que todavía se necesita más tiempo para desarrollar trabajar en el desarrollo de esta fase del programa y procurar la seguridad de los astronautas de este proyecto en las próximas fases de la misión, según anunció Bill Nelson, administrador de esta agencia espacial, el pasado 9 de enero.
Según el cambio de planes, Artemis 3 queda pospuesta para septiembre de 2026. En esta los astronautas alunizarán por primera vez en décadas y establecerán una base para las siguientes misiones con el objetivo final de pisar Marte.
Como en fases pasadas de la misión, los astronautas irán a la luna en la nave espacial Orión de la NASA, pues según la agencia especial esta es la única nave espacial capaz de transportar tripulaciones a la Tierra a velocidades de reentrada lunar.
Se espera que en 2026 la tripulación sea lanzada a la órbita de la Tierra, en donde realizarán verificaciones técnicas y ajustes de los paneles solares de la nave. Pasarán por la etapa de propulsión criogénica intermedia, que ayudará al vehículo a realizar una maniobra de inyección lunar y de esta manera fijando el rumbo de la nave hacia la Luna.
La tripulación se mantendrá viajando por varios días mientras realizan encendidos del motor correctivos para interceptarse en el campo gravitatorio de la Luna. En un punto del viaje, Orión realizará una serie de encendidos de dos motores, lo que colocará a la nave en una órbita lunar de halo casi rectilíneo para luego aterrizar (NRHO, por sus siglas en inglés).
La NRHO servirá al proyecto para lograr los objetivos previstos a largo plazo y además proporcionará comunicaciones constantes con la Tierra así como acceso a sitios en toda la Luna. En futuras misiones, la NASA y sus colaboradores, ensamblarán la estación espacial lunar Gateway en la NRHO para que sirva como eje para las misiones de Artemis.
El proyecto Artemis culminó su primera fase en 2022 y el año pasado su segunda fase. En esta última, cuatro astronautas del proyecto orbitaron alrededor del satélite, siendo Artemis III la primera fase en la que la tripulación explorará la Luna.