ANIVERSARIO

Los 83 años bien cumplidos de la Orquesta Sinfónica Nacional

Actualizado
  • 14/05/2024 16:45
Creado
  • 14/05/2024 15:51
La institución lleva más de ocho décadas cumpliendo con su misión de difundir la música en el país

Ya falta menos para el gran concierto que la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) que será oficiado este próximo miércoles 15 de mayo en el Teatro Balboa por la celebración de sus 83 años de existencia. El espectáculo - que será gratuito y que comenzará a partir de las 7:00 pm - estará dirigido por la directora de orquesta estadounidense Nell Flanders y contará con la participación del solista invitado Alberto Lin, quien tocará el cornó francés.

El repertorio - que contendrá temas como la I Polonaise de Chopin y la Sinfonía No.5 en Mib Mayor de Jean Sibelius - fue seleccionado por la misma Flanders, quien comentó a La Estrella de Panamá que se respira un aire de entusiasmo en torno al concierto.

Este diario también tuvo la oportunidad de conversar con el director de la OSN Jorge Ledezma Bradley y con tres integrantes de la orquesta, quienes transmitieron sus vivencias formando parte de esta institución cultural.

Una trayectoria al frente de la OSN

El director de la OSN Jorge Ledezma Bradley lleva en sus espaldas más de 500 conciertos sinfónicos en una carrera que lleva más de 30 años de trayectoria. El maestro concedió una entrevista a este diario en la que rememoró cuando regresó a Panamá en el año 1975 y fungió inicialmente como director asistente de la orquesta tras ganar la posición por concurso, en la que tuvo la oportunidad de dirigir varios conciertos durante 20 años. Más tarde, en 1994, se le nombra definitivamente como director de la OSN, que en ese entonces únicamente contaba con 37 músicos. Hoy en día, son 57 integrantes.

“Estamos involucrados en una tarea de permanente transformación del ambiente musical y el enriquecimiento de la cultura musical en el país. La OSN en realidad es el núcleo conductor del ambiente musical porque allí están los mejores músicos. Una orquesta es un elemento enriquecedor de la vida cultural de la comunidad donde está insertada”, expresó.

Por otra parte, Ledezma Bradley explicó que el músico es capaz de transmitir sensaciones al público por medio de lo que toca, por medio de la actitud y el lenguaje corporal que emplea mientras hace sonar una partitura.

“Esto también es una forma de comunicar. Cuando esas dos cosas se juntan de manera armónica, es entonces cuando se alcanza el objetivo de conmover al público. Ese es nuestro trabajo. Es darles a ellos un discurso musical coherente que les enriquezca espiritualmente. Esto es lo que estamos buscando. Es preciso decir que todos los seres humanos tenemos fibras sensibles ya sea a la luz, al calor o al frío. Así también es con los sentimientos. Nos podemos entristecer fácilmente y nos alegramos también sin ninguna dificultad. Cada ser humano tiene un temperamento y, de acuerdo a ese temperamento, está la inclinación de la música que se quiere escuchar. La idea precisamente es que el oyente se vea expuesto a diversas músicas que pueden ir desde la popular o la folclórica hasta la erudita y culta que es la música sinfónica y la música que hacen solistas con el acompañamiento de la orquesta, la música de los cuartetos de cuerda y el conjunto de cámara, entre otros. De alguna forma, siempre habrá un elemento musical que va a tocar emocionalmente al ser humano”, explicó.

El director de la OSN describe los 83 años de existencia de la institución como una lucha permanente. “Nosotros siempre luchamos por tener las condiciones adecuadas para producir la música a la que la gente tiene que tener acceso. No son solamente la cantidad de músicos ni los salarios que deberían ser ajustados, los presupuestos para funcionar y para viajar al interior del país así como para comprar el material que se necesita es muy reducido y es escaso. Hay muchas carencias y la tendencia ha sido buscar que la situación se mantenga estable pero lo que necesitamos es empujar hacia adelante en el sentido de que el país crece y las necesidades aumentan y hay que llegar a la mayor cantidad de personas. Todo ello significa que hay que invertir en la música y en la cultura, porque eso es lo que va a potenciar el desarrollo de los ciudadanos. La música y la cultura no son una consecuencia del desarrollo, sino todo lo contrario. Cuando somos cultos, somos desarrollados y potenciar el espíritu y la inteligencia que es lo que hace evolucionar al mundo”, dijo.

La experiencia en la OSN

Roberto Pérez, quien forma parte del grupo de primeros violines de la OSN, lleva 49 años en la orquesta. Pérez recuerda muy bien cuando formó parte por primera vez a los 23 años en el año 1975. Tenía un semblante nervioso pero le consumían más los deseos de seguir aprendiendo. Para él, la OSN ha sido una gran escuela en la que ha podido percatarse de los diferentes estilos musicales como el romántico y el barroco y pudo interpretar las piezas de famosos compositores como Beethoven, Puzzini, Bach y Tchaikovsky, entre otros.

“Cuando uno toca, cada vez más uno se va engrandeciendo en el conocimiento artístico. Con todos los años de experiencia, siempre se vive ese momento en el que le ponen a uno una nueva obra en frente y es como vivir la primera vez todos los días. Después la iremos desarrollando con los días en el concierto y es en ese momento cuando sale todo a la perfección. Recuerdo que cuando entré era el más joven de todos, porque la mayoría ya eran mayores. Desde el año 1992, la orquesta ha ido teniendo nuevos integrantes jóvenes. Ahora ya no son tan jóvenes mientras que hay otros jóvenes que han entrado hace cuatro años o menos y han dado la talla para su instrumento. En Panamá tenemos jóvenes muy talentosos que están ayudando a la orquesta y, a la vez, están aportando al país en el desarrollo de la cultura”, consideró.

Ella Ponce Uribe, quien forma parte desde hace 21 años de la OSN, fue la primera mujer percusionista en su momento en ingresar a la orquesta al tiempo que fue la primera mujer en obtener un título de percusionista en Panamá tras estudiar en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile. Su sueño de estudiar allí se hizo posible gracias a un préstamo del Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos.

Tras ganar un concurso para estudiar en Chile, recibió las enseñanzas de los profesores Elena Corvalán y Ramón Hurtado, con quienes obtuvo una Licenciatura en Artes con Mención Percusión y, posteriormente, logró su especialidad en Interpretación Musical Mención Percusión con Distinción Máxima, siendo la cuarta mujer en Chile en obtener este título, y la primera en el país.

Su consejo a los jóvenes músicos es pensar la música como un proyecto de vida que requiere de mucho esfuerzo y estudio. “Yo aconsejo a los jóvenes que busquen una educación formal en la música independientemente del estilo musical que les agrade. Vale la pena porque esta es la forma de ejercer la música desde el trabajo formal, académico y adecuado”, aconsejó.

Ricardo Zúñiga, por su parte, lleva 22 años como contrabajista de la orquesta y dijo que si bien la profesión musical es muy demandante y requiere una dedicación permanente al estudio y a la práctica, es una fuente constante de satisfacción. Por otro lado, indicó que la combinación de juventud y veteranía en la orquesta es beneficiosa para todos los miembros.

“Siempre que tengamos jóvenes, habrá energía y siempre que tengamos músicos mayores, hay experiencia. Esa combinación es la ideal para mantener un buen balance en la orquesta. Sin embargo, cuando se hacen audiciones, uno nunca sabe porque la cortina está siempre cerrada. Puede ser uno más joven o más experimentado, en realidad no tenemos control sobre eso pero afortunadamente tenemos un gran balance en la orquesta y creo que es una buena receta para que el resultado final sea el mejor”, indicó.

Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones