
- 28/06/2025 00:00
Casi todos los domingos voy a tomar un café con mis padres a Multiplaza; con frecuencia, me pongo a observar a la gente a mi alrededor y aunque no quiera, logro percatarme de detalles como gesticulaciones, expresiones faciales, el cómo interactúan físicamente, y trato de esbozar una pequeña historia del momento.
Por supuesto, siempre han sido interpretaciones; nunca me he acercado a preguntarles directamente... ¡está lejos de que sea una buena idea!
Ahora bien ¿qué haría usted si pudiese ser capaz de perfilar a las personas mediante la observación? Si fuese un gerente de recursos humanos sabría con toda seguridad que está contratando personas 100% confiables e idóneas, podría adaptar su comunicación para que sea recibida mejor, sabría quién le miente y, por último, lograría cerrar el negocio de sus sueños al analizar a su contraparte. En pocas palabras, el guion de la serie Lie to Me se quedaría chico...
Le cuento, amigo lector, casi todo es posible con entrenamiento constante y un buen conocimiento en comunicación no verbal, microexpresiones, detección de mentiras, proxémica, paralingüística, kinésica, cronémica, grafología, y digo casi todo porque se necesita un vasto entrenamiento, saber observar, escuchar, analizar el contexto y, si es posible, estudiar un video varias veces para entonces llegar a una conclusión.
Lo Hollywood en estas series como Bull, Lie To Me, El mentalista es que nos hacen creer que con solo una observación puedo tachar a alguien de mentiroso con toda propiedad. Es como si usted dijera que puede hablar inglés, italiano o francés sólo porque conoce una palabra... Es lo que, de hecho, algunos medios de comunicación intentan hacer al invitar a un especialista en lenguaje corporal para que interprete a un candidato político en vivo.
¿Le cuento algo? 1) ningún experto serio hará un análisis en vivo en ningún medio porque está en juego la vida, la muerte, la libertad o la condena de alguien, 2) se necesita una línea base de comportamiento que, en vivo y en directo, jamás se hará presente para poder leer los cambios conductuales de forma correcta, 3) una acción aislada (como las que nos enseñan en las series de Hollywood) jamás dirán nada, para poder leer a una persona se necesitan leer “clusters” o agrupaciones.
Lo importante es saber dónde mirar y hacerlo en función a estos puntos que le comparto a continuación.
Haga una línea base: las personas tenemos toda clase de manías, tics y costumbres cuando nos expresamos. Algunos se aclaran la garganta, miran hacia abajo mientras hablan, se cruzan de brazos, se rascan la cabeza, pestañean cada poco segundo, tuercen la boca antes de responder, en fin, hacen de todo.
Por eso, es incorrecto observar cualquiera de estos factores y automáticamente atribuirle un significado. Solo porque alguien ponga “risa de Facebook”, las cuales son falsas en un 90 %, no significa que cada vez que se ría, finja.
Precise las desviaciones Una vez que ha creado una línea base, debe prestar atención a las desviaciones con respecto a ella, bien puede llamarle cambios de ritmo.
Los cambios de ritmo indican un cambio de actitud o pensamiento al expresarse.
Esté atento a las agrupaciones gestuales (clave y regla de oro). Precisar una sola desviación o microgesto no es suficiente; aun cuando pueda afirmar con seguridad que la persona mostró un microgesto de ira a hablar de equis tema, no es sino hasta que has observado 4 o 5 señales similares cuando podrás estar completamente seguro.
Un microgesto va acompañado de cambios en el tono de voz, actos defensivos, agresivos, pasivos o instintivos, empleo de palabras específicas, monosílabos y la longitud del sonido o acentuación en una frase, ejemplo: 1- ¡No es así! 2- No, ¡es así! 3- ¿No es así?
Lance un anzuelo ¿Qué podría preguntarle o decirle a alguien para desencadenar una reacción? No solo se expresaría verbalmente; también se expresaría corporalmente.
Recuerde que cuando dos personas están en sintonía y hay empatía entre ambas, tienden a reflejar sus posturas.
Identifique, observe... escuche. El ser humano es complejo, simplemente porque el origen del pensamiento lo es, recuerde esto amigo lector, la verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio, con la fantasía y la realidad conveniente, con el poder y la ambición, con el deseo y la pasión, con el amor y el odio.
Mi recomendación, aprenda a analizar con criterio y desmenuce las capas de la comunicación para llegar, no a su verdad ni a la mía, sino a LA VERDAD. A mí, como experto certificado internacionalmente me ha tomado 9 años y sigo estudiando con expertos de idóneos provenientes de instituciones como el FBI o CIA.
Quien busque la verdad emprenderá un camino difícil, con piedras, barreras, detractores y tiranos como así también gente que pone en juego hasta su vida para que salga a la luz un hecho ante tanta oscuridad.
Cierro con este pensamiento de Aristóteles: “Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo, sobre su pensamiento y emociones”.