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- 25/04/2014 02:00
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Las denuncias datan del año 2007, un año después de que los pobladores del Darién, en especial del corregimiento de Río Iglesias se alarmaran por el trochamiento y tráfico de tierras de humedales.
Sin cambio para bien, en el 2009 se impulsó la denuncia realizada pero no se tomaron medidas para evitar que se siguiera desaguando la laguna Matusaragatí, que para ese momento ya tenía dueños y canales que amenazan su existencia.
En 2013, se agravó el panorama por la utilización de agrotóxicos que necesita la siembra de arroz, el cercado de quebradas y la alteración del ecosistema de la zona comenzaron a aparecer miles de peces muertos, jaguares asesinados a tiros, caimanes muertos a machetazos por los campesinos que custodian los arrozales y el ganado.
Esta es la situación que llegaron a denunciar ayer en conferencia de prensa en las oficinas del Parque Metropolitano, periodistas y activistas que viven en Darién y forman parte de la organización Alianza por un Mejor Darién.
Si bien las denuncias no son nuevas, ahora se insiste en que ningún organismo del Estado se hace cargo y que todavía hay tiempo de salvar la mayor reserva de agua de Panamá, el Matusaragatí.
Para la bióloga Livia Herrera, quien recorrió la zona de la laguna, la situación es grave, porque las autoridades no se hacen responsables y se basan en un estudio de impacto ambiental que no tienen veracidad alguna para dar los permisos para sembrar arroz.
‘La laguna Matusagaratí con una superficie de 49 mil 249 hectáreas es un inmenso abanico híbrido y si no se toman medidas esta reserva de biodiversidad se secará’, explicó la especialista.
El periodista Alfons Bech, quien ha recorrido la zona y es testigo de lo que sucede en Darién desde hace ocho años, precisó que ‘el mayor peligro está en los supuestos empresarios colombiade capital dudoso que podría estar destinado al lavado de dinero del narcotráfico. Hace años que la ANAM permitió el reparto de tierras del humedal. Un humedal no prescribe, es un bien público siempre. Sin humedales, la humanidad y la vida en el planeta no existiría. El de la laguna Matusagaratí es el mayor de Panamá y uno de los mayores del mundo, ¿Cómo fue posible que se vendiera buena parte de su extensión?’, añadió.
Por su parte, Serafina Domínguez, de Alianza por un Mejor Darién, quien fue corregidora de Santa Fé, en Río Iglesias, recordó que a ella se le pidió que autorizara la venta de las tierras del humedal. ‘Me ofrecieron mucho dinero para firmar documentos en blanco, yo me negué, pero igual aparecieron supuestos titulares de tierras, personas que no son de Darién’, apuntó.
‘Le dimos seguimiento a las denuncias, pero el expediente se ha mantenido dormido y dando vueltas entre las corregidurias, fiscalía ambiental y el juzgado municipal’, aseguró Domínguez.
Y agregó: ‘las autoridades se cruzaron de brazos para verificar si hubo actos de corrupción en las titulaciones otorgadas, ya que la laguna está dentro de la reserva hidrológica del Filo del Tallo’.
Este humedal es crucial como desovadero de millones de crustáceos (camarones) y muchas otras especies marinas.
No obstante, con los drenajes realizados, la alteración del ecosistema, rellenos, constantes quemas, aplicación de fungicidas e insecticidas, se ha destruido el hábitat de muchas especies.