Huecos, baches o alcantarillas sin tapa ponen en riesgo a los conductores que transitan por las deterioradas carreteras de Panamá, bajo lupa con una nueva...
- 04/05/2014 02:00
Tal y como lo venían advirtiendo los conservacionistas, el hombre poco a poco ha convertido el fondo del mar en un vertedero de basura y en una trampa de muerte para las especies marinas. Por lo menos, eso fue lo que descubrieron científicos internacionales, tras un estudio realizado en las profundidades del mar y en el cual se halló todo tipo de desechos como: botellas, bolsas de plástico y redes de pesca. Incluso, se cree que el avión de Malaysia Airlines, desaparecido hace dos meses también fue a parar a las profundidades del Océano Índico.
La investigación, dirigida por la Universidad de las Azores, en Portugal, y publicada en la revista científica Plos One y medios internacionales, fue realizada en los océanos Mediterráneo, Ártico y Atlántico, desde la plataforma continental europea hasta la dorsal Mesoatlántica (cordillera submarina que divide el océano de norte a sur).
En este trabajo, los investigadores advierten del peligro que representa la basura para la vida marina. Explican que algunas especies confunden los desechos con alimentos, y al ingerirlos pueden morir por ahogamiento con los microplásticos o por desnutrición, ya que éstos causan obstrucción en sus estómagos. En tanto que los aparejos de pesca y las redes abandonadas también son una trampa de muerte para los corales y los peces.
Para Joan Company, investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias del Mar, la situación es ‘preocupante’, ya que en algunos puntos se ha extraído ‘más basura que biomasa’. ‘Hemos hallado desde lavabos (lavamanos) de cerámica enteros hasta la caja de la balsa salvavidas de un F-15 (un avión militar)’, lamentó Company, en una nota publicada por EFE.
Por su parte, Eva Ramírez, también del Instituto de Ciencias del Mar, indicó que otro dato interesante fue el ‘descubrimiento’ de ‘depósitos de escoria’ en el fondo marino. La sustancia es un residuo del carbón quemado por los barcos de vapor a partir del siglo XVIII.
‘Sabíamos que hay residuos de escoria en el mar, pero ahora hemos visto que hay una gran acumulación bajo las rutas modernas de navegación, lo que indica que los principales corredores marítimos no han cambiado en dos siglos’, expresó Ramírez.
La investigación explica cómo puede llegar la basura hasta los océanos, desde que el hombre la desecha en la tierra y cómo va a parar a las profundidades del mar. Indica que los cañones submarinos (valles de laderas inclinadas ubicados en el talud continental) son la principal conexión entre las aguas de la costa y el fondo del océano, por lo que pueden canalizar los desperdicios directamente a aguas profundas de 4 mil 500 metros. ‘Gran parte de la basura llega al océano a través de los ríos, y después de pasar por la plataforma continental, descienden por el talud continental y se acumula en las zonas donde la pendiente es menor’, señaló Company.
En este sentido, los investigadores advirtieron que ‘este es un problema’ que ‘exige emprender acciones para evitar que aumente’.