Los transportadores

Actualizado
  • 26/04/2014 02:00
Creado
  • 26/04/2014 02:00
Las abejas, mariposas y colibríes son tres de los más representativos agentes de polinización. 

Con las primeras lluvias también comienzan a mostrar sus pétalos las flores y a reverdecer los campos. Todo esto es parte del ciclo de la vida sobre la tierra en la que la interacción de algunas especies es fundamental, y es que la naturaleza y sus procesos reproductivos son como un gran y complejo engranaje que funciona con precisión militar.

Así ocurre con la polinización que, en términos estrictamente científicos, es el proceso de transferencia del polen desde los estambres hasta el estigma de las flores en las angiospermas, donde germina y fecunda los óvulos de la flor, haciendo posible la producción de semillas y frutos.

Este proceso es posible gracias a un disciplinado grupo de soldados de elite conocidos como agentes polinizadores que se encargan del transporte de la preciada carga a través de largas distancias y permite, mediante una eficiente labor de dispersión, que continúe el ciclo de vida de especies vegetales vitales para el mantenimiento de la cadena alimenticia.

Dentro de este selecto grupo de vectores de polinización están tres de los más representativos y conocidos por su carisma y eficiencia en su trabajo. Son las abejas, las mariposas y los colibríes, responsables de que buena parte del polen logre llegar a su destino. Es precisamente en su conservación (amenazada por la pérdida de su hábitat , pesticidas etc.) donde esta la clave de un equilibrio correcto del eco sistema.

Abejas: Viven en sociedades de tipo castrense y están perfectamente adaptadas para la labor ya que sus crías dependen del néctar para alimentarse y sus pelos con carga electrostática hacen que el polen se adhiera, transportándolo cada vez que cambia de flor. Por su enorme numero, su sistema organizado y su disciplina, las abejas son consideradas los polinizadores más eficientes.

Mariposas: Las mariposas o lepidópteros cuentan en su órgano bucal con un sistema parecido a una larga manguera enrollable que succiona el alimento que extraen de las flores y con casi 28 mil especies en el planeta, resultan indispensables en este proceso ya que transportan el polen que se adhiere a sus largas patas y lo depositan en las distintas flores que visitan, quizá no de manera tan eficiente como las abejas, pero con igual importancia.

Colibríes: campeones del vuelo invertido y bebedores de néctar por excelencia, los colibríes realizan un gran esfuerzo que no corresponde a su diminuto tamaño moviendo sus alas al menos 70 veces por segundo y volando constantemente para alimentarse de néctar hasta 8 veces por hora y consumiendo hasta tres veces su peso corporal. Esta constante y frenética actividad los lleva a ser grandes polinizadores ya que todo ese polen que se pega a su largo pico es insertado de manera precisa en todas las flores que son visitadas por esta máquina transportadora de polen.

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