Feromonas sexuales: atracción, deseo y seducción

Actualizado
  • 31/10/2019 00:00
Creado
  • 31/10/2019 00:00
Científicos admiten que estas sustancias son un vehículo que exalta el atractivo hacia el sexo opuesto. Aunque no existe un consenso definitivo, algunos coinciden en que ejercen un efecto sobre la percepción que se puedan tener sobre una persona

El papel funcional de las feromonas en la conducta sexual humana ha sido objeto de controversia en los últimos años. Pero, ¿qué son las feromonas? Los científicos las definen como sustancias químicas que liberan algunos seres y que producen una respuesta entre miembros de una misma especie. De los comportamientos que genera, del que más se habla es de tipo sexual.

Hasta hace poco se creía que las feromonas no tenían ningún efecto considerable en la sexualidad, pero algunas investigaciones (con mujeres y hombres) realizadas en instituciones como el Karolinska en Estocolmo, Suecia, la Universidad de San Francisco, La Universidad de Utah y el Centro Monell de Sentidos de Filadelfia, Estados Unidos y la Universidad de Bremen, Alemania coinciden en que las feromonas sí tienen un papel clave en la sexualidad humana y en la atracción.

Charles Wysocki, investigador de las feromonas del Centro Monell de Química Sensorial, en Filadelfia, afirmó que los seres humanos producen y reciben feromonas, posiblemente de secreciones de las glándulas endocrinas (en partes como las axilas, los pezones o los genitales) o a través del sudor en general o del olor de la piel. “Lo que sabemos es que hay mucha comunicación, quizá a través de cientos de compuestos a la vez (lo que se llama 'huella olfativa') y que, por tanto, pueden influir en la selección de pareja”, detalló.

Eliécer Pérez Rivera, psicólogo de parejas y de familia, expresó que la mayoría de las personas cree erradamente que en el deseo solamente influye lo que percibimos con la vista, ignorando que en el cuerpo existen otros factores sensoriales como el olor, la voz o el contacto con la piel del otro, puesto que juegan un papel importante en la seducción.

“Nuestro olfato no sólo nos permite percibir olores, también tiene un sentido sexual. Existen muchos casos en los que el individuo, con solo sentir el aroma del otro, queda hechizado”, argumentó Rivera.

El psicólogo coincidió en que la influencia hormonal y química sobre los comportamientos eróticos (aroma humano, sudor y la voz de la persona) son un vehículo para liberar feromonas. “Las glándulas de secreción externa, pueden comunicarse por medio de regiones específicas (pezones, axilas, región anal y órganos sexuales externos).

Añadió que feromonas como la Androstenol ejercen un efecto sobre las percepciones o impresiones que se pueda tener sobre una persona y también sobre la valoración acerca de ésta. De hecho, la feromona llamada Copulina, que está presente en las secreciones vaginales de las mujeres adultas, produce un efecto relajante en los hombres”, aseveró Rivera.

En otras palabras, las feromonas son sustancias que pueden entenderse como 'afrodisíacos' en el mundo animal. Favorecen la excitación sexual y aumentan la atracción sexual. Algo que resulta fundamental a la hora de aparearse, preservar la especie y seguir el ciclo de la vida. “La idea de que son una especie de afrodisíacos es clave para entender la importancia de su incidencia y efectividad en el coqueteo y la sexualidad humana”, concretó Rivera.

El perfume en la seducción

Muchos son escépticos en cuánto al magnetismo sexual de las feromonas, ¿Son efectivas las que están a la venta?

Las feromonas que se comercializan con el propósito de atraer a personas del sexo opuesto, son en su mayoría, feromonas vegetales o sintéticas, pero no por ello menos efectivas, aseguran expertos.

En este caso las universidades de Liverpool y de Harvard revelaron que oler bien (gracias a un desodorante, una colonia) provoca mayor seguridad en las personas, de tal manera que mejoran su imagen para atraer al otro.

Eso potencia las habilidades seductoras, como son la facilidad de palabra y el lenguaje no verbal y gestual.

Otra investigación realizada por la Smell and Taste Treatment and Research Foundation de Chicago, Estados Unidos, mostró que el aroma de la flor de regaliz aumenta el flujo sanguíneo en los órganos sexuales de las mujeres, por lo que eleva su excitación y deseo.

Alan R. Hirsch, director de neurología de la fundación, aseguró que las mujeres que estuvieron expuestas al aroma de una colonia masculina disminuyeron en 1% el flujo de sangre a los órganos sexuales; mientras que en aquellas que estuvieron expuestas al olor de regaliz el flujo aumentó en un 13%.

El regaliz, también llamado palodul es uno de los condimentos que se ha utilizado por mucho tiempo en la elaboración de dulces con sabor a anís.

Para los científicos, este aroma podría servir como un mecanismo similar a las feromonas, que son perceptibles a través del olfato.

Los expertos afirmaron que la clave para mejorar la eficacia del regaliz es colocar un poco de perfume con este aroma en las zonas erógenas y sacar partido de su poder.

“En la naturaleza hay muchos ejemplos de feromonas. Sin embargo, la atracción hacia el sexo opuesto que producen las feromonas, es sutil. Es algo que no contempla la acción de la razón. Una persona del sexo opuesto puede resultar especialmente agradable, sin que por ello vaya a realizarse un acto sexual”, aclaró el psicólogo Rivera.

Las feromonas fueron descubiertas hace más de medio siglo. Para algunos son parte de su acicalamiento, pues es posible adquirirlas en perfumes.

Pese a que los científicos afirman que el ser humano produce feromonas sexuales, el tema sigue siendo de discusión en la comunidad científica.

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