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OMS plantea reducir un 50% la anemia en las mujeres en edad fecunda
- 28/11/2023 00:00
- 28/11/2023 00:00

La anemia afecta la salud y el bienestar de las mujeres y aumenta el riesgo de resultados maternos y neonatales adversos. Perjudica en todo el mundo a unas 500 millones de mujeres en edad fecunda. En 2011, el 29% –496 millones– de las mujeres no embarazadas y el 38% –32,4 millones– de las mujeres embarazadas entre 15 y 49 años de edad padecían anemia.
En el 'Documento normativo sobre anemia' de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el organismo plantea como meta el reducir un 50% la anemia en las mujeres en edad fecunda para 2025. Aunque las causas de la anemia son diversas, se estima que la mitad de los casos se debe a una deficiencia de hierro en el organismo.
En algunos lugares se han logrado reducciones considerables en la prevalencia de anemia; sin embargo, en conjunto, los progresos han sido insuficientes. Inclusive, en todo el mundo, la prevalencia de la anemia cayó 12% entre 1995 y 2011, al pasar del 33% al 29% en mujeres no embarazadas y del 43% al 38% en embarazadas. Pero se requieren medidas adicionales para alcanzar este objetivo establecido por la Asamblea Mundial de la Salud.
De acuerdo con la OMS, la anemia es un trastorno en el que el número y tamaño de los eritrocitos –o la concentración de hemoglobina— caen por debajo de un determinado valor de corte disminuyendo así la capacidad de la sangre para el transporte de oxígeno en el organismo. La anemia es un indicador de mal estado de nutrición y de salud.
Entre otras causas importantes de la anemia en todo el mundo figuran las infecciones, otras deficiencias nutricionales, especialmente de folatos y de las vitaminas B12, A y C. Los trastornos genéticos, como la anemia falciforme o la talasemia, y la inflamación crónica.
Las adolescentes embarazadas son especialmente vulnerables a la anemia porque necesitan hierro por partida doble, para su propio crecimiento y para el crecimiento del feto. Estas madres tienen menos probabilidades de acceder a cuidados prenatales.
Esta enfermedad reduce el bienestar de los individuos, provoca cansancio y letargia, y afecta la capacidad física y al desempeño laboral. Las pérdidas medias de productividad física debidas a la deficiencia de hierro son elevadas. “Si no se reduce la anemia en todo el mundo, millones de mujeres seguirán sufriendo una merma de su salud y calidad de vida, generaciones enteras de niños se verán afectadas en su desarrollo y aprendizaje, y comunidades y naciones presentarán una menor productividad y desarrollo económicos”, alerta.
El éxito en la reducción de la prevalencia de anemia en las mujeres en edad fecunda mejorará el desempeño escolar de los niños y la productividad laboral de las mujeres, así como los resultados del embarazo para madres y neonatos, lo que supondrá beneficios intergeneracionales para la salud, bienestar y potencial económico de las personas y para el desarrollo de las comunidades, agrega el organismo internacional.
El control de la anemia en las mujeres en edad fecunda resulta esencial para prevenir el bajo peso al nacer y la mortalidad perinatal y materna, así como la prevalencia de enfermedades en etapas posteriores de la vida.
Los responsables de la elaboración de políticas públicas deben realizar ahora las inversiones necesarias en el ámbito de la anemia como medio para promover el desarrollo del capital humano y el crecimiento económico de sus naciones, así como su salud, riqueza y bienestar a largo plazo, añade la OMS.
Este organismo realizó una serie de recomendaciones que se pueden implementar para contrarrestar este flagelo. Una de ellas es la administración intermitente de suplementos de hierro y ácido fólico en mujeres menstruantes que viven en entornos con una prevalencia de anemia del 20% o más.
“Se recomienda la administración diaria de suplementos orales de hierro y ácido fólico como parte de los cuidados prenatales a fin de reducir el riesgo de bajo peso al nacer, anemia materna y deficiencia de hierro. Además de incluir hierro y ácido fólico, los suplementos pueden contener otras vitaminas y minerales, según la formulación del preparado de micronutrientes múltiples de las Naciones Unidas, a fin de contrarrestar otras posibles deficiencias maternas de micronutrientes”, puntualiza.
En zonas donde la prevalencia de anemia entre las mujeres embarazadas sea inferior al 20%, se recomienda, añade la OMS, la administración intermitente de suplementos de hierro y ácido fólico en las embarazadas no anémicas a fin de prevenir la anemia y mejorar los resultados del embarazo.
“Se deberá proteger, promover y respaldar la lactancia exclusiva hasta los 6 meses de edad. Esto beneficia tanto a la madre como al lactante, [ya que], la leche materna es una importante fuente de hierro de fácil absorción”, agrega.
Establecer colaboraciones entre actores estatales y no estatales para lograr compromisos económicos y un entorno propicio para la aplicación de políticas integrales sobre medidas específicamente nutricionales y sensibles a la nutrición que faciliten la prevención y el control de la anemia en las mujeres en edad fecunda, destaca la OMS.
“Asegurarse de que las políticas y programas de desarrollo no pertenecientes al campo de la salud, incluyan la nutrición y otras causas importantes de la anemia relevantes en el contexto nacional, específicamente en el terreno de la agroganadería y la educación”.
Según la OMS, en distintos países se han registrado mejoras en la prevalencia de la anemia en las mujeres en edad fecunda: es el caso de Burundi (del 64,4% al 28% en 20 años), China (50,0% a 19,9% en 19 años), Nepal (65% a 34% en 8 años), Nicaragua (36,3% a 16,0% en 10 años), Sri Lanka (59,8% a 31,9% en 13 años) o Vietnam (40,0% a 24,3% en 14 años).
Un caso que se pondera es el de Venezuela, al indicar que las autoridades sanitarias de este país iniciaron un programa para enriquecer las harinas de maíz precocido y trigo con hierro y vitaminas. “El éxito se logró seleccionando un compuesto de hierro eficaz y bien absorbido, utilizando para su administración alimentos de consumo diario, y manteniendo un control de calidad sobre el proceso. La harina de maíz precocida se enriqueció hasta los 50 mg/kg, y la harina blanca de trigo hasta los 20 mg/kg. La prevalencia de anemia en los niños de 7, 11 y 15 años descendió un 50% a los 12 meses de la introducción del programa, y a los 6 años las concentraciones medias de ferritina casi se habían duplicado”, pondera la OMS.