Riesgos de la adicción al sol

PANAMÁ. Aunque el término ‘tanorexia’ no está aún estandarizado en la comunidad médica, el síndrome existe y contiene unos síntomas que ...

PANAMÁ. Aunque el término ‘tanorexia’ no está aún estandarizado en la comunidad médica, el síndrome existe y contiene unos síntomas que muestran una clara disfunción. Así lo afirma Aurora Guerra, dermatóloga miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

‘Este término, aunque existe en las revistas científicas y se usa en medicina, lo cierto es que no se encuentra en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM)’, dijo.

Pero el síndrome existe y, según la experta, se trata de un trastorno mental impulsivo-compulsivo que consiste en la necesidad de tomar sol de manera constante, pues de otro modo, la persona tiene ansiedad. ‘Es un trastorno comparable al de morderse las uñas, por ejemplo’, comentó a Efe, la doctora.

SÍNTOMAS

Los médicos alertan sobre el riesgo de este síndrome.

Si la persona se encuentra lejos del sol, presentará ansiedad y enojo al notar que se pierde el tono oscuro de la piel. Existen, además, síntomas físicos y psíquicos.

La dermatóloga explica que ‘los físicos se producen como consecuencia del exceso de rayos ultravioletas, como fotoenvejecimiento (arrugas y manchas), sequedad e, incluso, tumores... siempre dependiendo del grado de sobreexposición y del fototipo de cada persona. Los síntomas psíquicos son una necesidad compulsiva de recibir rayos ultravioleta, y si no se reciben, la persona siente ansiedad y un malestar que, a veces, puede desencadenar en reacciones inadecuadas o irritabilidad’.

La dermatóloga panameña Matha Martinez reforzó que la ‘tanorexia’, generalmente afecta a mujeres entre 20 a 40 años. ‘ Muchas de estas mujeres suelen combinar la playa con cámaras de bronceado o solarium. Las consecuencias más graves son el envejecimiento prematuro de la piel, las quemaduras y sobre todo el cáncer de piel que está aumentando considerablemente’, detalló la especialista.

El estudio dermatológico ‘Light Tanning as a Type of Substance-Related Disorder’ publicado en 2005 ya alertaba sobre este síndrome. En la investigación se demostró que los ‘tanoréxicos’ perdían la capacidad de autocontrol y no podían parar de tomar el sol. Este comportamiento compulsivo se puede comparar a otras adicciones como el alcoholismo o el tabaquismo, indicó el informe. Otros estudios bioquímicos demostraron, por su parte, que las personas que dejaban de tomar el sol presentaban un síndrome de abstinencia.

QUIENES LO PADECEN...

El perfil de las personas adictas al sol suele coincidir en que son personas que le otorgan especial importancia a lo estético y a su aspecto exterior.

‘Probablemente —explica el doctor Torruco— sean personas que han crecido en un ambiente donde el ‘estar bronceado’ tiene un valor y otorga cierto estatus, individuos que valoran más lo ‘aparente’, lo que se ve a simple vista o la apariencia física y no tanto otras cualidades como el intelecto, la experiencia, los conocimientos, etc’.

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