Cuerpos sin alma

Actualizado
  • 15/10/2011 02:00
Creado
  • 15/10/2011 02:00
PSICÓLOGA EN LÍNEA. H ay hombres y mujeres que viven constantemente enfocados en los placeres sexuales desmedidos. Son personas que lle...

PSICÓLOGA EN LÍNEA

H ay hombres y mujeres que viven constantemente enfocados en los placeres sexuales desmedidos. Son personas que llegan a la promiscuidad, a las pasiones desenfrenadas, vicios, hábitos y costumbres y adicciones por el sexo. Para ellos no hay un control de su cuerpo. Se justifican hasta el punto de considerar que no pueden vivir sin sexo. Le dan gusto a sus instintos subjetivos: gustan de excitar a su pareja de noche y de día, sin importarles el lugar donde se consuma el hecho sexual. Le es difícil controlarse. Situación que a la larga puede causar serios trastornos psíquicos cuando ese impulso biológico trata de frenarse. Hay una gran insatisfacción en relación al sexo, tanto así, que al llegar al clímax no le es suficiente.

Cuando no tienen una pareja estable salen en su búsqueda sin importarles condiciones higiénicas algunas. Caen en estados de delirio algunas veces porque tienen una suprema urgencia por tener sexo al precio que sea y con quien sea. En ese estado de urgencia extrema, no piensan, solo actúan por instinto como lo haría cualquier animal sin raciocinio. Las causas obedecen a un desajuste hormonal y a un desorden de tipo mental que desconocen o tratan de ocultar por vergüenza o ignorancia que los lleva a otras formas de satisfacción: exceso de masturbación, pornografía, líneas telefónicas calientes, chats eróticos por internet, visitas constantes a prostíbulos y servicios de masajes eróticos a domicilio.

La hipersexualidad femenina recibe el nombre de ninfomanía que es un desorden psíquico en la mujer y su origen neuronal está localizado en el cerebro y no en la vagina o útero. Por eso es más difícil su control de la libido. Esto es un fenómeno de tipo social y considerado como un problema patológico grave. Tanto para el hombre como para la mujer, en este contexto, no se intuye el peligro, dejando vacío el tanque de reservas de su amor propio, su dignidad y su autoestima. Solo están para satisfacer sus instintos pasionales sin cálculo mental y emocional alguno. Hay un abuso de confianza de su cuerpo y de falta de prudencia sexual.

No es posible estar regalando el cuerpo, el alma, el sentimiento y la razón por un momento de satisfacción desmedida. Aprende a conocerte, a valorarte y a quererte un poco más. Y, si no lo logras, entonces te invito a que busques ayuda de inmediato.

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