Teatristas, a prueba

Actualizado
  • 20/03/2013 01:00
Creado
  • 20/03/2013 01:00
PANAMÁ. El color negro predominó en la XVI versión de los Premios Escena, no obstante, en esta ocasión hubo un motivo. Varios se uniform...

PANAMÁ. El color negro predominó en la XVI versión de los Premios Escena, no obstante, en esta ocasión hubo un motivo. Varios se uniformaron de negro porque tenían un número al final de la premiación, donde debían aparecer de negro. Es así que Ingrid De Ycaza llegó glamorosa con un minivestido negro brillante, estilo trapecio, con una gran flor negra sobre su cabello.

Uf hubo mucho negro, en general mejor llevado por las más adultas, lo contrario a las más jóvenes. Para dar ejemplos, una chica se puso pantalón de lentejuelas con botas altas.

Una mujer hermosa que ¡al fin se vistió para ganar! fue María Eugenia Herrera, la directora del Instituto Nacional de Cultura. Usó un traje largo color negro con escote one shoulder (un solo hombro) y cabello recogido, casi siempre lo usa de este modo pero esta vez le vino bien porque tenía que mostrar sus excelentes extremidades. Incluso se le podía para al lado Analía Núñez con todo su porte de top model, de negro y cartera sobre verde a juego con sus uñas, y la directora se vería igual de genial. Por favor, que siga así.

En esa generalidad de que las más adultas (y quizás por la constante práctica) utilizaron mejor el negro, no entra la ganadora del premio a Mejor actriz, Stella Lauri; una pena, porque es una ocasión en que se debe compaginar cerebro, talento y apariencia. El traje con escote palabra de honor que usó no le hizo verse más delgada, al contrario le exhibió sus áreas más prominentes. Una mujer encantadora en una mala elección.

FALLA EN LA CARPINTERÍA

La actriz Yescenia Navarro vistió un traje de encajes y logró un aire retro muy favorecedor. No obstante, otras tuvieron sus notables descuidos.

Traje coctel color negro, escote en V y cuello halter, para evitar que se salga el pecho un notorio alfiler de cabeza, deslucida completamente. Vane..a no hayó un bonito imperdible.

La anfitriona de la noche hizo una minipasarela de tres vestidos, en verde acqua (segunda salida) se vio fabulosa, pero en la primera salida viajó en el tiempo y se autocoronó en el reino de Medaglia. Traje largo estilo princesa en azul, una pollera amplia, tiara, aretes largos y un collar prominente. ‘Basta’, como dijo Edwin Cedeño en un video presentado en la gala sobre cómo se llamaría un documental sobre tu vida.

Y la tercera no fue la vencida, Reina Medaglia usó un vestido negro con transparencia en la espalda y se puso sujetador. Estos vestidos no se llevan con la ropa interior, o es uno o lo otro.

La espalda es un factor descuidado. Una chica esbelta con un traje largo rojo se pavoneaba con sus amigas en la recepción sin advertir que su strapless color piel estaba por encima del vestido. ¡Qué malas amigas!

DOSIS DE ATREVIMIENTO

El atuendo impredecible y acertado en la gala llegó por parte de jovencitas, como Alejandra Araúz, quien vistió un traje vintage heredado de la mamá de una amiga, inclusive se colocó un tatuaje temporal para complementar su atuendo.

También teatristas como Jeidis Soto y Anina Horta se arriesgaron —bravo por eso—, pero la misión no llegó a buen fin.

Soto explicó que decidió vestirse de tuxedo porque formaba parte de la organización y que para trabajar quería estar cómoda (es decir, en ‘pantalón’). Pero el traje no le entallaba y la flor y pestañas amarillas no le impregnaron feminidad al vestuario, sino mofa.

Anina Horta hizo que la aguja de alta costura de Laura Choy le remozara un traje, pero le faltó más rucha a ese traje coctel.

Algo que da gusto ver (no sé qué opina usted) es ver a una niña vestida de niña; aunque así vistió la mayoría de las menores de edad, hubo una que andaba en vestido peplum y tacones de mínimo 10 cm de alto.

Al final, la mejor vestida de la noche fue Beby Torrijos con esa linda sonrisa.

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