¿Cómo influye en la vida cotidiana?

Actualizado
  • 19/07/2013 02:00
Creado
  • 19/07/2013 02:00
‘Es elevadísimo el porcentaje de personas que hacen uso de chats eróticos, en proporción similar en ambos sexos y/o pornografía en la re...

‘Es elevadísimo el porcentaje de personas que hacen uso de chats eróticos, en proporción similar en ambos sexos y/o pornografía en la red, con un amplio predominio masculino, ya que el varón se estimula más a través de la vista’, afirma Joan Mir Pizá.

Hablamos en este caso de un consumo controlado y reducido del cibersexo, que se practica en ocasiones por curiosidad y en otras para incrementar el motor de deseo en las parejas. Pero la adicción es muy diferente, va más allá, es un problema de salud. La adicción al cibersexo afecta principalmente a clases socio-económicas medio-altas y como asegura el experto en sexología, ‘se instala más fácilmente en un cerebro adictivo y en una personalidad buscadora de sensaciones potentes. Es la adicción más negada por su rechazo social’.

El problema Su consumo esporádico y controlado, tal y como afirma el doctor Mir Pizá, ‘es a veces incluso una propuesta de Terapia Sexual que los terapeutas sugerimos en parejas con bajo deseo sexual, siempre que los dos miembros de la pareja muestren su acuerdo’. Por tanto, su uso controlado, voluntario y aceptado puede incluso enriquecer la relación y ayudar en la pareja.

¿Cuál es entonces el problema? Su uso compulsivo, descontrolado, su dependencia e interferencia grave en la vida cotidiana que lleva a esa ciberadicción sexual. Como exponía el médico sexólogo en su ponencia durante las Jornadas Nacionales de Salud Sexual SEMERGEN en Valencia, y en palabras del psiquiatra Josep María Farré, del Instituto Dexeus de Barcelona, ‘muchos pueden pensar que la adicción al sexo es una suerte más que un problema de salud. Sin embargo, son personas que ven peligrar su estabilidad emocional, sus relaciones familiares y sociales o el trabajo por causa de un impulso imposible de frenar’.

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