Pintura, un arte sin ataduras

Actualizado
  • 26/11/2013 01:00
Creado
  • 26/11/2013 01:00
PANAMÁ. Fernanda Cirici es una pintora con capacidades diferentes a las de muchas personas, una condición que no la limita para expresar...

PANAMÁ. Fernanda Cirici es una pintora con capacidades diferentes a las de muchas personas, una condición que no la limita para expresarse a través de lo que ama: la pintura, donde plasma lo que está en su mente, así comenta Consuelo Pillot, una artista mexicana que vio cómo se formó la galería que lleva el nombre de la joven pintora.

‘Fer’, como muchos la conocen, nació un 6 de junio en Guatemala. Desde muy pequeña se inclinó por plasmar los colores con singular fuerza y creatividad, obras donde da a conocer a fondo su plena conciencia de forma de luz, así lo consideran en la galería inaugurada el 25 de septiembre de 2013.

‘Fernanda, es como dijera su mamá, es un verdadero milagro, porque es una joven que tiene capacidades diferentes. Algunos problemitas de comunicación y motrices, sin embargo, pintando se desarrolla a las mil maravillas. Su estilo es muy propio, es un abstracto expresionista. Ella refleja en todas sus pinturas sus sentimientos, emociones… todo lo que va sintiendo. ‘Fer’ es un ejemplo para dar a conocer que sí se puede, de que aunque tenga algún problemita, por decirlo de alguna manera, con amor de la familia, con perseverancia y disciplina, se puedo lograr lo que está haciendo’, así la describe Pillot, quien además es directora de la galería.

El buen trabajo y la consistencia de ‘Fer’ la han llevado a que en los tres años que tiene su carrera como artista, haya presentado obras en Guatemala. Incluso, hay una obra de ella en la embajada de su país natal, en Washington, y que además haya participado en subastas.

‘Fer’ ha pintado a lo largo de estos tres años alrededor de 80 cuadros. En estos momentos se desarrolla en la galería una exposición colectiva donde presenta unas 16 obras. Es muy productiva, no pinta todos los días, pero sí tiene mucha disciplina.

CENTRO CULTURAL

Por otra parte, la galería Fernanda Cirici funciona como un pequeño centro cultural, porque se imparten clases para niños, jóvenes con capacidades diferentes y adultos, considerando que no hay muchos sitios en Panamá donde se den clases de arte para este tipo de personas, estima la artista mexicana, quien creó el concepto de los talleres para niños. Ella es pedagoga y estudió artes plásticas. ‘Además de desarrollar mis propias obras, creo que es deber de enseñarle a los demás parte de lo que uno ha aprendido’.

Las clases iniciaron una vez inaugurada la galería, como parte de un concepto integral para la familia. Los alumnos, al cabo de seis meses, también exponen, y de una manera formal.

En el pequeño centro, estudiantes como Elías Garzón, de 7 años, a quien encontramos realizando una escultura de la reina egipcia Nefertiti, no van solo a trabajar con sus manos. También reciben clases como historia del arte (prehistoria, Egipto, clásicos de Grecia y Roma, hasta llegar a las vanguardias). En una forma dinámica amena pintan en materiales profesionales (cambas, acrílicos, materiales orgánicos. Una de las pinturas de Elías contenía oro).

Para Elías es una satisfacción recibir las clases. Entre timidez indicó que uno de sus sueños es ser artista. Los que están a su alrededor (familia) ven sus pinturas y preguntan ‘¿porqué le hiciste los bolsillos en óvalos, cuadrados o triangulares?’, cuenta el pequeño, que da sus primeros pasos como artista.

‘La idea de este centro es también que personas como ‘Fer’ logren autoestima, y que se inserten a la sociedad de una manera productiva, pues, así como Fernanda Cirici es un logro, un milagro, como diríamos, queremos hacer saber que todos los jóvenes pueden. Aquí caben todos los artistas’, concluye Pillot.

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