Una plataforma para estudiar recursos pesqueros, aguas dulces y componentes terrestres

Actualizado
  • 30/09/2022 00:00
Creado
  • 30/09/2022 00:00
Los investigadores del Ccimbio, en Veraguas, trabajan en temas como las agregaciones reproductivas de peces, corales, insectos acuáticos y la interacción con comunidades
Con los fondos de la Senacyt, el Ccimbio adquirió una embarcación y equipos de laboratorio para análisis químico, de agua dulce y plancton, y para buceo.

El Centro Regional Universitario de Veraguas de la Universidad de Panamá (Cruv-UP) desarrolla investigaciones científicas desde hace más de tres décadas en el golfo de Chiriquí, en el Parque Nacional Coiba y en el golfo de Montijo.

Aunque el Cruv recibe, por ley, un porcentaje de los ingresos que obtiene el Parque Nacional Coiba (PNC), por el pago de peajes o derechos de visitas, requería una mayor suma para incrementar su productividad.

Esto motivó al profesor e investigador Ángel Vega a aplicar en las convocatorias de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) con el proyecto “Creación y equipamiento del Centro de capacitación, investigación y monitoreo de la biodiversidad en el Parque Nacional Coiba (Ccimbio)”. El proyecto fue beneficiado con un monto aproximado de medio millón de dólares.

“Adquirimos equipo de primera línea, incluyendo una embarcación, equipo de buceo, de análisis químico y para analizar agua dulce y plancton. Hemos creado las capacidades con equipos y tecnología que nos permiten desarrollar de mejor manera las investigaciones asociadas a los recursos pesqueros, agua dulce y componentes terrestres”, comenta el Prof. Vega, coordinador del Ccimbio.

Las investigaciones científicas contribuyen a los diagnósticos y la formulación de políticas públicas.

Se ha consolidado un grupo de 11 investigadores de la Escuela de Biología, de Química, Geografía y personal externo a la universidad, constituyendo una completa plataforma de investigación enfocada a la biodiversidad del PNC, de la Zona Especial de Protección Marina de Banco Hannibal y Montuosa, golfo de Montijo, y el área de influencia en las costas de las provincias de Veraguas y Chiriquí.

Pesquerías

Las investigaciones que realizan en el Ccimbio involucran diagnósticos de la situación de la actividad pesquera de los recursos vinculados al PNC debido a que, además de ser un área protegida, se permiten actividades económicas, entre ellas, la pesca artesanal.

“Hemos levantado información sobre cómo ocurre la actividad pesquera y el impacto que tiene en los recursos, porque es importante establecer políticas de manejo asociadas a la pesca”, añade el Prof. Vega.

La ciencia contribuye al conocimiento y a la conservación de la biodiversidad marino-costera.

Uno de sus estudios contempló la evaluación biológico-pesquera del recurso cherna en el PNC y su zona de influencia. También ha estudiado la biología pesquera, evaluación y manejo de las poblaciones de pargo seda y pargo mancha.

“El pargo, cherna y dorado son unos de los principales recursos que se extraen en el PNC y también se exportan, produciendo divisas al país”.

Se describieron las agregaciones reproductivas de pargo seda (Lutjanus peru) y pargo mancha (L. guttatus), en el PNC desde 2012. Es importante estudiar estos fenómenos para conocer cuándo y dónde se congregan los peces para reproducirse, y así garantizar un manejo adecuado y que se pueda sostener la actividad pesquera.

“Las agregaciones de peces están muy bien documentadas para el Caribe y el Indo-Pacífico, pero hay muy pocos registros de estos eventos para el Pacífico americano. En Panamá, se dan para el PNC los primeros reportes de agregaciones reproductivas de pargos, convirtiéndose en el primer reporte para el Pacífico oriental de las especies de pargos que tenemos”, menciona el Prof. Vega.

“Cuando participamos en la elaboración del plan de manejo del PNC, en discusiones con los pescadores, se acordó establecer una veda en el parque de enero a abril. Pocos escenarios tenemos como este en el que usted establece una veda primero y después se descubre que, precisamente, en esos meses se dan eventos reproductivos como las agregaciones que quedan inmersas en la veda. A la fecha hemos dado seguimiento, sobre todo, a los pargos”.

La profesora Yolani Robles ha retomado los monitoreos en los años 2020, 2021 y 2022, y se han sumado otras especies que desarrollan agregaciones reproductivas en el PNC, algunas de las cuales son de interés pesquero.

Uno de los objetivos del proyecto de cherna era hacer las primeras investigaciones asociadas con este recurso en el golfo de Chiriquí y en el PNC y medir el impacto de la actividad pesquera sobre especies emblemáticas como tiburones y tortugas.

“En ese momento los pescadores artesanales querían introducir un nuevo arte de pesca que era el palangre de fondo. Al hacer el diagnóstico describimos que el palangre tenía un impacto importante sobre tiburones y tortugas, y la recomendación fue que no se permitiera su uso en el parque, lo cual se ha mantenido hasta hoy”, expresa el Prof. Vega.

Otros estudios

Conocer la composición y abundancia del ictioplancton como un indicador de agregaciones reproductivas es clave para el manejo y conservación de las especies de alto valor comercial y facilita la identificación de áreas críticas donde ocurren procesos de desove y de reclutamiento. El estudiante tesista Erasmo Sánchez estudió la composición del ictioplancton en sitios de agregaciones reproductivas en el PNC.

El efecto del turismo en el PNC también se está estudiando. En el noreste del parque, el Dr. Vega encontró que algunos sitios de buceo coinciden con los lugares donde se han reportado agregaciones reproductivas de peces. Se están evaluando las características de cada sitio y se busca generar indicadores que permitan establecer la capacidad de carga y el límite de cambio aceptable como herramienta para el manejo.

El Mgtr. Viterbo Rodríguez estudia los insectos acuáticos como indicadores de calidad biológica del agua en ríos costeros. Con ese fin, entre 1999 y 2021 se muestrearon unos 32 ríos de la vertiente del Pacífico de Veraguas. Este trabajo permitirá entender mejor el funcionamiento de los ecosistemas acuáticos, los cuales inciden sobre la calidad de las aguas marino-costeras.

El cangrejo azul (Cardisoma crassum) es una de las especies semiterrestres que más se consume en el país, pero no se conoce mucho de su ecología. El Dr. Roberto Lombardo estudia esta especie en el golfo de Montijo y ha encontrado que estos cangrejos hacen un uso filopátrico de madrigueras y que hay una segregación por tallas y estadio de historia de vida. Los resultados tienen implicaciones para la gestión y conservación de los manglares.

En 2015 se inició un programa de monitoreo en la bahía de Pixvae, uno de los principales poblados en el área de influencia del PNC. Los hallazgos incluyen ambientes coralinos con una diversa fauna y que brinda al sector la oportunidad para desarrollar actividades sustentables independientes a la pesca, como el buceo recreativo y científico. El investigador principal es el Mgtr. Luis Montes.

Por su parte, el Dr. Jaime Rivera investiga la aplicación de técnicas geomáticas en los estudios ambientales en los golfos de Chiriquí y Montijo, para conocer sobre la evolución, estructura, morfología y dinámica del paisaje físico-natural.

En el Ccimbio convergen estudiantes de biología, química, geografía y otras carreras para realizar tesis de grado y aprender técnicas de investigación. Este centro desarrolla varias líneas de investigación e impulsa que los resultados se presenten a través de artículos, congresos, cafés científicos y de charlas y conversatorios directamente a las comunidades de pescadores y a las autoridades competentes. Varios de estos estudios se presentaron en el reciente Congreso Latinoamericano de Ciencias del Mar (Colacmar), en la ciudad de Panamá.

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