Los viejos son lo nuevo

Existe el cine para adolescentes, para niños, para adultos, y desde hace algunos años también el cine para la tercera edad, un nicho en el que la industria nunca se había interesado demasiado.

Al menos hasta que Jack Nicholson demostró que las comedias para público geriátrico pueden ser redituables. Primero con Alguien tiene que ceder (2003), junto a Diane Keaton; y después con Antes de partir (2007), en la que interpretan, con Morgan Freeman, a dos viejos que tienen una enfermedad terminal y deciden hacer una lista de lo que les queda por hacer antes de morir.

Desde entonces, el número de películas sobre gente mayor que se enfrenta con dignidad a su senectud fue creciendo. Desde Amor (2012), la nominada al Oscar de Michael Haneke, a Último viaje a Las Vegas (2013), con Robert De Niro, Michael Douglas, Morgan Freeman y Kevin Kline, pasando por Elsa y Fred (2014), una película argentina con remake estadounidense dirigida por Michael Radford.

La segunda parte de El Exótico Hotel Marigold , que llega esta semana a los cines de Panamá, confirma no sólo que pueden funcionar las secuelas geriátricas, sino también que los viejos son lo nuevo del cine.