'Campamento extraordinario', una historia de resiliencia y revolución

A menos de un mes de terminar el año 2020, las propuestas de Netflix se siguen posicionando atractivas para el público amante de las buenas historias y la cinematografía estelar, con narrativas reales –con un toque de drama para el entretenimiento– y buscando capturar la esencia transformadora que se esconde tras el lente del director.

En Campamento extraordinario (Crip Camp, en su título original), dirigida por James Lebrecht y Nicole Newnham –quienes contaron con el apoyo del expresidente de Estados Unidos Barack Obama y la exprimera dama, Michelle Obama–, se cuentan las experiencias de los campistas del Campamento Jened (fundado en 1951 y clausurado en 1977) a las afueras de Catskills, Manhattan (Nueva York), el cual fungió como epicentro de la creación de un sentido de pertenencia y creatividad para sus asistentes: personas con discapacidad.

Sus directores, excampistas, capturan los testimonios de aquellos –en ese entonces jóvenes– que dieron los primeros pasos y desencadenaron un fuego irreversible en la revolución por los derechos de las personas con discapacidad en Estados Unidos durante la época de 1970.

En medio de la era del “amor y paz”, Woodstock y el peinado afro, James 'Jimmy' Lebrecht grabó su estadía en el Campamento Jened a sus 15 años, mostrando un aspecto real de lo que vivían los campistas en un entorno donde, según el director del campamento en 1971, Larry Allison, “los adolescentes podían ser ellos mismos sin pensar en las etiquetas y prejuicios de las personas sin discapacidades”.

A través de videos en blanco y negro provistos por un colectivo llamado People's Video Theatre, recorremos la realidad que abrazaba a los jóvenes con diversas discapacidades desde motrices hasta auditivas o visuales, dentro de la sociedad estadounidense de 1977, cuando las protestas pacíficas contra la indiferencia de las leyes en contra de la discriminación hacia personas con discapacidad llevaron a gran parte de la población a rebelarse contra el gobierno.

Cuando varios alumnos de Jened se convirtieron en activistas visibles a nivel nacional y se reubicaron alrededor de la nación, la protesta contra la indiferencia gubernamental se convirtió en una de las más largas y firmes que se habían dado hasta el momento.

La cinta nos muestra cómo Judy Heumann, ahora asesora política y activista de derechos humanos, había presentado una demanda por discriminación en Nueva York después de que se le negara una licencia para enseñar y se convirtió en líder en San Francisco en la protesta '504 Sit-In' de 1977, cuando los activistas exigieron regulaciones federales que garanticen los derechos civiles de los discapacitados.

Quizá sea difícil para algunos de las nuevas generaciones, imaginar un mundo sin rampas en los centros comerciales, sin espacios de estacionamiento especiales para personas con discapacidad o botones de elevadores con traducción en Braille (aquellos puntitos que vemos debajo de los números), pero para Lebrecht y Heumann, aquel era el mundo en el que se desenvolvieron y aprendieron tanto de las derrotas como de las amistades fortalecidas a través de la adversidad.

La evidencia que arroja Campamento extraordinario es la desgarradora falta de documentación acerca de los momentos en la historia que han marcado el progreso de la comunidad de personas con discapacidad en el mundo.

Muchos líderes mueren jóvenes o no son capaces de llevar grandes movimientos sociales, por lo que la presencia de material audiovisual original dentro de la cinta hace que su mensaje sea aún más poderoso de lo que se imagina.

A través del lente educativo y honesto de Lebrecht y Newnham, también se lleva la conversación acerca de los prejuicios contra la realidad sexual de las personas con discapacidad que son “vistas como objetos asexuales en vez de personas comunes con necesidades sexuales iguales a las de los demás”, según explica un personaje dentro del documental. “Sentíamos que siempre nos hacían a un lado, a pesar de que éramos normales”, fue la declaración de otro testigo.

Con los medios de comunicación ignorando el evento de protesta, los manifestantes se apoyaban entre sí para llevar sus propuestas al oído gubernamental. “El mundo nos quiere muertos, lo sabemos, y es una realidad con la que vivimos todos los días”, expresó una activista.

Podríamos decir que hay un final feliz en esta historia, pero lo que deja realmente es un sentimiento de acción, de reflexión acerca de todo lo que ha ocurrido en la historia para llegar a un pequeño punto de encuentro con las personas con discapacidad en la actualidad y que aún queda mucho por cumplir.

En última instancia, Campamento extraordinario tiene un mensaje universal: las inspiraciones que comienzan en la juventud pueden conducir a resultados radicales que cambian el mundo. Así, este documental presenta algo diferente, diverso y entretenido que abre los ojos y la mente del espectador, en busca de un cese a la injusticia y a la discriminación, con ingenio y humanidad, haciendo que la “vergonzosa barrera de la exclusión sea por fin derribada”.

“El nuevo documental de Netflix, Crip Camp llega como una muestra de lo que necesitamos recordar del pasado para mejorar nuestro presente, aún más en temas que no se han logrado resolver del todo, como los derechos de las personas con discapacidad. Con ingenio, los cineastas responsables de la cinta logran capturar el sentimiento de lucha y perseverancia que se manifiesta aun en el presente, más de 30 años después de los hechos ocurridos”.