Desde el fondo del mar regresa 'La sirenita' a la pantalla grande

Actualizado
  • 25/05/2023 00:00
Creado
  • 25/05/2023 00:00
La sirena Ariel cuenta su clásica historia de amor, sacrificio y aventura en una cinta 'remake', con Halle Bailey a la cabeza y una narrativa que busca dar una realidad alternativa a sus personajes
Halle Bailey encarna a una Ariel más sobria, pero con ingenuidad y curiosidad, además de su canto de sirena

“Pero una sirena no tiene lágrimas y por eso sufre mucho más”, narraba el autor danés Hans Christian Andersen en su cuento original, La sirenita (1837), que luego en 1989 cautivaba a millones de niños y adultos alrededor del mundo tras estrenarse la cinta animada de Disney del mismo nombre. Esta cita de Andersen es llevada mucho más allá en el regreso de la pequeña sirena, Ariel, a las pantallas grandes en el remake live-action de su predecesora, con Halle Bailey en la cabeza como la princesa sirena, hija del rey Trión de los siete mares.

Hace más de 34 años conocimos a Ariel como una joven sirena enamorada de las sorpresas de la superficie y todos los artilugios que los humanos creaban y perdían en las profundidades del mar. Su largo cabello rojizo y sus grandes ojos azules fueron la compañía de muchas niñas y niños en el mundo, así como su inigualable voz de canto de sirena –dada por Jodie Benson en su versión original e Isela Sotelo en la versión latinoamericana–. Su historia gira en torno a la búsqueda de una nueva aventura en el mundo de los humanos, por lo que Ariel es atraída por la bruja del mar, Úrsula, quien le da la opción de convertirse en humana por tres días para ganar el amor del príncipe Eric y así poder vivir junto a los humanos para siempre; sin embargo, si Ariel falla, su castigo será regresar al mar y pertenecer a Úrsula por siempre.

Sebastián es el mejor regalo que nos da este 'remake' de la mano de Daveed Diggs.

Hay diversos debates sobre la posición de Ariel en su propia historia: ¿Es una mujer cegada por el amor o por su pasión por el descubrimiento? ¿Es una niña rebelde o una joven solamente ingenua y llena de curiosidad? En el nuevo remake de la Casa del Ratón –el número 22 en la lista desde 1994–, la historia de Ariel toma giros distintos, pero sigue el patrón de su narrativa de dar a la joven sirena piernas para descubrir el mundo de la superficie, sin embargo, su voz se queda en el mar, lo que la obliga a darse a conocer y formar conexiones enteramente basadas en su personalidad y lenguaje no verbal.

La versión original, dirigida por Ron Clements y John Musker, se convirtió en un fenómeno global y un clásico instantáneo dentro de la era del renacimiento de Disney, siendo desde entonces uno de los símbolos más icónicos de la productora, dada su narrativa de fantasía, música cautivante (de Alan Menken y Howard Ashman) y efectos innovadores para la época en animación 2D.

Las interpretaciones de 'Bésala' y 'Bajo el mar' se sitúan como las mejores de la cinta.

Ahora, el director Rob Marshall ('Chicago', 'Memorias de una Geisha') tomó en sus manos la titánica labor de llevar a un magno clásico de Disney a la gran pantalla en imagen real y con distintos enfoques a su historia, empezando por el cambio en la etnia de Ariel, quien en su versión cinematográfica original es caucásica, mientras que esta vez es interpretada por Halle Bailey, una actriz y cantante afroamericana. Este cambio tuvo diversas reacciones desde su anuncio en los canales oficiales de Disney y en diferentes medios de comunicación internacionales, pero Bailey afirmó en una entrevista con The Hollywood Reporter que “evitó leer los comentarios negativos”, ya que para ella la representación de su etnia “es importante para todos los niños negros y marrones”.

“Si hubiera habido una Ariel de mi color cuando era niña, mi vida habría sido diferente”, comentó Bailey al medio estadounidense.

Melissa McCarthy destaca como Úrsula en un papel tanto malvado como sarcástico.

Desde la butaca del cine ver a Ariel cobrar vida desde la interpretación de Bailey casi parece un sueño, ya que logra captar de forma genuina la ingenuidad de la sirena, su dulzura y curiosidad por todo lo relacionado con los humanos. Su voz, innegablemente, hace justicia a aquel recuerdo de quienes hemos visto la versión original más de una decena de veces, y le da su toque único al rasgar con su voz soul las icónicas melodías de Menken y Ashman a lo largo de la cinta.

“Siento que aprendí mucho al interpretar este personaje de Ariel”, indicó Bailey en una entrevista con este diario. “Ella es honesta, es curiosa y testaruda, tiene tanto sentido común y entusiasmo por el mundo de arriba y por su futuro, así que realmente creo que solo traté de poner en juego todas estas hermosas características de ella y aportar por su honestidad y su propósito”.

En esta versión, Ariel y Eric están unidos por su amor a la aventura y el conocimiento.

La actriz audicionó para este rol a sus 18 años y ahora, con 23 años, comentó que tomar el papel de Ariel –quien en sus orígenes tiene 16 años–, fue un recorrido de aprendizaje sobre sí misma. “Me enseñó que también puedo adoptar sus cualidades al entrar en mi vida como adulta. Así que siento que hay tantas cualidades que adopté de ella y traté de aferrarme y mantenerlas para mí, porque es muy valiente y fuerte y me encantaría ser así”, señaló a La Estrella de Panamá.

En este retelling, Ariel aparece un poco más sobria, un poco más seria, pero igual de distraída, aunque Bailey da lo mejor de sí para hacer que sea una versión más interesante de la sirena. Lo cierto es que de vez en cuando su personaje pasa a ser el segundo al mando –pese a ser la protagonista–, al ser opacada de cierta forma por el carismático cangrejo Sebastián (Daveed Diggs) en cada una de sus escenas.

Tanto Hauer-King como Bailey indicaron que sus personajes se encuentran “viajando juntos” tras el final de la cinta.

No hay forma de escribir con sinceridad si no dejo en claro que Sebastián es el mejor regalo que nos deja este live-action, así como también lo fue su contraparte en la original animada. Diggs encarna de forma divertida y auténtica el carácter sencillo y entregado del crustáceo que es asignado por el rey Tritón (Javier Bardem) para proteger a la princesa. Su interpretación de Bajo el mar (una de las canciones más esperadas en la cinta) trata de llegar al nivel de nostalgia, diversión y asombro que merece y logra, por lejos, ser una de las mejores representaciones musicales en la cinta, pese a lo cargado de los efectos en CGI para las múltiples criaturas marinas.

Diggs también, a través de su voz, transmite de forma efectiva y realista los cambios de emociones de su personaje (pese a que su CGI no permite ver estos cambios de forma física), creando así un lazo estable en su relación con Ariel, Flounder (Jacob Tremblay) y Scuttle (Awkwafina). Así también, un personaje que recibió una transformación tanto necesaria como merecida fue el príncipe Eric, interpretado por el actor británico Jonah Hauer-King, quien inyecta más vida y originalidad al interés romántico de Ariel.

Portada del 'live action remake' de 'La sirenita'

Junto con una presentación especial, Eric también recibe un trasfondo personal con mayores matices que el de su contraparte animado. Mientras que en la versión de 1989 conocemos a un Eric preocupado únicamente por tener diversión en alta mar y encontrar a la “chica de la voz” que salvó su vida tras la destrucción de su barco, en esta versión Eric es un príncipe preocupado por la estabilidad económica y el estilo de vida de su pueblo –estratégicamente ubicado vagamente en la cultura caribeña y antillana–, que desafía a su familia por seguir sus sueños, se enamora de Ariel de forma “orgánica” y que parece ser un joven amante del conocimiento, la aventura y la justicia.

“Creo que ahora podemos ver más allá de Eric, ver lo que sucede dentro de su mente, conocer quién es realmente”, comentó Hauer-King en una conversación con La Estrella de Panamá. “Menken y Lin-Manuel [Miranda] dieron un gran plano musical a Eric y le dieron una voz que antes no tenía. Sí añora a su chica especial, pero también quiere hacer algo más grande con su vida y pude sentirme identificado con eso. Traté de hacerle justicia y dar la mejor versión que pude como un príncipe”.

Con la inclusión del actor y compositor teatral Lin-Manuel Miranda, la cinta cuenta con nuevas canciones a su propio estilo –para los conocedores de Hamilton, prepárense para un poco de hip-hop acuático–, pero manteniendo la esencia de Menken y Ashman en la mayoría de los números musicales, siendo la versión de Bésala un espectáculo de luces, efectos visuales y coreografía digital que logra crear un momento mágico y nostálgico como pocos dentro de la cinta.

Otro momento nostálgico y de gran expectativa fue la aparición de Úrsula (Melissa McCarthy) como villana de la cinta y quien engaña a Ariel para dar un paso hacia su futuro en tierra firme. McCarthy, quien se ha desempeñado en papeles mayormente de comedia, da una interpretación lo suficientemente malvada y sarcástica como para dar justicia a la gran bruja del mar mitad humana, mitad pulpo. Su capacidad de canto presenta una exposición interesante al clásico de Pobres almas en desgracia y su presencia frente a la cámara crea un sentimiento de amenaza y peligro constante, así como su transfiguración a humana para interceptar a Ariel.

Entre bailes caribeños, aguas turbulentas y algunos efectos visuales que dejan mucho que desear, La sirenita en su versión live-action es un ejemplo claro de la ruta que Disney busca dar a sus nuevos proyectos: llenos de nostalgia y con un poco de novedad para no decepcionar tanto. Si bien, de por sí es difícil llegar a la altura de los clásicos, Marshall logra crear una película que no necesita apoyarse tanto en su contraparte original, dejándose llevar por una realidad alternativa para Ariel y Eric, sin enfocarse mucho más de lo necesario en sus versiones originales. Es en este sentido que La sirenita funciona más como una cinta remake independiente que como una réplica de la animación al live-action.

Tanto Hauer-King como Bailey indicaron en una conversación con este diario que sus personajes no necesariamente son aquellos que se vieron en 1989, sino que toman de sus características para crear “un mundo nuevo”. “Creo que Ariel y Eric están viajando y explorando. Creo que estaban conectados por su amor a la aventura, ya que ambos son personas increíblemente curiosas”, comentó Hauer-King, “quieren emprender esas aventuras y compartirlas juntos. Así que me los imagino yendo en ese gran barco, viajando por todas las aguas desconocidas y compartiendo su amor a su manera”.

No busca competir con su predecesora –ni quizá con algunos otros remakes de la productora–, y no es el “desastre” que muchos pensábamos que sería tras múltiples estocadas mediáticas meses antes de su estreno. Marshall destaca en su dirección dando suficiente tiempo en pantalla a los personajes que lo ameritan, destacando que las lágrimas de una sirena pueden ser más impactantes que su canto, y convirtiendo a La sirenita en un mundo de realidades alternativas con las que cada espectador puede identificarse y elegir su versión favorita sin descartar la otra.

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