Un vampiro diferente enfrenta al Mago Potter

Los seguidores de los muy vendidos libros "Twilight" (Crepúsculo) de Stephenie Meyer son en verdad devotos de la autora. Internet rebosa de sitios, blogs, páginas Facebook y foros de admiradores dedicados a la tierna historia de Bella Swan y Edward Cullen, su novio vampiro y vegetariano.

"Twilight," la primera película basada en la serie, no se estrenará en Estados Unidos sino hasta casi la Navidad, pero el alboroto ya es ensordecedor... literalmente. En la convención Comic Con 2008 en San Diego, los seguidores que asistieron al panel "Twilight" gritaron como si el reparto, la directora y la autora fueran la reencarnación de los Beatles.

Premiere se sentó con Meyer y la directora Catherine Hardwicke para platicar sobre la tarea difícil de hacer de un fenómeno literario una película eficaz.

PREGUNTA: ¿Qué siente respecto del fenómeno en el que se ha convertido su obra?

MEYER: Es una cosa muy rara y surrealista, y la mayoría de las mañanas me levanto y no pienso en ella para nada. Y, luego, llego a algún lugar como éste, y íno me dejan entrar por puerta principal! Es extraño y es difícil para mí... Usted sabe, llevo una vida muy normal, así es que cuando tengo que salirme de ella, y me doy cuenta de que tengo todos estos lectores y toda esta excitación, es raro. Es grandioso pero en verdad algo extraño.

P: ¿Cómo le llegó todo esto? ¿De dónde salió ese destello de inspiración?

MEYER: Fue un destello real. No planeaba escribir. No tenía ninguna aspiración de ser escritora, (pero) tuve este sueño fantástico de verdad. Lo escribí para no olvidarlo y, en un día, estaba enganchada escribiendo.

P: ¿Fue fácil ceder los derechos para la película?

MEYER: No dormí algunas noches por eso... Son más las adaptaciones que salen mal. Hay unas cuantas que son asombrosas, pero la mayor parte del tiempo no sale bien. Pero, por otra parte, vi el libro en forma muy visual cuando lo estaba escribiendo, y tan sólo ver una escena de él en la pantalla grande...