“La vida es demasiado corta... mejor me apuro”

PANAMÁ. Madonna ha vivido con prisa, experimentando en lo personal y profesional cuanto ha podido y querido. Ahora, con un divorcio, que califican como una novela de siete meses, se sobrepone y aligera el paso.

Como toda novela, Madonna y el director de cine Guy Ritchie han protagonizado infidelidades, odio, amor, acusaciones y más. Atrás quedan las imágenes de la pareja celebrando una boda “real”, la de la familia feliz con los hijos, tuyos, míos y de otros. Bueno, la hija de Madonna con Carlos León, Lourdes; Rocco, hijo con Ritchie y David, el niño de Malawi que adoptaron.

Mucha agua también ha pasado bajo el puente desde que la chica de 'Like a virgin' protagonizara escándalos que ha tratado de borrar, enmendando su comportamiento, luego de su maternidad. Pero que vuelve a las andadas con el beso en plena boca a Britney Spear. Así que ni los libros de cuentos ni su decisión de vivir una apacible y hogareña vida en Londres, la alejan de los escándalos.

Por si fuera poco su hermano le saca los trapos sucios en un libro, que ahora se vuelven a ventilar porque una de las protagonistas, Gwyneth Paltrow corre a consolarla como una amiga devota. Cuando en la publicación se afirma que mantuvo una relación lésbica con quien ahora está enredada con el astro de los Yanquees de Nueva York, Alex Rodríguez, con quien, se asegura, Madonna desea engendrar un hijo.

Lo positivo del asunto es que el desenlace se ha llevado a cabo de manera rápida, sin daños colaterales de importancia, y con una que otra declaración venenosa de los ex esposos. Aunque hayan pedido privacidad.

Madonna por su lado organizó una "fiesta de divorcio" y le acusó de "caza fortunas" , mientras él la tilda de manipuladora, de no tener sexo con él en más de un año y de obsesionarse con su figura. ¡Quién comprende a los famosos! No obstante, lo concerniente a las tutela, los dineros y propiedades parece haberse llevado en orden.

Madonna a sus 50 tiene suficiente poder para cumplir cualquier sueño y no morir en el intento.