La Policía Nacional aprehendió al alcalde electo de Pocrí por presunto peculado, tras una investigación relacionada con proyectos no ejecutados del Conades...
- 12/03/2009 01:00
YEMÉN. La periodista Delphine Minoui conoció a Nojoud y escribió un libro sobre su tragedia, que es un ‘best seller’ en Francia. A pesar de que Nojoud es reconocida en el mundo, su padre todavía se aprovecha de ella y quiere ganar dinero a costa de su fama.
Después de su divorcio, Nojoud volvió a sonreír y ahora sueña con ser abogada para luchar por los derechos de las mujeres.
Después de dos meses de soportar las palizas y violaciones de su marido, Nojoud Ali, de 10 años, aceptó el consejo de una tía de acudir a un tribunal para pedir el divorcio. Llevaba varias semanas buscando ayuda en su familia para salvarse de ese hombre 20 años mayor que ella, con el que su padre la había obligado a casarse en febrero de 2008, pero nadie quería darle la mano. Tenía que seguir con él, decían, pues al fin y al cabo era su marido.
"Un tribunal, sí, un tribunal", dijo la niña, al recordar que alguna vez había visto en Saná, la capital yemení, una película en la cual aparecía alguno.
Le surgió entonces un problema: cómo llegar hasta el lugar. Para ir desde su casa al centro de la ciudad necesitaba un euro, que no tenía. Tuvo que esperar varios días, hasta que su madre la mandó a comprar pan, para tomar un bus (era la primera vez que hacía un trayecto tan largo sin compañía) y pedir las indicaciones para llegar al sitio. Eran las 11 de la mañana de un día de abril cuando entró a ese lugar repleto de personas.
Esperó en una silla hasta que el juez Mamad Al Ghazi se percató de esa niña que no podía ocultar su edad a pesar de estar cubierta por una abaya negra (vestido islámico) que tapa el cuerpo de las mujeres yemeníes, y le preguntó qué necesitaba. "Quiero el divorcio", dijo. Semejante petición lo aterró.
Era la primera vez que una niña asistía a un tribunal con esas intenciones. Más de la mitad de las mujeres yemeníes se casan antes de los 18 años y muchas son obligadas a hacerlo cuando ni siquiera han menstruado por primera vez, a pesar de que la ley lo prohíbe. Pero ninguna se había atrevido a separarse. "Tú perteneces a tu marido", le respondía su padre, Ali Mohammed Ahdal, un analfabeta con dos esposas y padre de más de 16 hijos, cuando ella le contaba que no era feliz. ©PUBLICACIONES SEMANA