Ópera con un toque circense

PANAMÁ. La ópera y circo se fusionarán esta noche en el Teatro Nacional con la presentación del espectáculo “Le réve de Madame Clémence (Le Cirque Lyrique)”, patrocinado por diversas empresas privadas y el Instituto Nacional de Cultura (INAC).

El productor Jean Villaroeal explica que se trata de una propuesta artística diferente, que conjuga canto lírico, música clásica, acrobacias circenses, proyección de imágenes, etc. Subraya que no se trata de una evento operístico en el sentido tradicional, aunque el soprano panameño Fernando Bustos y la mezzosoprana argentina Liliana Vigo-Lima estarán interpretando composiciones de Claude Debussy y autores franceses clásicos. “Estamos ofreciendo una nueva visión de la música lírica, algo nunca antes visto por el público panameño”, afirma.

Acompañarán a Bustos y Vigo-Lima la pianista panameña Maria Inés Rodríguez-Rey, la chelista japonesa Yumiko Tokumoto y la cantante y actriz Miroslava Morales.

Las acrobacias correrán a cargo del argentino Tom Middleton. El también bailarín artístico ha trabajado con varios circos internacionales.

La historia de “Le réve de Madame Clémence” (Los sueños de Madame Clémence) está ambientada en la Francia de los años cincuenta. La protagonista, interpretada por Vigo-Lima, se sume en una gran depresión como consecuencia de la muerte del amor de su vida.

“En sus sueños empiezan a surgir personajes surrealistas, que aparecen y desaparecen durante la obra”, explica el productor de origen venezolano que el año pasado montó un concierto lírico de navidad en el Teatro En Círculo.

Tanto la historia como el vestuario de los personajes ha recaído en Cristina McGrath. “El vestuario y el maquillaje tienden a ser medio circenses”, detalla Villarroel.

Con este velada musical, que comenzará a las 8:00 p.m., Villaroeal se afana por satisfacer parte de la demanda que actualmente existe en Panamá por actividades operísticas y teatrales.

Opina que el interés por este tipo de manifestaciones nace como consecuencia de la llegada de numerosos extranjeros que han llegado para residir en el Istmo. “En el país existe un nicho muy bien marcado que siempre está en la busca de actividades culturales de alto nivel”, apunta.