El fenómeno Obama

Actualizado
  • 27/12/2009 01:00
Creado
  • 27/12/2009 01:00
“Si hay alguien que todavía duda que Estados Unidos es un lugar donde todo es posible ” , declaró el presidente estadounidense Barack Ob...

“Si hay alguien que todavía duda que Estados Unidos es un lugar donde todo es posible ” , declaró el presidente estadounidense Barack Obama tras ganar las elecciones aquel histórico 4 de noviembre de 2008, “que todavía se pregunta si el sueño de nuestros fundadores sigue vivo en nuestros tiempos, que todavía cuestiona el poder de nuestra democracia, esta noche encontrará la respuesta.”

UN DÍA HISTÓRICO

Por el resto de sus vidas quienes fueron testigos de ese momento histórico recordarán dónde estaban aquel martes de noviembre.

“Recuerden este día”, le dijeron los padres a sus hijos mientras veían a íconos como Oprah Winfrey y los hijos de Martin Luther King Jr, líder del movimiento por los derechos civiles para los afroamericanos en los años 60, llorar de emoción.

Esa noche de otoño, las elecciones en una de las democracias más antiguas del mundo se vivieron como si fueran celebradas por primera vez: los estadounidenses celebraban abrazando a extraños, bailando en las calles, sonando sus bocinas, unidos en la “audacia de la esperanza”, como el propio Obama denominó su esfuerzo por hacer realidad el sueño americano para los millones de hombres y mujeres de su raza.

EL SUEÑO SE HACE REALIDAD

La noche en que se conoció el triunfo de Obama, miles de personas gritaban en coro “Si se puede!” en los alrededores de la Casa Blanca, donde hace un siglo era imposible para un presidente invitar a un hombre negro a almorzar, y en un país donde los negros no tenían derecho al voto hace apenas 50 años.

Con la proclamación de Barack Obama como el nuevo presidente de EEUU, el sueño que tuvo hace 45 años Martin Luther King se hacía realidad.

El primer presidente negro de Estados Unidos no ganó las elecciones por el color de su piel ni a pesar de ella. Ganó porque en un momento muy peligroso en la vida de un país aún joven, más personas que nunca se unieron para tratar de salvarla.

“La feroz urgencia del ahora”, que en su momento acuñó Luther King y que Barack Obama repitió cientos de veces en su campaña se impuso a los prejuicios raciales, la mayoría conservadora de la sociedad norteamericana y al discurso del miedo, en la que constituyó una victoria única.

En un momento de peligro evidente, con los Estados Unidos involucrado en dos guerras, cuando ricos y pobres empezaban a sentir las consecuencias de la peor recesión desde la Gran Depresión de 1929, y cuando el presidente saliente George W. Bush carecía del respaldo de la opinión pública a su política, considerada agresiva y unilateral, los estadounidenses decidieron poner su destino en manos de un hombre que no nació ni fue criado en el poder como lo fueron los Roosevelt, los Kennedy o los Bush. El país optó por el hijo de una mujer blanca de clase media baja de Kansas y padre negro de Kenia, que creció sin dinero, y que a través de la educación y su propio esfuerzo se abrió camino desde la política local de Chicago hacia el Senado de los Estados Unidos y logró llegar a la Casa Blanca.

Con su don de la palabra, su inteligencia y su sencillez, Barack Obama ha logrado cautivar tanto a los estadounidenses como al mundo entero.

CAPTA LA ATENCIÓN MUNDIAL

Si bien muchos cuestionaron el sorpresivo Premio Nobel de la Paz otorgado a Obama, el comité del Nobel recogió en su reconocimiento al presidente estadounidense la gran admiración que ha despertado por su habilidad para crear un nuevo clima en la política internacional, donde el diálogo y las negociaciones han vuelto a ser los instrumentos preferidos para resolver hasta los más difíciles conflictos internacionales, ya sea la crisis financiera, la amenaza nuclear que presenta Irán, o la búsqueda de una estrategia contra los cambios climáticos que enfrenta el planeta.

Pocas veces una persona ha capturado la atención mundial al nivel que lo ha logrado este ex senador de Chicago, que con su propósito de buscar respuestas conjuntas a problemas globales ha generado para sus compatriotas y alrededor del mundo la esperanza de un mejor futuro.

Aunque sus primeros 11 meses en el poder han sido controversiales ante todo por la magnitud de las reformas que ha querido implementar, no cabe duda de que el estilo Obama marcó el final de esta década y será un factor determinante en la que se avecina.

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