Leyendas sobre cuatro ruedas

M ientras que unos sueñan con hallarse detrás del volante de un Maserati, Audi o Porche último modelo, otros se sienten atraídos por los vehículos más antiguos. Para muchos se trata de una pasión indescriptible. Son como niños disfrutando de un juguete de gran elegancia y estilo, capaz de desarrollar altas velocidades sobre la carretera

Existen diferentes clubes de automóviles en Panamá, como por ejemplo, el que agrupa a los amantes de los Volkswagen (que significa ‘auto del pueblo en alemán’), de los Ford, Cadillac, Chevrolet, etc. Algunos de estos colectivos participan de desfiles navideños y otros organizados a beneficio de diversos proyectos que tienen como objetivo apoyar a las diferentes comunidades. También se organizan caravanas en diferentes sectores del país con la finalidad de exhibir las verdaderas bellezas que algunos conducen a diario y otros solamente durante los fines de semana. La otra cara de la historia es que muchos de estos automóviles se pueden encontrar en algún garaje o patio húmedo, rodeados de herbazales, esperando que alguien los rescate del abandono. Tal vez algún fanático de los automóviles clásicos se tome el trabajo de renovarlos, para así revivir su época de libertad en las autopistas.