Poeta Turpana responde a comentarios racistas contra indígenas panameños

Actualizado
  • 06/03/2012 12:32
Creado
  • 06/03/2012 12:32
Los recientes hechos como protestas y cierres de calles, que han sido protagonizados por los indígenas de la comarca Ngöbe-Buglé, en de...

Los recientes hechos como protestas y cierres de calles, que han sido protagonizados por los indígenas de la comarca Ngöbe-Buglé, en defensa de sus recursos hídricos y minerales son seguidos a diario por los medios de comunicación del país, quienes publican lo que ocurre a medida que se va desarrollando. Sin embargo, en todo conflicto hay dos partes: los que están a favor de uno u otro grupo. Tal es el caso de los foristas, que comentan en los distintos medios del país sus propios pensamientos u opiniones.

Pero la opción de expresar lo que piensan, también tiene dos partes: Que se conozca su comentario y sea respaldado o que sea objeto de criticas, tal y como sucedió con una forista de La Estrella, quien en sus comentarios catalogó a los originarios como "indios drogadictos", lo que despertó la censura del escritor y poeta panameño de origen kuna, Arysteides Turpana Igwaigliginya.

Debido al impacto que ha tenido un escrito (que navega en las redes sociales) del poeta sobre el racismo a los grupos originarios, LaEstrella.com.pa publica un extracto del polémico comentario y la respuesta que se le da.

"LOS NGÄBE –BUGLÉ ANTE LA IGNORANCIA Y EL RACISMO" Por Arysteides Turpana Igwaigliginya "Cuando una persona realiza algo que no se espera de ella, decimos que se le salió el cobre. En estos momentos en que la naciones Ngäbe-Bugle han salida a defender sus comarcas y con ellas a todo el ecosistema de la república de Panamá, un sector de racistas e ignorantes ha saltado para menospreciar en público a nuestros connacionales. Un ejemplo de ello lo encontramos en la edición del sábado 18 de febrero, fecha en apareció publicada la siguiente glosa en La Estrella de Panamá, diario que circula en la capital de este país: http://www.laestrella.com.pa/online/impreso/2012/02/18/ultimatum-ngabe-al-gobierno.asp" "Caridad Fernandez: ninguna razon en todom, porque ahora encima quieren(los panameños originarios) que se suspenden las hidroelectricas hasta fuera de las comarcas, que se creen estos indios? si nosotros no podemos traspasar su territorio sin pagarles una cuota porque hasta en eso son unos bellacos, porque tenemos que permitirles que vengan a mandar en OPanamá entero?, si quieren vivir con taparabos y alumbrarse con guarichas que nos dejen vivir en paz, son una partida de fascinerosos, vagos y borrachines, abnusadores de sus mujeres a las cuales ponen a trabajar y parir mientras ellos estan echados en las hamacas chupando chirisco, vamos hombre que no hay que cegarse, y esta cacique es una atrevida e iirespetuosa, que se cree esta india ignorante de tratr de tu al mandatario, ella no sabe medirse cuando habla, la iglesia tambien no esta haceindo nada por Panamá solo se limita a escuchar y no le pone freno a esta señora que ha cogido demasiado alas ultimamente".

"Aclaremos todas las vaciedades de la doña Caridad Fernández: 1: El origen de la palabra Caridad tiene en latín dos formas: cháritas y cáritas".

"Cáritas procede de careo, carere, carui, cariturus, que significa carecer, estar privado de algo. Cáritas es, por tanto, carestía, directamente relacionado con carus, cara, que es aquello de lo que se carece. Ergo a Caridad Fernández se le puede aplicar aquello que decían los clásicos: “Quod natura non dat, Salamanca no prestat”, en otras palabras, como doña Caridad Fernández carece de neuronas, por ello lo único que puede señalar son estulticias".

"2: “¿Indios?”, doña Caridad, “¿indios?” Los indios son originarios de la India, un país de Asia. Es el séptimo país más extenso y el segundo más poblado del mundo. Limita al sur con el Océano Índico, con el Mar Arábigo al oeste y con el Golfo de Bengala al este. La India también limita con Pakistán al oeste, al norte con China, Nepal y Bután y al este con Bangladesh y Birmania. Su ciudad capital es Nueva Delhi y su ciudad más poblada es Bombay. Entiendo que usted en su estulticia entiende por “indios” a los PANAMEÑOS RAIZALES, y en esta ocasión particularmente, a los PANAMEÑOS RAIZALES de la nación Ngäbe. Hay un dicho que reza así: “Donde tropieza la primera vaca, tropiezan todas las demás”. Esto viene al caso, por ciertas afirmaciones que hacen los estultos como usted. Veamos algunas cosas que se nos dice de Cristóbal Colon: 1: que descubrió América (lo cual es una mentira, porque cuando este esclavista aurífago llegó a Abya Yala- el verdadero nombre de nuestro continente – ésta ya estaba descubierta; 2: Cristóbal Colón, llamó “indios” a los habitantes de Abya Yala, porque creyó que había llegado a la India. Esto rotula su perfecta ignorancia, ignorancia que viajó con él a su tumba porque nunca supo que había llegado a Abya Yala y no a la India. Así que aquí cabe a la perfección el dicho que pregona que “Donde la tropieza la primera vaca, tropiezan todas las demás”. En este sentido, la lengua de Shakespeare y de James Joyce es más exacta porque en ella la palabra “indio” aplicado por los estultos como usted y su hatajo al americano raizal es "Native American" o sea pueblo originario de Abya Yala, o si usted lo prefiere, pueblo originario de América, a pesar de que esto se restringe un poco, porque no hay que olvidar que en inglés América es Estados Unidos, por ello, durante mucho tiempo las mentes colonizadas al referirse a los “gringos” los llamaban “americanos” y eso se entiende muy bien en una canción de Piero que lleva por título casualmente “Los Americanos”.

"3: ¿taparabos? O ¿taparrabos? Mi querida señora, ¡Cuán pobre es su vocabulario! Eso se llama TAPAHUEVOS o para decirlo con una semántica más elegante: estola. Ya que usted utiliza la palabra taparrabo, usted me hace recordar a los psicólogos que recurren a una técnica llamada asociación verbal o semántica para curar a sus pacientes .Históricamente, esta práctica se relaciona con la noción de asociación de ideas ya utilizada por Aristóteles, quien definió sus tres grandes principios: la contigüidad, la semejanza, el contraste. Esta idea me lleva a verla a usted frente a un taparrabo actuando como los personajes femeninos de las novelas de Henry Miller o del Marqués de Sade. Tal vez usted es la reencarnación de Julieta, por ello usted habla de dicha estola, ante la cual usted no se enceguece, sino que se ha quedado asombrada. O tal vez, sea usted la versión ladinopanameña de Constance Chatterley, el personaje femenino de D.H.Lawrence, mejor todavía si es Emmanuelle. Dame gracias que la estoy poniendo a las alturas de personajes de novelas clásicas, de alto tono estético y no la estoy remitiendo a las páginas de Playboy que es donde usted merece estar o en Venus TV".

"4: ¿Guarichas? Permítame ilustrarle, doña Caridad Fernández: la revista Tareas, (¿la conoce usted?) en su edición de los meses de mayo-agosto de 1995 (como ve usted, del siglo pasado), la antropóloga francesa Doctora Françoise Guionneau-Sinclair publicó un ensayo titulado “Los kuna de Panamá y la Represa del Bayano, 20 años después” (págs: 103-117). En dicho artículo, dice la investigadora gala: “el decreto 123, del 8 de mayo de 1969 autoriza la construcción de la represa hidroeléctrica, Ascanio Villalaz, del río Bayano que deberá suministrar energía eléctrica a la capital del país, situada a 90 km (…).La construcción se inicia en 1971 y el cierre de compuertas se efectúa el 16 de marzo de 1976(…).Cuando se planificó la obra, se contempló la limpieza total del área de inundación. Tarea que sólo se realizó parcialmente, (…) las aguas perdieron su calidad por una remineralización de los nutrientes merced a la descomposición de la biomasa vegetal inundada. La resultante fue la formación de fondos anóxicos (falta casi total del oxigeno en un tejido), la presencia de sulfuro de hidrógeno a diversas profundidades, la proliferación de la vegetación acuática, la eutrofización y la reducción de la fauna macrobentónica (…) El análisis del agua permitió también observar huellas de los pesticidas utilizados para la erradicación de las plantas, cuerpos sólidos en suspensión y su gran corrosión. El resultado del panorama ecológico presentado aquí es que la disponibilidad en aguas fue 15% inferior a lo previsto. Desde el punto de vista epidemiológico, el impacto ecológico diezmó la población de peces, lo que propició condiciones óptimas para la reproducción de mosquitos anófeles (Aedes aegypti) y otros. La lechuga de agua favoreció su proliferación así como la de de los tábanos. Su densa población es una eterna molestia para los moradores de la región. La malaria, la encefalitis equina y el sarampión, letal para los amerindios, son endémicos. La represa es el lugar de refugio de numerosas golondrinas, probables vectores de microorganismos, responsables de histoplasmosis, criptocócosis y salmonellas. La diversidad y la biomasa de los micro invertebrados bentónicos fueron drásticamente diezmadas (…) Así antes de la inundación, existía 12 especies predominantes, hoy, sólo quedan dos. La virtual desaparición de camarones y de los moluscos se debe a la alteración de su hábitat. Los peces del mar presentaban una atrofia de los ovarios por lesiones producidas por la aplicación de herbicidas (….) Antes de la construcción de la represa, existían 61 especies de población ictiofáunica, repartidas en 26 familias, de las cuales sólo sobrevivieron 13, agrupadas en 6 familias. Esto significa una reducción de 79 por ciento de la ictiofauna nativa (…) En 1971, la población de la región de Bayano, sitio de la construcción de la represa, era constituida por amerindia kuna, emberá y wounana (…) por los “bayaneros” o “cimarrones”, descendientes de esclavos africanos (…) y por los “colonos” de origen indohispano (cholos), campesinos sin tierra que huyen del hambre de su provincia donde predomina el latifundio. (…) Los “colonos” llegaron al área de la actual represa hace unos50 años. (…) Entre 1973 y 1975, se efectuaron negociaciones entre el gobierno nacional y la población afectada. Dos soluciones fueron adoptadas. Una se refería a los amerindios (panameños raizales) que debían ser relocalizados en la misma región debido a que su régimen de vida no alteraba el medio ambiente. La otra aludía a los”bayaneros” y a los colonos (panameños de la etnia ladina, afrodescendientes e hispanodescendientes), que, al practicar una ganadería extensiva, fueron considerados como peligrosos. Se optó por indemnizarlos. Solo un grupo residual de “colonos” se negó a abandonar la cuenca del río Bayano. (…)El esquema migratorio de reinstalación en la región fue el que sigue: a): Los colonos que se negaron a salir, llamaron familias de su aldea originaria o trajeron miembros de su propia parentela); b: los colonos y bayaneros que accedieron ser indemnizados y a salir del área, REGESARON A INVADIR LA REGION.(…)La presencia de población no amerindia (gente de la etnia ladina) crea una presión antrópica de consideración sobre el área de la represa y sobre las tierras indígenas, objeto del interés asiduo de los demás moradores que consideran menos arriesgado invadir el territorio amerindio (las tierras de los panameños raizales) que las tierras reservadas de la represa, de las cuales podrían ser más fácilmente expulsados. Así, hoy, existen seis grupo étnicos en la región: kuna, emberá, wounana, colonos, bayaneros y colombianos. La apertura de la panamericana permitió a los campesinos sin tierra mover la frontera agrícola hasta los límites de los territorios indígenas del Bayano y del Darién. (…)En 1990, los kuna no vacilaron en tomar las armas e incluso tomar de rehén al gobernador de aquel entonces, para defender sus justos derechos. Sin embargo, el grupo que los adversa posee la capacidad de manipular a su favor las estructuras gubernamentales ya que son alcaldes, corregidores, representantes e incluso legisladores. Tienen entonces, el acceso directo a las teclas del poder político de la sociedad dominante. (…)El otro problema fundamental que tuvieron que encarar los amerindios (panameños raizales) fue el del lago artificial. “No hay más peces en los ríos, y si los hay son tan chicos”, nos comenta el cacique Oller, Olotiguipiler” entonces, tenemos que comprar peces de mar a los waga (foráneos=. gente de la etnia ladina). Nuestras tierras no producen sino cosechas malas. No hay más cacería. Es difícil hoy matar un pecarí (animal ritual) y el macho monte y los pavos desaparecieron. Solo nos queda las conservas”(…)Si antes de la construcción de la represa ,kuna, emberá y wounana practicaban una pesca artesanal, hoy lo han abandonado no sin consecuencias dramáticas desde el punto de vista nutricional y ritual(…)Otro problema se suscitó inmediatamente después de la inundación. Se trata de la deforestación agresiva del área de la represa y de las tierras indígenas adyacentes, por los moradores que se quedaron o regresaron o invadieron. Estos campesinos sin tierra, (que son nómadas y destructores como me dice mi amigo el profesor Edfridcio Pérez, y a los que el Dr. Stanley Haeckadon llamó cultores de “La cultura del potrero”) reproducen el patrón cultural de supervivencia que fue la causa del empobrecimiento de sus minifundios de sus lugares originarios. Se trata de crear pastos para una ganadería extensiva y devastadora ya que estas tierras sólo son aptas para alimentar una vaca por cada dos hectáreas. Además, practican una agricultura de subsistencia que los mantiene en la miseria. Esta estrategia no les asegura un porvenir estable. Por ende, optan por vender a un precio irrisorio sus finquitas a un ganadero quien fue, en general, el que financió el traslado e instalación de las familias inmigrantes. Esto significa que detrás del pequeño “colono”, se esconde la temible figura del terrateniente, todopoderoso y contra quien será muy difícil luchar. (…) En 1994, 28 por ciento, es decir, 100 000 hectáreas del área total de la cuenca del río Bayano y afluentes, están deforestadas. Ante esta situación, el panameño raizal enfrenta los siguientes problemas ; a) :al mudar sus conductas nutricionales, se enfrenta con: “problemas biomédicos tales como obesidad , diabetes, colecistitis, colestasis hepáticas, cáncer del hígado, entre otros; b): la pérdida de los territorios ancestrales…simboliza la pérdida de un saber: las plantas alimentarias y nutricionales desaparecieron o son mal conocidas, así como materiales de construcción, etc.…; c): la invasión de sus tierra por los colonos: pequeños ganaderos, propietarios de aserraderos, latifundistas propician conflictos interétnicos constantes; d): frente a la necesidad de adaptarse a la vida lacustre, los amerindios (panameños raizales) debieron innovar cambios en las construcción de las casas, hoy sobre postes y más chicas…(…)los indígenas (panameños raizales) no tienen título de propiedad sobre sus tierras y, obviamente, es una situación que induce al campesino “hambriento” de tierras , cuya ley es el alambre de púa, a desconocer el status de las comarcas.(…) Para entender la envergadura del desastre ecológico y sociológico que significó la creación de la represa de Bayano , es preciso aprehenderla dentro de un sistema complejo que incluye no sólo el impacto directo causado por la represa; sino también el impacto indirecto, inducido por la apertura de una carretera que permitió un movimiento migratorio sostenido, desordenado y devastador.(…) Es importante relevar que el discurso científico es afín al discurso de los caciques: No hay más peces, no hay más animales silvestres, no hay más plantas medicinales y alimentarias”.

"Mi cara señora Caridad Fernández, este ensayo es de 1995, es decir que se escribió hace 16 años, pero sus puntos de vista no han perdido vigencias. Los panameños raizales que cedieren sus tierras para la represa de Bayano en aquel tiempo no tienen luz eléctrica hasta el día de hoy, lunes 27 de febrero de 2012, como si de allí no saliera ese destello hacia la ciudad capital. En casa de herrero, cuchillo de palo. A la luz de la historia, no hemos sido nosotros, los panameños aurorales, quienes hemos estado agotándole la paciencia a nadie. A quienes tiene que dejarles que vivamos en paz es a nosotros".

"Seguidamente transcribo un par de palabras del señor Carlos E. Rangel Martín, jubilado del Cuerpo de Ingeniero de Estados Unidos, quien en la edición del lunes 20 de febrero de la Estrella de Panamá, en su artículo “Óptima solución a necesidades energéticas”, escribió:“La mayoría de los empresarios panameños tiene la idea totalmente desfasada de que Panamá necesita seguir construyendo hidroeléctricas para suplir de suficiente energía eléctrica al país, de forma que éste continúe creciendo sin problemas energéticos; pero, especialmente en Europa occidental, la planificación energética ha cambiado radicalmente desde principios del presente siglo y ahora prescinde de las hidroeléctricas".

"Urge que todos los ingenieros y empresarios panameños se familiaricen con las nuevas tecnologías que países más desarrollados, particularmente los carentes de petróleo, han estado implementando;(…) Cualquier ingeniero eléctrico europeo que contemple la polémica en la que estamos enfrascados, seguramente se preguntará cómo es posible que tantos panameños todavía no conozcamos del gran avance que ha experimentado la planificación energética; pero la razón principal de este desconocimiento es que las autoridades encargadas de la planificación energética jamás han hecho un esfuerzo significativo para ilustrar debidamente a nuestra ciudadanía sobre las nuevas tecnologías que le dan solución a similares problemas en Europa, algo que equivale a un encubrimiento por parte de dichas autoridades. Peor aún, como resultado de la descomposición de la flora sumergida en agua, las grandes hidroeléctricas producen gas metano, contribuyendo a aumentar el calentamiento global”.

"5: Sigue usted, mi querida Caridad Fernández, con sus mitos: “son una partida de fascinerosos, vagos y borrachines, abnusadores de sus mujeres a las cuales ponen a trabajar y parir mientras ellos estan echados en las hamacas chupando chirisco,”. ¡Qué hedonistas! Antes de hacer una afirmación, una simple afirmación, yo no sé cuánto se documenta usted. Cada línea suya que leo la hunde de más en más en las miasmas de su propia estupidez y en eso es usted siamesa de José Raúl Mulino, Ministro de Seguridad de Panamá, de la Alma Cortés, que de cortés nada tiene porque nada tiene en las molleras ya que a la luz de la genética en lugar de tener neuronas lo que tiene es puro detritus, igualmente es usted siamesa de esa diPUTAda Marylín Vallarino, porque ustedes, Mulino ,Cortés, Vallarino y usted, Caridad Fernández, son de la misma estopa, por eso cada vez que dicen algo “meten la pezuña” como dice Nietzsche. Puede ser que usted sea una beata y que como tal no conozca Panama by night y que tampoco sabe que cuando juegan los equipos españoles de balompié el Barça y Real Madrid ese día las cantinas y otros lugares de diversión se llenan mientras se vacían los lugares de trabajo. En los bares, los fanáticos arman pendencias y se insultan en castellano. En su libro titulado Mi General Torrijos, dice su autor José de Jesús Martínez: “Recuerdo que una vez llegó el General Torrijos a Coclesito, en plena mitad de la semana, y uno de los campesinos que estaba a cargo de un proyecto tenía olor a guaro. Y en Coclesito el guaro se permite sólo para las fiestas. “Te estabas emborrachando”, le dijo el General. “Cuando nosotros los pobres bebemos, se llama “borrachera”. Pero cuando lo hacen ustedes los ricos, entonces se llama “fiesta”, le contestó el campesino. (José de Jesús Martínez, en Mi general Torrijos, 1987, pág.74). Por su parte, el novelista inglés Graham Greene escribió el siguiente párrafo: “Chuchú – (José de Jesús Martínez)-ya me había contado de la inusual costumbre de la bebida en Panamá, una costumbre que incluso el general (Omar Torrijos) seguía".

"somos borrachos- dijo Chuchú-; los domingos bebemos para emborracharnos, pero no bebemos entre semana. Ustedes los europeos son alcohólicos, ustedes beben todo el tiempo".

"Me alegra que en los días que pasamos juntos haya escogido seguir nuestra costumbre (la europea)”. (Graham Greene: El General, 1985, pág.: 59). Mi pobre analfabestia Caridad Fernández, usted ni lee ni conoce a sus (nuestros) connacionales y mucho menos a los ingleses".

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