‘Selfies’, armas y tacones

Actualizado
  • 15/06/2014 02:00
Creado
  • 15/06/2014 02:00
Su nombre arranca suspiros a sus admiradores y suscita el pánico entre sus rivales. Ella es Claudia Ocha Félix, la reina de la droga

Ninguna otra mujer en México es tan deseada y temida. Sus ‘selfies’, en las que puede aparecer en minifalda o con un traje ceñido a su voluptuosa figura, armada con un fusil bañada en oro o con una AK 47 rosada, han invadido las redes sociales. Ella es Claudia Ochoa Félix, pero en el bajo mundo de los carteles mexicanos, donde la cocaína se mezcla con la sangre, se le conoce como la ‘Kim Kardashian de la droga’ o la ‘Emperatriz de los Ántrax’.

Desde el siete de mayo pasado la ex novia del narcotraficante ‘El Chavo Félix’ es la líder absoluta de los ‘Ántrax’, célula delictiva del cartel de Sinaloa. Aunque ella lo desmiente, la actividad de sus cuentas de Twitter e Instagram durante las últimas semanas parecen sugerir lo contrario.

LOS ‘NARCOJUNIORS’

A priori sus ‘selfies’ parecen ser los de cualquier otra mujer atractiva y frívola de 27 años. En ellas aparece apretando sus labios carnosos frente a la cámara, enseñando no solo una anatomía curvilínea, sino otros elementos que denotan un estilo de vida glamuroso: copas de champaña, fiestas con mariachis, alborozadas sesiones de ‘shopping’, etc.

Uno podría pensar que se trata de otra muchacha que es proclive a la ostentación, que exhibe su belleza y su estilo de vida sin detenerse en cuestionamientos filosóficos o metafísicos.

Pero bajo la apariencia frívola y festiva se esconde una más siniestra, la de una mujer que mientras posa para la cámara empuña un fusil bañado en oro o una AK 47 rosada. Son, en definitiva, las imágenes de un festín de sensualidad y violencia. Es el sangriento mundo de los ‘narcojuniors’, una nueva generación de narcos mexicanos en el que Ochoa Félix destaca por su belleza y peligrosidad.

LA BELLA Y LOS ASESINOS

El ascenso de Ochoa Félix al trono de los ‘Àntrax’ parece extraído de una telenovela sobre narcos. Todo comenzó el 7 de mayo pasado, cuando Yuriana Castillo Torres, una escultural mujer de cabello castaño salía de un gimnasio. Su cuerpo aparecería horas después en un terreno baldío en Culiacán, después de haber sido secuestrada y torturada hasta morir.

Supuestamente Castillo Torres era la novia de Rodrigo Aréchiga Gamboa, mejor conocido como ‘El Chino Àntrax’, quien recientemente fue detenido por la policía en un aeropuerto en la ciudad de Àmsterdam, Holanda. En realidad, los policías mexicanos no tuvieron mayores problemas para dar con él. Solo tuvieron que seguir su cuenta de Twitter hasta dar con su paradero.

De acuerdo con el periódico La vanguardia , Ochoa Félix era amante del ex líder de los Ántrax, y tras el encarcelamiento de éste y el asesinato de su novia, ascendió a la cima de esta organización criminal.

En México todos temen a los Àntrax, sobre todo después de que pusieron la orgía de sangre de ‘Los Zetas’. Según el sitio cronicaviva.com.pe, este grupo de sicarios fue activado años atrás, cuando un video fue enviado al ejército mexicano alertando acerca de sus intenciones de ‘defender a la población de la posible entrada de ‘Los Zetas”. Sus órdenes las habían recibido de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, amor y señor del cartel de Sinaloa desde la caía del infame Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera. Actualmente los Ántrax se encargan de la seguridad de Zambada.

PERDICIÓN EN TWITTER

Antes de caer preso, Aréchiga Gamboa era un hombre poderoso. Pero era un poder que le gustaba presumir. Su adicción a las redes sociales lo llevó a subir en su cuenta de Twitter fotografías de sus viajes, sus yates y sus pistolas bañados en oro. Ese afán de exhibicionismo fue la causa de su caída.

El destino de su predecesor no ha sido suficiente para disuadir a Ochoa Félix de exhibirse también en Twitter. Tal parece que para la nueva generación de capos mexicanos el dinero, el poder y el lujo no significan nada sino pueden restregárselo a la policía y a los rivales.

Es una debilidad que Ochoa Félix no solo comparte con ‘El Chino Antráx’, sino también con otra voluptuosa mujer de cabello negro y a la que también le gusta exhibir su belleza y estilo de vida: Kim Kardashian. Las semejanzas no pasaron desapercibidas para el rotativo británico Daily Mall quien no dudó en catalogar a Ochoa Félix como la ‘Kim Kardashian mexicana’, uno de los numerosos motes que los medios de comunicación le han endilgado.

Además de las semejanzas con la célebre actriz y modelo norteamericana, a Ochoa Félix se le ha comparado con otra mujer que alcanzó la celebridad en el submundo de los carteles mexicanos: Sandra Ávila Beltrán, mejor conocida como ‘La Reina del Pacífico’.

Esta mujer, que ha inspirado varios ‘narcorridos’ (subgénero de la música norteña que exalza figuras y eventos relacionados con el mundo del nacrotráfico) también nació en Sinaloa, en el seno de una familia de contrabandistas. Otra belleza de cabellera larga y oscura. Por algo una página en Facebook lleva el nombre de ‘Las mujeres de Sinaloa son las más hermosas’...

Al igual que la ‘Emperatriz de los Ántrax’, su ascenso al poder en el negocio de la droga se lo debe en parte a su físico, pero también a su inteligencia. Los ‘narcorridos’ (subgénero de la música norteña cuyas letras ensalzan personajes o eventos de la historia del narcotráfico) la describen como una ‘dama de alto nivel que es una parte clave del negocio’ o como ‘una distinguida mujer de movimientos tranquilos con los cuales reta a la autoridad’.

Pero, después de su detención por parte de la policía mexicana, durante su interrogatorio ella se describió como ‘una ama de casa que se gana un poco de dinero con la ‘venta de ropa y de bienes raíces’. Su indiferencia dejó fríos a sus interrogadores.

Actualmente, Ávila se encuentra en una prisión federal en el estado de Nayarit, a la espera de un proceso por cargos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, tras su liberación el año pasado de una cárcel norteamericana. La ‘Reina del Pacífico’ fue arrestada en México en el 2007 y extraditada a los Estados Unidos en el 2012.

¿RENIEGA DEL TRONO?

A pesar de las diversas publicaciones que han recogido el fenómeno de su irrupción en las redes sociales, recientemente Ochoa Félix negó en una conferencia de prensa tener vínculo alguno con el narcotráfico. Añadió que ‘no conoce a los narcotraficantes con los que se le vinculan’, incluyendo al ‘Chino Àntrax’.

La aparentemente indignada belleza sinaolense aseguró que denunciará a los medios de comunicación que publicaron informaciones falsas acerca de su persona y exigió a las autoridades revisar las cuentas de Facebook y Twitter desde donde se subieron las fotos donde supuestamente aparece ella como la protagonista de un desfile de minifaldas y armas.

Alega que los perfiles que han circulado en las redes sociales no fueron autorizados por ella y que nunca ha utilizado un arma de fuego, a pesar de que en varias imágenes aparece posando con armas como el denominado ‘cuervo de chivo’ (el fusil AKM, el predilecto de los sicarios mexicanos), pistolas y ametralladoras de todo tipo (y todos los colores).

En un intento por desmentir las aseveraciones de algunos diarios mexicanos de que recientemente viajó a Perú y visitó la ciudadela de Machu Picchu –burlando así la vigilancia de la DEA-, Ochoa Félix mostró su pasaporte durante la conferencia y afirmó que ‘no viaja mucho’.

Asimismo, dijo que no cuenta ‘con antecedentes penales ni administrativos en su contra’. Al concluir su declaración se retiró, sin brindarle oportunidad a los reporteros de hacerle preguntas acerca de su vida virtual y terrenal, de un estilo que ha fascinado a los usuarios de las redes sociales, y que conjuga lo lujoso con lo delictivo. Como corresponde a la reina de los sicarios.

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