Con licencia para matar

Hace un año, el director y guionista James DeMonaco presentó La noche de la expiación , una película de terror de muy bajo presupuesto que se convirtió en un éxito inesperado a partir de una idea sencilla e interesante: una noche al año, sólo una, en una Estados Unidos del futuro pero muy cercana, el gobierno deshabilita los órganos de justicia y salud y permite todo tipo de delitos, incluso asesinatos, robos y destrucción de la propiedad.

Como era de esperar, el éxito de la primera parte y el cálculo costo-beneficio favorable hicieron que esta semana volviera a los cines esta idea que intenta mostrar a una sociedad entregada a su estado más salvaje. Llega, además, con un presupuesto triplicado que le permite tomar una nueva perspectiva de la historia y con un director mínimamente más experimentado. Y eso se nota.

12 horas para sobrevivir es la tercera película de DeMonaco como director, y se trata de una continuación más cronológica que lógica. Por eso, la acción transcurre en el mismo lugar, en Los Ángeles, exactamente un año después de la primera parte, en el 2023. Y por eso, seguramente, los traductores se tomaron la libertad de colocarle a la versión española de la película un título completamente distinto al de la primera parte.

La película, además, y dejando de lado la idea principal, está planteada desde una perspectiva completamente distinta a su predecesora. En primer lugar porque la acción ya no transcurre en una casa, sino en el exterior, en las calles anárquicas y sin control de Los Angeles. Pero, además, porque ya no están Ethan Hawke o Lena Headey. Todos los personajes de esta nueva entrega son nuevos e interpretados por actores completamente desconocidos o con poca exposición, como es el caso de Frank Grillo, al que ya vimos este año en Capitán América : el soldado de invierno y ahora interpreta al antihéroe del filme.

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