El racismo bajo una mirada femenina

Con una hija de 8 años y mucha militancia independentista encima, María Reinat Pumarejo se fue de Puerto Rico hacia los Estados Unidos. Ella no buscaba ‘el sueño americano’ exactamente, en su voz lo describe como un viaje ‘socialmente semi-consciente que tuvo que realizar por razones personales’. Al momento que se convirtió en inmigrante, se topó con la dura realidad de lo que María describe como, ‘un país que en apariencia ofrece muchas oportunidades, pero que está lleno de iniquidades’.

‘Al llegar viví lo que sufren miles de personas que llegan a Estados Unidos con las mejores intenciones: no podía conseguir una vivienda digna, no tenía acceso a la salud y mi hija era rechazada en la escuela. Ver cómo toda nuestra comunidad era maltratada era doloroso, los puertorriqueños eran los más pobres en el área’, detalló Reinat Pumarejo, quien vivió durante esa época en el estado de Massachusetts.

EL PODER DEL RECHAZO

Impresionada por el panorama desolador que afectaba a su comunidad, María comenzó a hacerse preguntas y a indagar en los porqué del asunto.

‘Era evidente que muchos luchaban por hacerse un camino. Aprendian inglés e intentaban seguir cada reglamento social del país que los recibía, pero no conseguían trabajo y eran rechazados por una u otra razón; ahí nos dimos cuenta que es el racismo el problema, los estereotipos que había de puertorriqueño eran muy fuertes y creaban rechazos sociales; existía la idea de que el puertorriqueño es menos que cualquier otro’, explicó María.

Eso comenzó a movilizarla internamente y se vinculó con la organización Casa latina (organización que analiza los conflictos sociales de los latinos en E.EU.U), trabajando en un análisis donde quedó claro que habían estado bregando con los síntomas (la pobreza, la violencia, etc) pero no con la enfermedad, (el racismo y la exclusión).

Pero se chocaron con realidades absurdas como ‘que se consigue más dinero para ayuda social, pero no para trabajo antiracista’, detalló.

Fue así que a pulmón realizaron talleres e hicieron contacto con líderes de la comunidad puertorriqueña, pero en busca de profundidades y convencida de que el problema radicaba en el racismo provocado por la colonización a la que ha sido sometida su natal Puerto Rico.

Reinat Pumarejo regresa a su patria para llevar el desarrollo de su trabajo y vincularlo con otras organizaciones. Desde ese momento pasaron casi 20 años y la activista junto con el Colectivo ‘ILE’ en Puerto Rico trabajan desde la educación popular para desaprender el racismo.