Los sonidos huérfanos de Panamá

Actualizado
  • 26/01/2017 01:00
Creado
  • 26/01/2017 01:00
‘Necesitamos un espacio para los documentos sonoros del país'. Así afirmaron los productores participantes del foro ‘Panamá resonante'

El martes pasado, la músico Mar Alzamora dijo a La Estrella de Panamá que el país ‘necesita un espacio para sus documentos sonoros'.

Alzamora fue una de las productoras que participó en ‘Panamá resonante' un foro organizado en el marco del evento cultural ‘Panamá Expandida', en el que se exponen las propuestas que el país envió a la X Bienal Centroamericana.

La músico y poeta —autora de El día que no tuvo noche — habló durante el conversatorio del martes sobre su proyecto ‘Lo que somos, los que fuimos'. Este proyecto consistió en caminar por lugares antiguos de la capital para grabar sus sonidos actuales y recordar —o imaginar— cómo fue la vida de sus antepasados en esos espacios.

Una iniciativa parecida posee Óscar Argote con su proyecto ‘Resonando', enfocado en grabar los sonidos ambientales de Panamá e historias de personas anónimas de edad avanzada.

Argote menciona a este diario que ‘el país está cambiando muy rápido y no estamos grabando nada'. El productor resalta que es importantísimo documentar los sonidos del Istmo y así ‘las próximas generaciones sepan cómo sonaba Panamá'.

Junto a Argote y Alzamora, se presentaron Ingmar Herrera —quien participó en la X Bienal Centroamericana con el proyecto Darién: Bunde y bullerengue , un disco que recopila los cantos y ritmos tradicionales de esta provincia olvidada— además del director y compositor Ricardo Risco —quien ha creado junto a Linette Yanisselly un ‘Paisaje Sonoro' de la ciudad, cuya primera parte fue exhibida en 2016 en MUTA Project room del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) Panamá—.

LA HISTORIA QUE NOS PUEDE QUITAR INTERNET

‘Toda la historia de Panamá está en YouTube', se lamenta Óscar Argote, creador del proyecto Resonando. ‘¿Qué pasaría si en un momento dado YouTube decide presionar la tecla ‘delete'? Se va la historia del país', agrega con preocupación.

Argote se refiere a discursos de políticos, empresarios, activistas e incluso entrevistas a personalidades reconocidas de la república.

Por eso, coincide con Mar Alzamora en que se deberían empezar a coleccionar todos los ‘documentos sonoros' del país para futuras referencias o estudios. Alzamora añade como ejemplo la Fonoteca Nacional de México.

‘El sonido es parte de la idiosincracia de un lugar, de su propia identidad', dice Ricardo Risco.

De acuerdo con el director y compositor es importante guardar un registro sonoro, así como se guardan documentos visuales de ‘cómo era la ciudad en diferentes épocas'. Y añade: existen sonidos singulares en un lugar que ‘llegan incluso a tener un valor simbólico'.

‘Hay sonidos propios de la ciudad. Aquí el voceador del periódico o el timbre del paletero son sonidos únicos que van desapareciendo. Eso nos ayuda a entendernos mejor como sociedad', concluye el autor de Paisaje Sonoro.

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