El Cristo Negro, un brujo y la tradición en salsa y devoción

Actualizado
  • 22/10/2017 02:01
Creado
  • 22/10/2017 02:01
Es imposible hoy desasociar al ‘Negro de Portobelo' del ‘Sonero Mayor' de Puerto Rico. Una relación que la historia consigna con fe, devoción y un milagro que trajo consigo la internacionalización de la celebración

Parece incongruente que entre un llamado ‘Brujo' y su devoción por un ‘Cristo Negro' exista una relación tan estrecha, al extremo de ser un vínculo indisoluble e histórico.

Ismael Rivera, apodado ‘El Brujo de Borinquen', uno de los artistas más reconocidos del género salsa, tuvo una relación estrechísima con el Cristo Negro de Portobelo. La historia destaca que ambos se fusionaron entre fe, esperanza y cambio.

LA HISTORIA

‘El Nazareno Negro' fue rescatado de las aguas durante una tormenta cerca de la costa de Portobelo cuando una embarcación, tratando de aligerar su peso, fue tirando carga por la borda.

Entre esa carga estaba una caja de madera a la que se le filtró agua salada. Cuando la caja fue abierta, la imagen de un Cristo Negro causó un gran impacto por la expresión de su rostro y colocación de sus manos como haciendo un pedido.

Otra leyenda dice que unos pescadores encontraron al Cristo dentro de una caja flotando en el mar. Había cólera en Portobelo. Los lugareños colocaron la enorme imagen en la iglesia. La epidemia cesó de inmediato.

Un tercer relato advierte que hubo una equivocación al cambiarse dos imágenes: una de San Pedro, pedida por el párroco de Portobelo, y la de un Nazareno para Taboga.

Cuando se intentó hacer el cambio, ocurrieron ‘cosas' que impidieron que la imagen fuera devuelta, así que decidieron cambiarla.

‘En Portobelo te quedaste, como signo de tu amor...', dice el estribillo de las alabanzas dedicadas al Nazareno.

ISMAEL RIVERA

Hacia el año 1975, Ismael Rivera se encontraba en una encrucijada vital. Como artista, estaba en la cima de su carrera; pero las canciones y sus letras dejaban ver la tristeza de su alma.

En 1972, grabó ‘Incomprendido', tema que definió con exactitud sus sentimientos en aquella época difícil.

Al año siguiente, Rivera es informado de que un santo ‘milagroso' podría poner remedio a sus pesares.

Así, se encaminó hacia Portobelo, acompañado por su amigo Pedro Rodríguez, mejor conocido como ‘Sorolo'.

HACIENDO ‘CLICK'

‘El Brujo' se rindió ante la majestuosa imagen. Se cuenta que estuvo parado por varias horas frente a la representación del Cristo Negro, en una especie de conversación íntima.

Tal fue el impacto causado en el salsero boricua, que en su álbum de 1974, ‘Traigo de todo' grabó ‘El Nazareno', el himno que cada 21 de octubre cantan propios y extraños.

‘Qué expresión tiene su rostro... se refleja la alegría... y está rodeado de tanta hipocresía'.

‘Qué expresión tiene su rostro... se refleja la alegría... y está rodeado de tanta hipocresía'.

Así retrató El Brujo lo que su mente y corazón sintieron tras conectarse con el venerado Cristo.

Desde ese primer encuentro, Rivera cambió drásticamente. Dejó las drogas y la bebida en un proceso de rehabilitación que le permitió reencontrar su camino.

En 1977, grabaría el álbum ‘De todas maneras rosas', en el que incluyó el tema ‘El Mesías', un testimonio de sus peregrinaciones cada año a Portobelo, mismas que hizo hasta 1985, cuando su salud comenzaba de deteriorarse.

Entre Ismael Rivera y el Cristo Negro de Portobelo existirá siempre un estrecho lazo, sellado con amor y devoción; que con los años se ha hecho aún más sólido.

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