Una noche de amigos para hablar sobre ‘el mejor oficio del mundo'

Actualizado
  • 11/03/2018 01:02
Creado
  • 11/03/2018 01:02
Un conversatorio con amigos y colegas de Gabriel García Márquez fue el espacio propicio para presentar la edición exclusiva para Panamá del libro que reúne los mejores textos periodísticos del nobel de literatura

Siguiendo los pasos de países como Colombia, México, Venezuela, Puerto Rico y Bolivia, Panamá decidió tener su edición exclusiva de Gabo, periodista , el libro que revela los detalles de la faceta periodística del escritor colombiano Gabriel García Márquez, en este caso, gracias a una alianza entre la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), la Fundación Publicando Historia y la Fundación Gabriel Lewis Galindo.

La nueva edición fue presentada el pasado 8 de marzo en el hotel Sheraton, en un conversatorio que contó con la participación del director general de la FNPI, Jaime Abello; el director editorial de la publicación, Héctor Feliciano; la amiga de Gabo, y una de las periodistas que participó en la selección de trabajos y comentarios de la obra, María Jimena Duzán; y el excanciller de Panamá y amigo personal de García Márquez, Jorge Eduardo Ritter.

La ocasión reunió a los directivos de los principales medios de comunicación, directivos de gremios periodísticos, personalidades del mundillo político, periodistas y empresarios y fue transmitida en vivo por Radio Panamá.

Samuel Lewis, presidente de la Fundación Gabriel Lewis Galindo, se encargó de las palabras iniciales, destacando los programas de la fundación que preside y la satisfacción de que esta formara parte de un proyecto como el de ofrecer a Panamá su edición de Gabo periodista , no solo por tratarse de una publicación destinada al apoyo periodístico sino por el aprecio que su padre, Gabriel Lewis Galindo, sintió por García Márquez. ‘Estoy seguro de que mi padre hubiese querido participar en esto', afirmó.

La edición panameña, que consta de mil ejemplares para distribuir de manera gratuita a las bibliotecas públicas del país, universidades, periodistas, medios de comunicación y centros culturales, incluye un nuevo prólogo de Jorge Eduardo Ritter.

Contiene también una antología de las mejores crónicas, reportajes y columnas de García Márquez, seleccionada y comentada por un grupo de reconocidos escritores y periodistas de América Latina y Europa, amigos y colegas de la FNPI. Además, un perfil biográfico de la vida periodística de Gabo por Gerald Martin, un álbum de fotos, algunas de ellas inéditas, sobre la vida periodística y personal del escritor, y una de las pocas entrevistas concedidas por su esposa Mercedes Barcha.

PREÁMBULO

Antes de abrir la conversación donde se revelarían más detalles de la obra en cuestión y la vida periodística del Nobel colombiano, se dio a conocer un corto pero significativo mensaje que Mercedes Barcha había enviado a través de su amiga Dinora Vallarino como muestra de agradecimiento por la difusión del legado de su esposo. La nota fue leída por la hija de Vallarino, la vicecanciller Maria Luisa Navarro Arango. En ella, la viuda extendió un reconocimiento a las fundaciones y a los amigos que hicieron posible la iniciativa ‘que mantiene viva la memoria y el ejemplo de Gabo'.

‘Soy un periodista fundamentalmente. Toda la vida he sido un periodista, mis libros son libros de periodista aunque se vea poco',

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

PREMIO NOBEL DE LITERATURA

Como un abreboca, Jaime Abello leyó una cita de Gabriel García Márquez que abre la publicación y en la que se reconoce a sí mismo, sobre todo como un periodista. ‘Soy un periodista fundamentalmente. Toda la vida he sido un periodista, mis libros son libros de periodista aunque se vea poco; pero esos libros tienen una cantidad de investigación y de comprobación de datos y de rigor histórico de fidelidad a los hechos, que en el fondo son grandes reportajes, novelados o fantásticos; pero el método de investigación y de manejo de la información y los hechos es de periodista'.

Abello, quien era muy cercano a Gabo aclaró que en paralelo a su obra literaria, Gabo nunca dejó de ser periodista. ‘Su periodismo sirve de vivero para sus grandes obras... Hay matices en el periodismo con sus columnas'.

Héctor Feliciano, editor de la publicación y maestro de la FNPI, fue el encargado de ofrecer detalles sobre el proyecto cuyo desarrollo tomó unos dos años.

‘La obra periodística de Gabo consta de unos cinco o seis tomos, nadie va a leerse todo eso. Quisimos hacer un libro que comprendiera gran parte de la obra y que fuera amena', señaló Feliciano, y aclaró que el libro recoge los grandes trabajos periodísticos realizados por el escritor, desde el inicio de su carrera hasta los años 90.

Durante poco más de una hora, los panelistas contaron anécdotas interesantes, divertidas, inesperadas y algunas también tristes sobre el escritor, conocido por incorporar una gran riqueza literaria a hechos reales para crear las más interesantes notas periodísticas.

ENTRE RISAS Y RECUERDOS

En 1955 Gabriel García Márquez escribía columnas de crítica de cine en El Espectador , pero se sentía aburrido, él quería salir a la calle a reportear. Un día, escuchó la historia de un hombre que había sobrevivido a un naufragio en el Caribe y quería tratar de otro modo aquella historia espectacular, que todo mundo había contado. Gabo le pidió a su editor José ‘Mono' Salgar ir a entrevistar al náufrago para que le contara todo y al final logró sacarle muchos detalles. Comenzó a escribir y publicó los reportajes a manera de episodios de una novela, por etapas. ‘La gente las esperaba, fue impresionante, ahí encontró Gabo su faceta como reportero'. La serie de reportajes descrita por María Jimena Duzán es ‘Relato de un náufrago', una de las piezas incluidas en el libro Gabo, periodista .

Duzán, amiga y colega de Gabo, recordó también episodios del Gabo ‘costeño', el personaje ‘rompedor' que llegaba siempre tarde, con camisas de colores, llenas de ‘floripondios' a la redacción de El Espectador , donde dejó una huella imborrable.

Habló del hombre que una vez antepuso su curiosidad periodística a su miedo por los aviones y se montó en una avioneta con ella para ir entrevistar en la cárcel de Hitagüí a los hermanos Ochoa (fundadores del Cartel de Medellín) y para ver después la fumigación de una planta de coca, capítulos de los cuales no recordaba nada por la incomodidad que le generó la aventura.

MOMENTOS CLAVE

Según Abello, la obra recorre los tres momentos de Gabo como periodista: el reportero que escribía bajo censura, entre 1948 y 1961; el del periodismo militante que afloró en la década de los 70 con la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, cuando dijo incluso que no volvería a escribir hasta que Pinochet no saliera del poder; y, finalmente, el Gabo de los años 80, el que cambió su enfoque periodístico hacia uno más profesional, que se convirtió en una persona puntual, que fue más restrictivo e insistía en la ética, el que quería ser recordado por su periodismo.

El ejemplar incluye textos del escritor desde que fue reportero del diario El Universal de la ciudad de Cartagena, pasando por los meses de su mayor producción periodística en el El Espectador , hasta los artículos que hizo para la desaparecida revista colombiana Cambio .

‘Durante la tertulia también surgió el Gabo multifacético, el amante y conocedor de temas como la educación, la música, el cine, la paz o la unión latinoamericana, que lo llevaron a involucrarse activamente en los movimientos sociales y políticos de los países vecinos'

Duzán rememoró cuando Gabo decidió viajar a Quibdó, Chocó, en el abandonado Pacífico colombiano, para cubrir una manifestación inexistente. ‘Cuando Gabo llegó no había protesta, pero vio que había pobreza, descontento, y se fajó una crónica que produjo inmedatamente una protesta. Ese artículo es impresionante porque no tiene ni una mentira', expresó laperiodista.

El facsímil de esa recopilación es parte del libro, al igual que otros textos como la crónica que Gabo escribió en honor a su amigo Guillermo Cano (fundador de El Espectador asesinado por el cartel de Medellín en 1986), y con el que se celebró, de forma trágica, el aniversario 70 del diario.

De igual forma, está incluida en el compendio, una cronología con las fechas más significativas en la vida del maestro, como cuando tuvo que abandonar su país, en 1981, para ir a vivir en su residencia de México, porque era acusado por el Gobierno de ser guerrillero del M19.

GABO Y PANAMÁ

Durante la tertulia también surgió el Gabo multifacético, el amante y conocedor de temas como la educación, la música, el cine, la paz o la unión latinoamericana, que lo llevaron a involucrarse activamente en los movimientos sociales y políticos de los países vecinos. Y no podía faltar su relación con Panamá, un país ‘importantísimo para los afectos de Gabo', según Abello.

Sobre este último tema, Ritter recordó cómo conoció y se hizo amigo del Nobel de manera fortuita, debido al pánico que éste le tenía a los aviones. ‘Yo salía para Ginebra a la reunión de la OIT, era entonces viceministro de Trabajo, y me encuentro una discusión enorme entre ‘Chuchú' Martínez y García Márquez, porque Chuchú había ido a buscar a Gabo, por instrucciones del General Torrijos, en una avioneta monomotor que él mismo piloteaba y Gabo decía ‘yo no me voy a montar en esa porquería'. En ese momento, Ritter intervino y le ofreció su carro a Gabo.

Recordó sobre la primera visita de Gabo a Panamá, en 1974, cuando el escritor vino a conocer sobre la posible violación a los derechos humanos durante la dictadura del General Torrijos, que una comisión internacional estaba investigando.

También habló sobre la relación de amistad que tuvo con el General y el compromiso de Gabo de acompañar todo el proceso de recuperación del Canal de Panamá a través de la firma de los tratados Torrijos-Carter, momento histórico en el cual participó como invitado del General y al cual llegó tarde, vestido de guayabera, por observar una manifestación contra el general Pinochet.

Durante la presentación del libro, Abello insistió en que más allá de retratar la obra periodística de Gabo, el libro es un recurso pedagógico, ‘una fuente de inspiración', con el que la fundación busca retratar valores fundamentales para el periodismo y que Gabo encarnaba muy bien, como el contar historias con ética y técnica.

El acto terminó con las palabras de Eduardo Quirós, presidente del diario La Estrella de Panamá y director de la Fundación Publicando Historia en las que destacó el apoyo tanto de los medios de comunicación como de la sociedad panameña mientras se buscaba una salida a la situación generada por la inclusión a la lista Clinton del propietario del diario, Abdul Waked. Pidió un aplauso para los empleados de GESE, ‘los que estuvieron y los que están', pues sin su apoyo, los diarios no hubiesen podido salir adelante.

La velada finalizó con la entrega simbólica de los primeros ejemplares de Gabo periodista a María Magela Brenes, directora de la Biblioteca Nacional; Orit Btesh, presidenta de la Cámara Panamaña del Libro; Eduardo Flores, rector de la Universidad de Panamá; Guillermo Antonio Adames, presidente del Fórum de Periodistas de Panamá; Filemón Medina, secretario general del Sindicato de Periodistas; James Aparicio, director del diario Metro Libre ; Sabrina Bacal, directora de noticias de TVN ; Laura Puertas, directora de noticias de Medcom y Diego Quijano, presidente del grupo editorial Corprensa; en función de los públicos objetivos del proyecto.

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