Un giro a la industria musical panameña

Actualizado
  • 20/05/2018 02:06
Creado
  • 20/05/2018 02:06
La reunión más importante del sector en Panamá cerró esta semana con el elogio de los conferencistas internacionales y una meta clara: la estructuración en red

Ritmos urbanos fundidos con jazz, folclor, calipso, timba, rock, típico y soul. Un abanico amplio de estilos resplandeció durante tres días sobre la tarima de conciertos de TRAMA, en el Ateneo de Ciudad del Saber. Pocas veces artistas panameños de géneros tan distantes comparten escenario, pero la alineación de estos showcases cristaliza la esencia de este evento: juntar en un mismo espacio a los expertos y actores de la industria de la música local e internacional.

Las presentaciones fueron solo la superficie del evento. Detrás de ellas se desplegaron tres jornadas completas de conferencias de profesionales de la industria a las que asistieron músicos, mánagers, productores, cineastas, publicistas, ingenieros y abogados, entre otros. ‘TRAMA y Ciudad del Saber están dando la oportunidad de tener un escenario de diálogo para construir acciones conjuntas que mejoren la competitividad de la industria panameña. Todo es un proceso y es importante contar con aliados', dijo una de las invitadas internacionales, Paola Vacca, quien actualmente lidera el Cluster de Música en la Cámara de Comercio de Bogotá, que a su vez organiza el Bogotá music Market (BOmm).

La iniciativa que lidera —creada en 2014— ha identificado los ‘cuellos de botella' dentro de la industria musical de Bogotá. Entre las problemáticas, ella menciona la ‘falta de articulación entre los actores del sector', ‘falta de escenarios para cinco mil personas' y ‘dificultades en la obtención de permisos' para realizar conciertos musicales. Tres desafíos con los que, a grandes rasgos, la industria panameña también tiene que lidiar.

LA MÚSICA Y LA LEGISLACIÓN

Vacca, quien también fue coordinadora de Redes de Proyecto BID-Industrias Culturales de Cali, menciona que para disminuir el número de trámites para sacar un permiso del Estado y poder realizar un concierto, se creó la Ley 1493 de 2012, también conocida como la ley de espectáculos públicos.

Walo Araújo, uno de los responsables de TRAMA, también habla del ámbito legal y su rol vital para empujar la industria musical de Panamá: el año pasado, él y el productor Yigo Sugasti se reunieron con el hoy viceministro de Comercio e Industrias, Eduardo Palacios, para entender las posibilidades de que esta cartera que ahora maneja el cine pueda manejar también los temas de música.

‘Normalmente las entidades públicas no hacen lo que la ley no les indica que hagan, y no hay ninguna normativa que diga que este ministerio se tiene que dedicar a la música', lamenta el también vicepresidente de comunicaciones de la Fundación Ciudad del Saber, donde se llevó a cabo TRAMA del 15 al 18 de mayo.

Sin embargo, Araújo menciona que se ha entablado una relación con la Dirección de Cine (Dicine) del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), porque considera que es ‘la más sensible a entender las necesidades similares que pueda tener la industria de la música'. De hecho, TRAMA contempló conferencias dirigidas a agentes del séptimo arte, como el master class ‘Music supervising for independent films and documentaries', dictada por el músico, docente y miembro votante de los Grammy, Jonathan Finegold.

‘He visto mucha gente de la industria del cine en TRAMA. Me parece una hermandad estupenda, sobre todo porque es la industria que nos lleva la delantera en organización y alianzas público-privadas. Están llegando mucho más lejos y es el camino al que hay que llegar con la música', detalló el promotor cultural y uno de los organizadores del evento.

UN SECTOR QUE APUNTA A SER RENTABLE

Paola Vacca advierte que si bien la música tiene un alto valor patrimonial, también tiene un valor económico y este debe ser el foco a trabajar para que los proyectos musicales —como los 12 que se presentaron en ‘TRAMA showcases'— sean sostenibles. Y es posible.

Un registro que analiza el Cluster de Música de Bogotá reporta que en los últimos dos años la creación de industria creció un 21%, basándose en el número de registro de empresas dedicadas a este sector.

‘Gracias a la ley de espectáculos públicos, todos los eventos de las artes escénicas deben registrarse ante el Ministerio de Cultura. Eso deja otra data importante que se analiza en el Observatorio de la Economía de la Música de Bogotá', comenta Vacca.

Por su parte, Araújo revela a La Estrella de Panamá que Ciudad del Saber trabaja en la creación de un cluster de las industrias creativas. Se trata de un proceso que está en etapa inicial, en la búsqueda de aliados y la atracción de nuevos actores.

PARTICIPAR DE FORMA ACTIVA

Otra de las especialistas invitada a TRAMA fue la curadora, networker y directora del departamento de consultorías y proyectos especiales de WOMEX (World Music Expo), Christine Semba, quien dictó la conferencia ‘Encuentros y mercados de la música: ¿Qué son y cómo aprovecharlos?'.

‘Lo primero que hay que tener es paciencia', dice Semba, ‘porque esfuerzos como TRAMA son a medio y largo plazo. Las cosas no pasan de un día a otro, es un proceso de construcción con varios elementos. La gente y los actores del sector deben compartir, hablar, mirar lo que necesitan y armar redes para trabajar en la misma dirección'.

Durante su ponencia, la directora de una de las conferencias más grandes de la escena global de la música, señaló que un error que ha visto en varios países que poseen un evento como TRAMA es pensar que se trata de un festival de música para ir a escuchar de forma pasiva.

‘Este es un evento de todos. La responsabilidad de cada actor es actuar de manera proactiva, no pueden esperar a venir de manera pasiva y decir ‘como mi banda no está tocando, entonces no voy'. Es importante que todos participen', aconseja.

El siguiente paso, aclara la ex directora de contenido y programas en WOMEX, es la formación y unión del sector. En esta etapa, los actores empiezan a profesionalizarse. Luego viene la internacionalización: armar delegaciones de artistas que puedan representar a Panamá en otros países.

‘Me parece que TRAMA marca una ópera prima de lo que yo pienso que tiene que ocurrir con Panamá', añade el actor, director y productor Rafo Muñiz. ‘Y es que Panamá va a ser la punta de lanza de Centroamérica para que haya una industria de entretenimiento más estructurada y más organizada. Panamá tiene el aeropuerto, el Canal, la cercanía hacia arriba y hacia abajo'.

Muñiz, uno de los más importantes promotores y mánagers de Puerto Rico —representando a artistas como Jennifer López, Gilberto Santa Rosa y Rubén Blades— dictó el master class ‘El papel del mánager' en TRAMA.

Todo el mundo que quiera manejar a un artista, sostiene el productor a este diario, tiene que prepararse en el área de finanzas, ser un buen lector, estar pendiente de todos los eventos que están sucediendo y ‘ponerse a mirar la gente'.

‘El mánager tiene que mirar quién es el público potencial de su artista y ver cómo se comporta, si le causa entusiasmo o curiosidad ver a su artista. El manejador tiene que observar mucho', señala Muñiz.

TRAMA cerró el viernes con la satisfacción de haber cumplido un objetivo inicial de servir como plataforma de encuentro para los agentes de la industria nacional e internacional, quienes han hecho conexiones, alianzas y apuntan a la autoorganización para tener una voz que interlocute con la cámara de comercio y el gobierno.

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El primer encuentro de la gente de la música en Panamá

Durante cuatro días, TRAMA se convirtió en un punto de conexión para los actores de la industria de la música en Panamá, generando nuevas alianzas creativas, profesionales y de negocios.

El programa arrancó la noche del martes 15 de mayo con la conferencia ‘Cambio social a través de la música' del jazzista Danilo Pérez, y ‘Cabanga: Folklore contemporáneo' de la voz de la cantautora, multiinstrumentalista e investigadora musical, Patricia Vlieg.

El miércoles, temprano a la mañana, Paola Vacca y Christine Semba presentaron las conferencias ‘Bogotá, ciudad de la música' y ‘Encuentros y mercados de la música: ¿Qué son y cómo aprovecharlos', respectivamente.

En esta misma jornada se realizaron presentaciones cortas de festivales, oenegés, emprendimientos y realizadores cinematográficos. Igualmente, Jonathan Finegold, Janice Cigarruista, Rafo Muñiz y Carmen de Alfanno dictó cada uno un master class en musicalización de películas, gestión de derecho de autor y el papel del mánager.

La noche del miércoles iniciaron los showcases con la presentación de Joshue Ashby & C3 Project, Iván Barrios, Afrodisíaco y Carlos Méndez.

El jueves Karol Zingali presentó ‘Latinoamérica en el Mundo. Experiencias en los Mercados Internacionales' y Andrés Ochaíta Cerdá ‘Producción musical en sellos discográficos'.

Las clases magistrales las encabezaron Ricky Ramírez, con ‘La música y sus negocios derivados'; Norma Buendía, con ‘Administración y funcionamiento de la gestión colectiva'; Javier Pérez Sandoval, con ‘El proceso de investigación - creación de Carrera Quinta Big Band'; e Ileana Novas, con ‘Inclusiones musicales en el cine independientes', entre otros.

El segundo ciclo de showcases tuvo como protagonistas a Pepe Bahía, The Beachers, Séptima Raíz y Luci & The Soul Brokers. Y el tercero, el viernes, presentó a Entre Nos, Kenny & Kiara, MecániK InformaL y Señor Loop.

LUGAR

LA CIUDAD DEL SABER, UNA PLATAFORMA PARA EL DIÁLOGO

La Ciudad del Saber albergó durante cuatro noches y tres días TRAMA—Industria de la música, un evento que incluyó conferencias, conversatorios, clases magistrales y tres noches de conciertos en los que se presentaron artistas y bandas musicales previamente elegidos por convocatoria pública.

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