Arte con los vibrantes colores del trópico

Actualizado
  • 24/10/2018 02:00
Creado
  • 24/10/2018 02:00
Miguel Ángel Morales celebra cuarenta años de dedicación al arte. En su estudio nos ofreció un interesante recorrido a través de los motivos que le han inspirado

Brillantes rojos, naranjas y verdes parecen saltar de los lienzos, así como amarillos y lilas. El colorido del trópico se asoma en las pinturas, muchas de gran formato, de Miguel Ángel Morales, quien cumple cuarenta años de labor artística.

Sus obras se aprecian desde la puerta abierta de su estudio en Bella Vista. Una pieza cuelga en la terraza cercada. Los transeúntes habituales saben que por semana se exhibe una diferente.

Y es que el apartamento que funciona como taller artístico exhibe y almacena una gran cantidad de obras de todo tamaño y diversos motivos.

‘Empecé a pintar hace ya 40 años, hago una pintura que puede considerarse de la escuela primitiva', explica.

La espontaneidad es una constante en el arte de Morales. ‘Usted me da una tela y yo pinto, no necesito de modelos, tampoco pinto por encargo, no puedo; yo pinto lo que quiero pintar', detalla.

A lo largo de los años, Morales se ha inspirado en varios motivos. En su obra destacan los negros, sobre todo la cultura caribeña de Colón, los congos, así como vendedores de frutas, hombres, mujeres, niños y ancianos.

Para el artista, sus cuadros son historias pintadas. ‘No vivo del arte, vivo para el arte', dice. ‘Trabajé para poder dedicarme a mi oficio. Ya dejé de trabajar, así es que me entrego exclusivamente a mi arte', agrega.

Y esta condición le ofrece el beneficio de ocupar por completo su tiempo a crear. ‘Todos los días pinto desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde', dice. Y también de complacerse a sí mismo en sus pinturas.

Algunas de ellas abordan la problemática de los inmigrantes que son rechazados con un gran muro, protestas populares, problemas sociales, incluso la muerte.

También ha pintado paisajes tropicales, frutas y grandes girasoles.

Actualmente, Morales le ha dedicado espacio a la abstracción. Y todas y cada una de las temáticas que aborda tienen algo en común: el exuberante colorido del trópico.

Miguel Ángel Morales estima que su taller puede albergar mas de mil obras, pero esto no le inquieta.

‘No pinto para vivir y estoy consciente de que mucho de mi obra no es comercial', comenta.

El artista expone aproximadamente una vez al año, es lo que le impone una disciplina que le fue inculcada desde los inicios de su carrera.

Y así, como él recibió apoyo y consejos de buenos maestros, se preocupa de transmitir también algunas enseñanzas.

‘Muchachos que estudian en la escuela de arte pasan por aquí, regularmente, me visitan, hacen preguntas, intercambiamos opiniones', comenta.

‘Muchos no quieren terminar la escuela porque piensan que en un par de años ya aprendieron bastante', dice preocupado. ‘Hoy más que nunca hay que estudiar mucho, prepararse, investigar, hacerte de un mentor', advierte.

Para el artista, es importante que el joven que se quiere dedicar al arte, además de dominar las técnicas del trabajo —cosa que se logra con mucha práctica y esmero—, ‘tiene que desarrollar un trabajo con identidad'.

Y es que el acceso a internet ‘así como ayuda a difundir el trabajo de cada uno, hace más sencillo también imitar a otros, copiarse. Por eso no es suficiente dominar los trazos, tienes que poder decir algo con tu trabajo', reflexiona.

Para Morales, ‘en tiempos como estos es necesario, más que nunca, lograr la excelencia porque hay mucha competencia y gente muy buena trabajando', concluye.

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