Elecciones 2019, para que nada cambie

Actualizado
  • 26/10/2018 02:00
Creado
  • 26/10/2018 02:00
El doctor en Ciencias Políticas y Sociología presenta hoy ‘El vencedor no aparece en la papeleta'. Una obra imprescindible para entender el rol del transitismo, todavía vigente tras los sismos de Martinelli y los ‘Panama Papers'

Más allá de la paleta que identifica a los distintos colectivos políticos, de los nombres de los candidatos que se repiten en las tertulias, de la arenga electorera, solo habrá un ganador definitivo en las elecciones de mayo de 2019: el sistema. Un modelo económico basado en el transitismo, apuntalado desde el golpe militar de 1968 y consensuado por las élites, que, independientemente de los resultados en los próximos comicios, se mantendrá inalterable.

‘La democracia es para que las élites pueden luchar por el poder sin aniquilarse unas a otras, para que la competencia sea a través de votos y no de balas. El conflicto entre élites es constitutivo de la democracia'.

Esta es la conclusión a la que ha llegado el politólogo Harry Brown en el libro El vencedor no aparece en la papeleta , cuyo lanzamiento tendrá lugar hoy en un evento que se realizará en el Teatro Gladys Vidal, ubicado en el edificio Hatillo, de la Alcaldía de Panamá. ‘Desde niños se nos enseña que es la vocación del país, que el país no puede ser otra cosa', plantea Brown, quien considera que la oferta electoral carece de proyectos políticos que puedan ofrecer una alternativa a un modelo de país ‘que muchas veces no nos gusta, pero que no nos damos cuenta que estamos legitimando con nuestro voto'.

Publicado bajo el sello de la Editorial Descarriada, la génesis de ‘El vencedor no aparece en la papeleta' se remonta a una colaboración transfronteriza. A investigadores de varios países se les solicitó que respondieran a una pregunta que inicialmente se antojaba sencilla, pero que en realidad ‘llevaba algo de trampa'.

‘¿Para qué sirve el voto?'. Esta fue la interrogante que se formuló desde México, país desde donde se coordinaban los esfuerzos. Reflexionando sobre la historia panameña, Brown, quien es director del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales, reformuló la pregunta original. Para él lo fundamental no era analizar la función del voto en sí, sino más bien identificar al beneficiario real del proceso electoral.

En este sentido, Brown, quien es profesor invitado de la escuela de negocios INCAE, apunta a que el título de su libro es en realidad un guiño que hace al lector, al que le sugiere la idea de que ‘cuando votamos no necesariamente lo estamos haciendo por los que están en la papeleta, sino por un modelo de país'.

A diferencia de las elecciones de 2004, que terminaron con el ascenso de Ricardo Martinelli y de su partido al poder, en lo que Brown califica como ‘un terremoto electoral de la misma magnitud de los registrados en Ecuador y Bolivia', cuando Evo Morales y Rafael Correa subieron al poder, el investigador descarta una polarización de cara al próximo torneo electoral.

EL PODER EN LAS SOMBRAS

Aunque el exinvestigador del Centro de Estudios y Acción Social de Panamá (Ceaspa) considera que el conflicto entre las élites es ‘constitutivo de la democracia', no prevé que el escenario político para el 2019 esté polarizado. ‘Nuestras facciones de la élite política tienen básicamente el mismo proyecto de país transitista, así sean partidos de oposición, de Gobierno, independientes, etc'.

El resultado, plantea Brown, son comicios electorales donde las propuestas son tan similares que ‘no estamos escogiendo realmente'. La posibilidad de elegir es una ilusión en un proceso electoral donde las reglas del juego están arregladas para favorecer ‘a las élites opacas, a las que se le está presionando para parecer transparentes'.

EL MODELO, DESPUÉS DE LOS ‘PANAMA PAPERS'

Brown destaca que después del escándalo de los ‘Panama Papers', el Gobierno panameño ha estado adoptando medidas destinadas a trasparentar las actividades financieras. Sin embargo, advierte que todavía es demasiado temprano para precisar si el golpe al sistema financiero podrá ‘socavar o no las bases de poder de nuestras élites'. ‘Básicamente Panamá ha sido un país opaco, en lo económico y político. La opacidad del financiamiento en la política es la misma que se ha dado en nuestro sistema financiero'.

En un escenario donde el poder de las élites locales ha reposado en su capacidad de insertarse en las actividades económicas internacionales, que el modelo panameño sea cuestionado desde el exterior puede provocar que ‘la base de poder interna se tambalea un poco'.

El politólogo no está convencido de que los decretos, leyes y acuerdos internacionales alcanzados por la presente administración sean suficientes para contrarrestar la inercia histórica de las ‘élites a ser opacas, a sacarle ventaja a la opacidad'.

Frente a esta realidad inmutable de la política local, al electorado le quedan dos opciones: votar en blanco, una opción que Brown considera como legítima; y la generación de proyectos políticos que promuevan opciones reales de cara a las elecciones del 2019.

APERTURA PARA EL CONTINUISMO

FICHA BIOGRÁFICA

Es autor de ‘Partidos políticos y elecciones en Panamá: un enfoque institucionalista', y editor y coautor del libro ‘Las reformas electorales en Panamá: claves de desarrollo humano para la toma de decisiones' (PNUD, 2010).

Nombre completo: Harry Brown Araúz

Nacimiento: 17 de mayo de 1971, ciudad de Panamá

Ocupación: Doctor en Ciencia Políticas y Sociología

Resumen de su carrera: Sociólogo y politólogo panameño. Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, donde obtuvo su título con honores. Fue por diez años asesor y especialista en gobernabilidad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en la oficina país de Panamá. Actualmente es director del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (CIEPS, AIP).

El crecimiento económico panameño ha disparado el skyline de la ciudad y la empleomanía. La política también ha sentido los efectos del boom , un hecho que ha pasado desapercibido para los analistas políticos que todavía se ciñen a esquemas de décadas pasadas.

El sistema político tradicional, de dos partidos políticos dominantes —Partido Revolucionario Democrático y Panameñista— sufrió una drástica alteración después de la irrupción de Cambio Democrático. Como consecuencia, la predecible alternancia bipartidista se rompió, mejorando las perspectivas para el partido gobernante, si bien Brown añade que frente a este nuevo equilibrio de fuerzas ‘los tres partidos cuentan con las mismas posibilidades'.

Ante la posibilidad de que el continuismo se convierta en parte de la realidad electoral, Brown advierte de los retos que, en materia de credibilidad, podrían surgir en torno a la labor que viene desarrollando el Tribunal Electoral, dado que los resultados son más creíbles cuando no proclaman el triunfo del oficialismo.

Impredecible también es el efecto que tendrá Martinelli en la campaña, si bien su influencia está limitada por su situación jurídica. Aun así, Brown no disminuye su importancia como actor político. ‘Es difícil llegar a ser tan popular como lo fue Martinelli en su momento', sostiene.

El politólogo mantiene la cautela frente a un escenario cambiante, con nuevas reglas en juego y en el que ya no se cuenta con los indicadores que proveen las encuestas. Serán unas elecciones inéditas, como lo es también ‘El vencedor no aparece en la papeleta', una obra accesible sin menoscabo de su rigurosidad académica.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus