Cultura congo, Patrimonio inmaterial

Actualizado
  • 02/12/2018 01:01
Creado
  • 02/12/2018 01:01
El reconocimiento por la Unesco de las expresiones rituales y festivas de este grupo de descendientes de cimarrones como patrimonio supone un realce de estas tradiciones tanto en Panamá como el resto del mundo

La noticia se dio a conocer én la página web de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y se regó como pólvora a través de las redes sociales.

‘Panamá logró la inclusión de las Expresiones rituales y festivas de la cultura Congo en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, al recibir fallo favorable durante la 13a Sesión Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial que se celebra en Port-Louis, República de Mauricius. En la reunión se presentaron 47 propuestas a las dos listas: Lista de Salvaguardia urgente (7) y Lista representativa del PCI de la Humanidad (40). Aparte de ello se evaluaron dos propuestas a las Buenas prácticas de salvaguardia y los procesos de concursos de fondos para proyectos y las peticiones de ayudas urgentes; así como 32 informes periódicos.

‘Hay que enraizar más esta cultura, porque aunque la vida continua, no se deben perder las raíces y las manera de hacerlo es cuidar esas costumbres sus tradiciones, ponerles raíces para luego volar',

SANDRA ELETA

La candidatura fue presentada por el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI) a través del Proyecto Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, en marzo de 2017 después de un exhaustivo trabajo de inventario y documentación de más de tres años. Con este reconocimiento, Panamá ha logrado la inclusión de dos importantes elementos de nuestra identidad e historia como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El primero fue los ‘Procesos y técnicas artesanales de las fibras vegetales para los tejidos de los talcos, crinejas y pintas del Sombrero Pintao'.

‘Nos sentimos orgullosos por la declaración de las expresiones rituales y festivas de la cultura congo como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y agradecemos el esfuerzo conjunto de los líderes de las comunidades, asociaciones culturales, instituciones, del embajador de Panamá ante UNESCO, Flavio Méndez, y del equipo del MICI, que dieron como resultado esta importante noticia para Panamá', destacó el ministro de Comercio e Industrias, Augusto Arosemena, en comunicado de prensa emitido por el MICI.

LA PROPUESTA

‘Toda propuesta requiere de muchos requisitos para los que se requiere mostrar un trabajo previo y continuo con las comunidades', explicó Emma Gómez, directora del proyecto de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial del MICI en entrevista para La Estrella de Panamá. Uno de los requisitos es justamente dar muestras de los inventarios, de la consulta previa, libre e informada (mediante capacitaciones, reuniones y solicitud de cartas y firmas una vez que comprende el trabajo sobre el patrimonio cultural inmaterial y el objetivo de las listas de UNESCO).

El inventario de la cultura congo se inició en 2013. En cada ficha firman tanto el entrevistado como el entrevistador para dejar constancia de que permite divulgar su información, sus imágenes y entrevistas con la condición de no ser usadas con fines comerciales. Se suman a estas, las capacitaciones y talleres. El inventario luego es procesado e ilustrado para obtener la información para elaborar la propuesta.

Con todos estos elementos y tomando en cuenta las posibilidades de la propuesta, se redacta y revisa el expediente y se envía a traducción. Este proceso toma varios meses. Posteriormente es firmado por la autoridad correspondiente del Ministerio de Comercio e Industrias.

‘El expediente incluye varias partes: el formulario, las constancias del consentimiento, diez fotos escogidas durante el proceso y un video no mayor de diez minutos que debe recoger y mostrar, sin estilo publicitario, la esencia de la manifestación', detalla Gómez.

El paquete se envía de dos formas, mediante correo electrónico a Unesco y físicamente vía courier al embajador de la Delegación permanente de Panamá ante Unesco, quien lo entrega a las oficinas de patrimonio cultural inmaterial en las oficinas de Unesco en París.

La preparación del expediente, finalizada y documentada toda la investigación toma entre uno y dos años, según las características de la manifestación y los involucrados.

La nominación aprobada fue ‘Expresiones rituales y festivas de la cultura congo', lo que incluye, según Gómez, ‘las celebraciones y representaciones durante la temporada congo y sus prácticas rituales especiales en las distintas etapas de sus vidas (bautizos, coronaciones de traspaso, sepelios). Se describen los vestuarios, música, danza, gastronomía, personajes y significados de las variadas representaciones festivas (contra los opresores) y los significados reales y profundos de los miembros de un palenque, bajo los consejos de la reina y su corte, que tiene un código de relación y trato con sus miembros'.

QUÉ REPRESENTA ESTA DESIGNACIÓN

Tal y como la designación, su mayor valor es intangible, afirma Gómez. ‘Está en el reconocimiento de tu identidad, y el compromiso de la humanidad, ya no solo de Panamá, de evaluar cómo la cuidamos', acota.

Si bien no hay premio en fondos, la respuesta al beneficio de inclusión en esta lista ‘se nota en la reacción de los congos y los que no lo son, en las autoridades, en el propio espacio de Unesco, porque en primera instancia se reconoce la diversidad, la capacidad de convivencia y de valor que tienen la cultura y las tradiciones en el desarrollo en un ambiente de paz, reconocimiento y validación de la autoestima', destaca.

La convención anota la necesidad de abrir espacios para el desarrollo sostenible, y eso indica la necesidad de incluir los valores de cada cultura en la educación formal, en los espacios para practicarla y vivir de acuerdo a ella cuando así corresponda.

Así como Panamá logra un reconocimiento mundial como país, adquiere a la vez ‘el compromiso de establecer las políticas culturales a nivel de municipios, de gobernaciones y de instituciones (educativas y a todos los niveles)'.

En el caso concreto del Ministerio de Comercio e Industrias, este debe permanecer ofreciendo respuestas y espacios para talleres y ventas de artesanías; y revisando los espacios de protección de la propiedad intelectual.

Además, deben financiarse publicaciones para que toda la población conozca los grupos que la conforman, esto es competencia de no solo del MICI.

‘Cuando la nominación estaba en proceso, se presentó una ley de protección y fomento del Festival de congos y diablos de Portobelo, y ha sido la primera vez que esta región logra una ley sobre estos temas, en un área donde cada año los organizadores debían pasar por el viacrucis anual de recoger fondos', recuerda Gómez.

Al capital semilla que aporte el Estado, debe sumarse el esfuerzo de municipios y los miembros de la comunidad para aseguran resultados.

GESTORES Y COMUNIDAD

Para gestores culturales ya rtistas, la inclusión de las expresiones rituales y festivas de la cultura congo como patrimonio cultural inmaterial por parte de la Unesco es el reconocimiento a un trabajo que ha venido realizándose para mantener la memoria de este grupo descendiente de cimarrones que huyendo de la esclavitud estableció comunidades, pero cuyas manifestaciones culturales corren el riesgo de desaparecer.

‘Nos sentimos todos muy satifechos, muy orgullosos de esta designación y no te puedes imaginar el júbilo que ha creado en la población de Portobelo en la que he vivido pro tanto tiempo', reconoce la fotógrafa y gestora cultural Sandra Eleta. ‘Y es muy halagador pensar que en cierta medida se contribuyó con esa designación, porque a partir d ellos años setenta, se llevó a los congo probablemente por primera vez al Teatro Nacional o a un museo para una exposición que tuve de mis fotografías. Al estar tan marginados de la cultura oficial, fueron esfuerzos que se hicieron desde los años setenta para eliminar los prejuicios. No excluyo a otras personas que también lo han hecho pero, sí se hizo un trabajo muy fuerte con Realce Histórico y el Grupo Portobelo para dar difusión a la cultura congo', asegura Eleta.

‘Esto es un reconocimiento a un trabajo de memoria que se ha ido rescatando desde hace muchos años. En el caso de los hermanos Valencia, ellos recientemente grabaron un disco que recopila canciones ancestrales, también las reinas Marcia Rodríguez y Alejandrina Lan que han hecho este trabajo de preservar la parte ritual y comunitaria, Por nuestra parte, en afrodisíaco hacemos un rescate de los ritmos para que permanezcan en la memoria y puedan reintegrarse como ritmos que son de la panameñidad', destaca Miroslava Herrera, historiadora y vocalista de esta agrupación musical.

‘Que esto nos sirva a los panameños para empezar a derribar los prejuicios, el racismo, la falta de empatía y comprensión entre las personas'

MIROSLAVA HERRERA

La designación tiene una pertinencia muy importante en este decenio de los afrodescendientes también decretado por la ONU, para recordarle a los panameños ‘que nuestra raíz africana nos aporta valores importantísimos como la búsqueda de la libertad, la resistencia hacia la esclavitud, el valor de la comunidad y la diversidad. Son estas cosas que están dentro del sistema de creencias de la cultura congo y son muy importantes para el día de hoy', agrega Herrera.

Para Roberto King, quien ha sido el productor de cuatro festivales de Congos y diablos y ha estado ligado a sus agrupaciones gestoras desde sus inicios, ‘por supuesto que estamos contentos todos los que hemos tenido de alguna manera relación con este proceso, , los que hemos colaborado con proyectos específicos que han ayudado a la consolidación de la imagen y digamos de un prestigio, de una cultura que hasta hace tan poco era desvalorizada'. El gestor cultural asegura que ‘precisamente la tenacidad y la constancia que caracteriza a aquellos que fueron esclavos y se resistieron a ello, ha dado como resultado el reconocimiento'.

‘Debe ser de mucho orgullo para los panameños que lo que e reconozca de esta cultura es su valentía, su comunidad, la resistencia ante la opresión. Ese es el mensaje el valor que le estamos mostrando al mundo de lo que somos, pero falta que nos lo creamos', opina Herrera.

Y ese es justamente uno de los aportes de este reconocimiento. ‘Que Panamá aporte al mundo ese mensaje de audacia, de unión entre las personas a pesar de sus diferencias y que esto nos sirva a los panameños para empezar a derribar los prejuicios, el racismo, la falta de empatía y comprensión entre las personas'. Es una oportunidad que va tanto desde a fuera como hacia adentro, establece Herrera.

Pero para ellos es primodial el trabajo no solo del aparato del Estado para promover, documentar y concienciar, sino también de las comunidades involucradas.

‘Yo les decía a estos muchachos que hay que enraizar más esta cultura, porque aunque la vida continua, no se deben perder las raíces y las manera de hacerlo es cuidar esas costumbres sus tradiciones , ponerles raíces para luego volar. Este reconocimiento debe darles un orgullo que les dé un empoderamiento que les permita hacer este trabajo', propone Sandra Eleta

Dar valor a sus fiestas y también a los festivales que son herramientas para dar mayor visibilidad a estas tradiciones.

Ha habido un proceso de proyección y de divulgación y educación en términos de esta cultura que se ha dado a través de los festivales que han creado esa estructura que permite que en un solo día gran parte de las agrupaciones de los pueblos se reunan en una sola jornada y que un público pueda ver toda la variedad de manifestaciones que componen esta cultura, que las aprecien, puedan entenderlas mejor y llegar a quererlas y a asumirlas como una parte de nuestra idiosincrasia', detalla King.

Y es que estos festivales son un punto de encuentro y de empoderamiento y fortalecimiento de la imagen de cada uno de los cultores; un espacio donde también se fortalecen como colectivo.

Estos aportes aunados al trabajo de documentación e inventario, permitirán una transferencia de conocimientos a nuevas generaciones de una forma más ordenada y segura. ‘No hay que dejar de lado el importante trabajo que hizo Emma Gómez específicamente de cara a la presentación de esta propuesta, que obviamente fue medular para que eso sucediera', acota King.

El reconocimiento de la Unesco puede además de dirigir los reflectores a estas manifestaciones, la posibilidad de crear fondos de apoyo y la gestión de acuerdos internacionales. Pero sobre todo, que los jóvenes de estas comunidades ‘sigan viendo sus tradiciones como parte de ellos y que las practiquen, sin vergüenza ni temor de qué dirán los otros. Que eso se refleje en un mayor apoyo a todas estas manifestaciones que se dan en los rincones más recónditos de la provincia de Colón, y en otras localidades del país, que es precisamente donde menos se ven pero que es donde están las raíces reales de la cultura de los congo', afirma King.

MÁS PROPUESTAS

Aunque la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, aprobada por la Conferencia General de la Unesco celebrada en 2003 no tiene como objetivo final inscribir elementos, hay que reconocer que este valor agregado ha alcanzado mucha importancia para todos los países. Sin embargo, ‘el objetivo fundamental al ratificar la convención es que cada país visibilice su patrimonio inmaterial, lo salvaguarde y ofrezca para este tema las políticas necesarias para el desarrollo en paz, sin inclinaciones ni preferencias de unas culturas sobre otras', explica Gómez. Por esta razón es que se llevan a cabo los inventarios. ‘No se puede escoger por peticiones o instrucciones, no es el procedimiento ni el espíritu de la Convención. Cuando inventariamos en general en todo el país, evaluamos si las manifestaciones cumplen con los requisitos que pide la Unesco, entre ellos si sus valores promueven la convivencia y reconocimiento mutuo en igualdad', agrega.

En este sentido, ya hay una nominación aceptada en Unesco en sus dos primeras etapas, para la Lista de Buenas Prácticas de Salvaguardia. Se trata del ‘Programa ecológico y cultural asociado al Festival de las tortugas marinas de Armila'. También hay dos expedientes en proceso desde 2011 y deben definirse —depende de las comunidades aprobarlos o no— : los significados y procesos de elaboración de las molas gunas y las danzas del Corpus Christi de Panamá. ‘Simultáneamente se sigue inventariando y promoviendo el mejoramiento del diálogo y de los procesos en otras manifestaciones que tienen mucha riqueza y posibilidades de inscripción', informa Gómez.

Esta labor, como toda actividad que inicia, comenta la directora, tiene tiene limitaciones para ser comprendida, sobre todo si no se ven beneficios inmediatos y lo primero visible es el nivel de costos que representa en equipo humano especializado, equipos audiovisuales y bases de datos, capacitación a nivel interno y externo, viáticos, etc., por lo tanto los fondos económicos son una permanente negociación'. El trabajo interinstitucional resuelve algunos detalles, pero no todos. A pesar de ello, Gómez se siente muy satisfecha con la labor realizada en los últimos años por ‘un equipo de profesionales muy comprometidos y apasionados que merecen lo mejor en sus posiciones' y que les ha permitido entregar desde 2015 dos informes periódicos y tres nominaciones (dos inscritas y una en proceso).

Otra realidad es que solo se puede presentar una nominación por año y ‘a nivel de comunidades a veces no se tiene paciencia y algunos tienen la visión de que una manifestación lo merece más que otra', sin considerar que precisamente lo que piden las dos convenciones, la de Salvaguardia y la de Diversidad cultural, es que ninguna expresión se considere superior a otra', concluye Gómez.

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