Mi ingreso a la Sociedad Bolivariana de Panamá

Actualizado
  • 05/11/2019 00:00
Creado
  • 05/11/2019 00:00
El honor que se me confiere de ser miembro de esta augusta institución no caerá en el vacío

Cuando acepto un reto en la vida es porque tengo el propósito y la capacidad de aportar a esa causa. No he servido nunca para figurar o vegetar. Aquí estaré, mientras Dios me de vida, aportando lo mejor de mis conocimientos y experiencias para el logro, aún inconcluso, de la visión y deseos de ese gran patriota latino-americano que conocemos como Simón Bolívar y su anhelada Patria Grande.

Estén seguros de que este humilde servidor, Jairo Henry Pertuz Suarez, viene a aportar positivamente al engrandecimiento de esta noble e inspirada institución llamada Sociedad Bolivariana de Panamá-. Yo no veo esta institución como un Club Social sino como una institución que debe cumplir el rol para el cual fue creada con proyecciones internacionales.

Dijo ese gran patriota conocido como “el libertador” en una de sus célebres citas: “Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro”. Los partidos no han cesado en malas prácticas, y esa Unión Latino-americana, que fue su sueño, y por la que dio su vida, aún no se ha dado. Ha podido más la falta de visión, el egoísmo, la incapacidad gubernativa y los intereses personales, políticos y geopolíticos.

Bien, aquí, desde esta benemérita Sociedad Bolivariana de Panamá, tenemos un reto, tenemos mucho que hacer para lograr ese sueño. Y que bueno es Dios, que desde aquí, desde este salón donde se dio el Congreso Anfictiónico y donde reposa una réplica valiosa de la espada de Bolívar que nos obsequiara otro militar venezolano, se da hoy, 16 de octubre de 2019, a pocos días de haberse recordado el Día de luto y dolor de la toma de países latino-americanos que costó millones de vidas, violaciones y saqueo de riquezas. Repito, que bueno es Dios, que nos permite tener la oportunidad de ingresar a la Sociedad Bolivariana para aportar en pro de la causa por la que lucho y murió Simón Bolívar y por cuya causa siguen muriendo miles de esa raza milenaria indígena y su mestizaje, por seguir siendo protectores de la tierra, de la vida y la soberanía.

Nosotros tenemos la palabra, y también los deberes patrióticos que deben mover nuestro accionar. Si el General negro haitiano Alejandro Petión ayudó a Bolívar en su misión libertaria, nosotros tenemos el deber de hacer honor a esa valiosa ayuda y a los sacrificios de Bolívar. Estamos en el Siglo XXI y la batalla aún no ha terminado para hacer realidad el sueño bolivariano.

Como decía mi abuelo materno: “No te rindas nunca, no vendas tu conciencia ni tus actos y encomiéndate a Dios para que tus aportes sean siempre para el bien de la humanidad y de tu familia”. No te defraudaré abuelo amado, como tampoco defraudaré a esta noble institución.

Hoy es para mí un día feliz para recordar siempre.

Sociedad Bolivariana de Panamá
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