Ela Urriola: 'Si se quiere una sociedad domesticada, la filosofía estorba'

Actualizado
  • 22/11/2019 11:28
Creado
  • 22/11/2019 11:28
Ayer se conmemoró el Día Mundial de la Filosofía y la especialista panameña reivindica su valor y resalta la ética para las sociedades. La pintora y escritora utiliza su talento para estimular el Desarrollo del pensamiento crítico
La filósofa vislumbra una nación con mayor pensamiento crítico y capacidad de discernimiento.

Escritora, poeta, pintora y profesora. Ela Urriola obtuvo un doctorado en Filosofía Sistemática en la Karlova Univerzita, Praga. Tras celebrarse el Día Mundial de la Filosofía (21 de noviembre) reivindica la ética para las sociedades. “Temo el día en que cierre los ojos pero no de una forma definitiva, porque hay que llegar al punto de no temer a la muerte, sino de cerrar los ojos ante la realidad”, reflexiona. Urriola, con más de 20 años de docencia, dicta las cátedras de Estética en la Facultad de Bellas Artes en licenciatura y maestría, y Filosofía, Ética, Bioética y Derechos Humanos en la Facultad de Humanidades. Desde su experiencia constata que a pesar de los incidentes del entorno, vivió su infancia lejos de Panamá, su tierra natal, durante el exilio de su padre. La dimensión afectiva y creativa de sus progenitores reforzó su confianza en el mundo. Autora de cuatro obras literarias, su pensamiento crítico forjó el camino a las diversas distinciones, entre ellas: el Premio Nacional de Literatura “Ricardo Miró” en Poesía con La nieve sobre la arena (2014), Premio Nacional de Cuento “José María Sánchez” con su obra Agujeros negros (2015), Premio Nacional de Literatura “Ricardo Miró” con el poemario La edad de la rosa (2018) y Premio Anita Villalaz “Escritora del año” por Valores Perennes (2019). Sentada en una de las bancas del parque del campus Harmodio Arias Madrid, de la Universidad de Panamá, sencilla y crítica cavila sobre el valor de la filosofía en la actualidad y su haber literario.

¿Cuánto valor tiene la filosofía para la sociedad?

Depende del tipo de sociedad que se quiere. Si se quiere una domesticada que se establezca en base a vínculos económicos, como en efecto muchas de las plataformas políticas que encontramos van en función a eso, pues la filosofía y cualquier otra disciplina que interpele el conocimiento no va a ser necesaria, será hasta incómoda y estorba. En una sociedad cuyos gobernantes sean o aspiren a ser estadísticos, plantearse el alcance de un proyecto de nación, las humanidades en general, no solo la filosofía, serán fundamentales y no van a erradicarse del currículum como sistemáticamente se ha hecho. En la educación panameña se han restringido materias de humanidades porque se quiere un ser que haga cosas y no que pregunte de estas cosas. Recién celebramos el Día Mundial de la Filosofía en aras de sentar el pensamiento crítico, un pensamiento que analiza el mundo. Creo que si eso no fuera importante, muchas sociedades no invertirían en promover una educación más humana.

¿Cuan importante es la filosofía en Panamá?

Ha estado bastante restringida, de manera solapada. Es una carrera que recién empieza a darnos optimismo, a final de cuentas no es un fenómeno solo en Panamá, tiene que ver con el tipo de sociedad que se quiere y cómo se perfila los roles ciudadanos. Considero que deberíamos repensar un poco el papel de las humanidades en el siglo XXI, el papel de los artistas, del conocimiento, de la información. No crear solo tecnócratas, sino ser capaces, desde la tecnología, de resolver problemas fundamentales, entre ellos el de la equidad, el del respeto a los derechos humanos y el problema ético; sabemos cómo está la ética en nuestro país. En Panamá, la filosofía es una las licenciaturas más antiguas que tiene la Universidad de Panamá, de hecho la Facultad de Humanidades se llamaba Facultad de Filosofía, Letras y Educación, a tal punto era importante en aquel momento. Los estudiantes todos era potenciales líderes o líderes estudiantiles. El estudiante de filosofía representaba esa conciencia crítica de la nación, que en aquellos tiempos, por la década de los 60, estaba en la universidad y que ahora quiere volver a cuajar. La filosofía ha tenido un papel importante en la historia de Panamá. La conciencia del estudiante universitario estaba muy vinculada a la conciencia de la identidad nacional. Muchos de estos estudiantes de la década de los 60 estuvieron vinculados a los movimientos sociales.

¿Actualmente hay interés por ese pensamiento crítico, por la filosofía?

De manera inconsciente el niño ya es un filósofo que busca y pregunta, el problema consiste en cómo dejamos de preguntar y cómo nos olvidamos de la curiosidad. Pienso que la distancia se establece, a veces, por la forma en que la enseñamos.

En estos paisajes hipertecnologizados de hoy, ¿qué futuro tiene la filosofía?

La tecnología siempre debe ser una herramienta que promueva también estas preguntas, que promueva esta naturaleza del ser humano por la curiosidad. No debe ser un punto de llegada y en el momento en que esto sucede, simplemente nos desvinculamos de nuestra responsabilidad en el mundo porque la máquina no puede sustituir al ser humano ni la información puede sustituir al conocimiento. Allí está el dilema, cuando hemos invertido los roles y el ser humano se convierte en receptor de información y no productor de conocimientos.

¿Cuánta relación existe entre la filosofía y los gobiernos de izquierda?

En el siglo XX surge la conciencia sobre los derechos del ser humano, es más desde la modernidad desde Sócrates, o sea hay un hilo conductor histórico. Sócrates pensaba que todos los hombre y mujeres, incluyendo los esclavos, podían ser capaces de conocer. En el siglo XX justamente con la revolución industrial se acapara todos los modos del concepto de clase y de discriminación, se consideraba que la persona era casi parte de una máquina y entonces no tenían derechos. Allí surge una conciencia que lleva a que el marxismo invoque y convoque por una lucha de los derechos de los trabajadores. En nuestro país encontramos en la generación del año 1958 movimientos estudiantiles muy vinculados a estas reflexiones sobre el trabajador y la identidad. Sí, la izquierda va a tener un papel importante en ese contexto histórico. Probablemente el problema surge cuando el mundo cambia y los elementos o herramientas ideológicas a veces no se plantean los nuevos retos.

¿Filosofía y religión riñen?

Probablemente te refieres a la Edad Media, cuando la concepción del mundo era teológica y el concepto de curiosidad no era valorado y el concepto del cuerpo tampoco. Contrario al mundo clásico, en el que hay un reconocimiento del cuerpo y se ve el arte y las reflexiones sobre la naturaleza. En la Edad Media o periodo del oscurantismo vamos a ver no una ausencia de conocimiento, sino una restricción de algunos tópicos, entre ellos el preguntarse sobre el devenir de las cosas, porque todo se planteaba desde el dogma. En el mundo actual encontramos diversas corrientes y posiciones filosóficas, obviamente todavía hay influencia de la teología de la liberación, una religión mirando hacia los pobres. Encontramos en la filosofía esa inclinación por las ciencias, las neurociencias, la bioética, encontramos en la filosofía casi todos los problemas, incluso políticos. ' El hombre es un animal político', dijo Aristóteles, entonces al final, todas esas responsabilidades y toda la ética que enmarca la consecuencia de nuestros actos es algo que todavía no ha tenido caducidad, es decir, es algo que todavía es importante en el mundo, algo que tenemos que revisar es lo que estamos haciendo en torno a la política y ética.

Cambiemos de tema, hablemos sobre Ela Urriola. Artista literaria, profesora y filósofa, ¿qué fue primero?

Todo vino de alguna manera muy natural, de la manera en que mis padres me enseñaron a preguntar, a no tener miedo, a final de cuentas el miedo detiene el conocimiento necesario para la filosofía, para la evolución del mundo. No podría separar mi yo pintora, literaria y profesora, todo viene junto y la intención de mis obras busca interpelar al lector desde la parte existencial o desde la parte de la igualdad .

¿Qué le cuesta más en estas tres facetas?

Equilibrar el tiempo para hacerlas, porque hay que repartirse.

¿Qué hay después de la muerte?

Todavía nadie ha regresado para decirlo (risas). El problema de la muerte está arraigado en la filosofía. Siempre los filósofos se han preguntado sobre el más allá, Platón habló del alma. Pero creo que, independientemente de lo que pensemos que hay más allá, lo importante es que lo que hay acá lo tratemos de enderezar y vivir plenamente. El mundo es infinito y nuestro conocimiento, también.

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