La solidaridad como modelo de negocio

Actualizado
  • 24/03/2020 06:00
Creado
  • 24/03/2020 06:00
En los últimos días hemos tenido la oportunidad de comenzar a valorar en su justa medida, los recursos y el valor que les asignamos. .

En los últimos días hemos tenido la oportunidad de comenzar a valorar en su justa medida, los recursos y el valor que les asignamos.

Estas columnas siempre tratan de temas relacionados con la innovación, las empresas, la nueva economía, y en ellas muchas veces escribo sobre cosas que a muchos de mis amigos les parecen hippies o “idealistas”. Resulta que durante esta crisis, son esas cosas las que están sosteniéndolo todo.

Las aplicaciones móviles, las redes ciudadanas, el teletrabajo, el transporte sostenible, la cultura ciudadana... en fin, todos esos temas que a mis amigos financieros les hacen reír, ahora mientras están en sus casas, les empiezan a sonar menos graciosos y más cercanos.

Tenemos una gran necesidad de trabajar en soluciones a una cantidad de problemas, y son esos problemas validados los que generan las propuestas de valor de los emprendimientos, esta crisis nos va ayudar a enfocarnos en problemas más relevantes y reales.

La innovación no es un capricho, es una necesidad fundamental; no podemos volver a hacer las cosas como antes de la crisis, lo que nos llevó a la crisis fue justamente hacer las cosas como las estábamos haciendo.

Ya vimos que sí era posible teletrabajar, hacer telemedicina, la teleeducación...y que mucha de la congestión y contaminación en las ciudades, ocurría en esencia por nuestra desidia.

La economía creativa o economía naranja también a salido a replicar. En nuestro encierro de cuarentena, la música, la literatura, el cine y en general todas las creaciones de nuestros artistas y creativos, son las que nos sostienen el ánimo y nos hacen la carga ligera. La gente en Italia no canta en sus balcones los estados financieros de su empresa, cantan ópera y canciones populares; creo que debemos tomarnos más en serio esta área de la economía.

Ya vimos que, sin inversión en educación y ciencia, no vamos para ningún lado. En estos momentos son quienes trabajan en estas áreas, junto con las de la salud, quienes están llevando la batuta en la solución de la pandemia. Si de verdad queremos tener futuro, debemos invertir y generar proyectos en estos espacios.

Pero, creo que uno de los temas que más está quedando claro en esta crisis, es el valor de la solidaridad. La famosa economía colaborativa, solo funciona bien si tiene a la solidaridad como principio.

Ya vimos que hay miles de oportunidades para generar valor, cuando somos conscientes que las cosas solo avanzan si lo hacen para todos. El mundo postcoronavirus, deberá ser el mundo consciente de la profunda interconexión que tenemos entre todos.

Los problemas de hoy son globales, las soluciones también lo son; quienes trabajamos creando estas soluciones, debemos entender que solo trabajando juntos se puede crear verdadero valor y que solo cuando se crea ese valor para todos, los negocios que surgen de allí generan verdadera tracción.

Panamá debe repensarse desde este punto de vista, debemos dejar de pensarnos como islas y vernos como lo que somos, una red de comunidades que dependen unas de otras y que solo sumando pueden avanzar.

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