• 19/07/2020 00:00

Niños

Nos exigen reflexionar ¿Sobre qué quiere que reflexionemos aquellos que llevamos sin poder hacer otra cosa más que pensar durante 10.108.800 segundos

¿Qué es un niño? O bueno, claro, a ver, una niña, que se me olvida que últimamente hay que explicar el uso de masculino genérico. Voy a definirlo una vez más aquí para poder seguir la columna sin más interrupciones: “La Gramática explica que «los sustantivos masculinos no solo se emplean para referirse a los individuos de ese sexo, sino también, en los contextos apropiados, para designar la clase que corresponde a todos los individuos de la especie sin distinción de sexos»”. Una vez explicado esto, y avisados todos de que, en este aullido, cuando diga 'niños' me estaré refiriendo a niños y niñas, continúo.

En castellano se le dice niño a alguien que está en la niñez, esto es, que tiene pocos años, y si aquel al que nos referimos no es corto de edad sino de experiencia, también es designado como niño. Del mismo modo, son llamados niños los que obran con poca reflexión o con ingenuidad.

Este fin de semana se ha celebrado el Día del Niño en Panamá. Los niños, los de corta edad, son el grupo social que, desde que empezó esta cuarentena han sido los grandes olvidados. La mayoría de ellos llevan sin saborear la libertad, ni siquiera en los pequeños sorbos que nos permiten a los adultos, desde mediados de marzo. Niños encerrados, sin socializar con sus pares, sin poder explayarse jugando, encarcelados entre cuatro paredes que cada vez se les han ido estrechando más y más. Niños que, dependiendo de la cantidad de años que tienen a sus pequeñas espaldas, entienden mejor o peor este confinamiento. Niños que no entienden las boludeces con las que los políticos que nos gobiernan nos llevan mareando desde hace ciento diecisiete (117) días.

Este fin de semana se celebra su día, trátenlos bien, déjenlos ser niños, permítanles que corran por el pasillo, que se suban a los muebles, dejen de gritarles, jueguen con ellos aunque se pierdan su serie favorita. Denles un respiro, por todos los dioses, que bastante han sufrido hasta ahora.

Pero esa no es la única acepción de 'niño' que vimos al inicio. Y es sobre esa otra que quiero hablar, porque hace dos días, tuvimos, gracias a los buenos oficios interpuestos por el Excelentísimo Señor Presidente, un día nacional de reflexión. En este punto, con más de mil muertos a espaldas del Gobierno, con la población encarcelada durante casi un tercio del año, sin posibilidad, en muchos casos ya no de pagar deudas y mantener los compromisos adquiridos, sino ni siquiera de comer, nos mandan a reflexionar. Como a los niños cuando los envían al rincón de pensar en estos programas de educación exprés y milagrosa. Nos exigen reflexionar ¿sobre qué? ¿Sobre qué quiere que reflexionemos aquellos que llevamos sin poder hacer otra cosa más que pensar durante 10.108.800 segundos?

¿Reflexionamos a ver qué podemos hacer para darles de comer a nuestros hijos la semana entrante? ¿Cómo lograremos comprar lo necesario con ochenta pinches dólares que quizás a muchos de nosotros no nos han llegado? ¿Querrá que pensemos en las formas de ayudar a aquellos que sabemos que están teniendo ideas suicidas y no encuentran disponible a la famosa ROSA? ¿O pensamos acerca de cómo huir de una nave que va a la deriva sin timonel ni capitán y con los marineros robándose todo lo que encuentran en las bodegas mientras se abren cada vez más vías de agua en el barco? ¿Querrán que reflexionemos sobre el error cometido al votarlos?

Anunciando anuncios que no se anuncian el día anunciado nos quedamos patidifusos y ojipláticos cuando por fin nos damos por anunciados de algo típico de un niñato.

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