“Hemos adoptado un estado infantil en el que responsabilizamos a otros por nuestros actos y nuestra salud”

Actualizado
  • 10/08/2020 00:00
Creado
  • 10/08/2020 00:00
María Gabriela De Faría, actriz y activista venezolana, ha crecido dentro y fuera de la pantalla internacional, desarrollando proyectos televisivos así como de sostenibilidad ambiental. Siendo vocera del Fondo Mundial para la Naturaleza e influenciadora en redes sociales, De Faría transmite el mensaje 'verde' para proteger la naturaleza y mejorar el panorama de salud global

“Jamás pensé que podría llevar mi mensaje de concienciación ambiental a un gentío global. Definitivamente el mundo está cambiando y se preocupa más por relacionarse con el medio ambiente”, expresó la actriz venezolana María Gabriela De Faría, quien además es productora televisiva y activista ambiental.

De Faría busca concienciar a las nuevas generaciones sobre el impacto ambiental en la vida humana.

En una conversación con 'La Decana' la estrella de telenovelas juveniles como Isa TKM y series de drama como 'Deadly Class', comentó sus nuevos proyectos internacionales en pro del medio ambiente.

Incursionado en un nuevo emprendimiento, De Faría empezó a diseñar una línea de ropa sustentable que es creada a base de procesos sostenibles. “Me cercioro de que todo sea amigable con el ambiente dentro de la creación de la vestimenta, desde la siembra del germen para ropa, los tintes y demás accesorios, hasta el envío internacional”, indicó.

Además de su faceta verde, De Faría es productora de la serie de género cómico 'The Moody's' la cual se encuentra renovada para una segunda temporada al aire, tras el éxito de su debut en Estados Unidos, donde reside.

Frente a la pandemia, la joven activista ha tomado el periodo como un momento de “libertad de expresión artística” para conectarse con sus seguidores y conocer sobre más programas de protección ambiental. “El mundo está pasando por un momento inesperado, pero hay que saber tomarlo, darle la vuelta y aprovechar el tiempo para crecer y crear algo que sea de beneficio para quienes te rodean”, dijo.

“Estar más tiempo en casa me ha dado tiempo de pensar y darme cuenta de todo lo que podemos hacer para apoyar a la lucha contra la contaminación”, reflexionó. “En un reto que comencé en julio y lo publiqué para mis seguidores, decidí no comprar más plástico de uso único, que es algo que muchos hacemos porque se vuelve parte de nuestra rutina de compra , sin embargo, es una excusa para no detener este consumo no biodegradable que incrementa el peligro de extinción de fauna marina”.

Al rescate de la naturaleza

De la mano con la causa ecológica, De Faría ha apostado por la independencia alimentaria promoviendo la creación de pequeños huertos que se pueden realizar en casa, con lo que se reduce la compra de alimentos.

“Aprendimos que el compostaje con lombrices es una manera de reducir el desecho que producimos en casa, a la vez que damos rienda al proceso de crecimiento de plantas y vegetales, lo cual ha sido algo que compartimos y recomendamos a todos empezar a practicar porque es sencillo y gratuito”, detalló. “Hacer estos pequeños pasos ayudan a conectarnos con la naturaleza y a prevenir el contacto con productos que han pasado por una fabricación y empaquetado masivo, atentando contra nuestra salud”.

Como vocera e integrante de la lista Los 20 del 20 del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) –organización de conservación ambiental líder en el mundo– forma parte de un grupo de 20 influenciadores latinoamericanos que durante 2020 se dedicarán a informar al mundo las decisiones que se tomen dentro de las agendas internacionales. Este trabajo recae en los hombros de jóvenes que atraen grandes audiencias, a las que invitarán a sumarse al Nuevo Acuerdo que busca proteger los espacios naturales y la riqueza de la vida silvestre, así como lograr reducir la huella de producción y consumo, según indicó la organización en un comunicado oficial.

“Cuando entiendes la importancia de la naturaleza que nos rodea, la empiezas a amar, y cuando amamos algo lo damos todo por protegerlo”, enfatizó. “Lograr unir fuerzas con esta organización de conservación líder es un honor, aún más si lo que se busca es llegar a las nuevas generaciones y hacerles entender el valor del medio ambiente y la importancia de mantenerlo a salvo por muchas generaciones más”.

La presencia de las redes sociales, en la última década, ha facilitado la conexión de los jóvenes con personas expertas en temas medioambientales que ayudan a proteger el entorno natural. “En este panorama digital se hace presente la plataforma Generación 10 (generacion10.com), creada por la WWF, donde puedes conectar con otros jóvenes que están buscando crear nuevos hábitos, conocer personas con mayor trayectoria en temas de sostenibilidad y que desean promover la protección del planeta”, comentó.

“La digitalización nos ha ayudado a llegar a nuevas fronteras con plataformas que no existían hace 10 años, y no debemos dejar que la curiosidad se extinga, sino seguir preguntándonos día a día en qué podemos mejorar, cómo podemos llevar este mensaje a nuevos lugares, conectar a más personas con organizaciones, apoyar emprendimientos ecológicos”, enfatizó.

La premisa en que se basa la actriz venezolana y con la que anima a sus seguidores a crear una consciencia más amigable con el entorno ambiental es: “No tienes que ser un experto en biología marina o en protección ambiental para apoyar a quienes necesitan una mano amiga para llevar a cabo misiones en pro de la humanidad, la fauna y la flora alrededor del mundo”.

Educación ambiental, un reto generacional

La conversación intergeneracional con respecto a la hoja de ruta para cumplir con los objetivos de la Agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para 2030 ha aumentado con velocidad, dada la potenciación de acciones en pro de la unión familiar y la educación integral.

“Todo empieza desde casa, desde los padres que deciden sentarse con los hijos y explicarles las diversas maneras de aplicar las prácticas sostenibles en el hogar y en el colegio”, comentó De Faría.

De igual forma la emprendedora puntualizó que aún con el modelo de educación ambiental que presentan diversas instituciones académicas en Latinoamérica, hay que fortalecerlas con un “acercamiento directo de los estudiantes a las prácticas 'verdes' que pueden replicar en casa”, garantizando que una vez lo aprendan no lo olviden rápidamente.

Para enfrentar los cambios de hábitos de consumo que están sucediendo en miles de hogares, De Faría consideró que el primer paso para lograr transformar la mentalidad consumista en una mentalidad de producción y protección ambiental es “entender que somos una sola humanidad y que todos debemos responsabilizarnos por nuestras acciones individuales”.

“Estamos viviendo un cambio en el planeta que está propiciando ese despertar. Lo que hacemos, consumimos y utilizamos puede impulsar una transformación tanto positiva como negativa en el entorno”, subrayó, “pero es una decisión personal –que debe basarse en conocimiento– que tiene un rol muy importante en el futuro de la sociedad”.

Con el creciente interés de la juventud en crear espacios seguros de esparcimiento, aprendizaje y salud, la preocupación por mantener áreas verdes se mantiene en la lista de prioridades. Sin embargo, durante la pandemia y la imposibilidad de promover dicho espacios, la juventud enfrenta una imagen sin precedentes y deben movilizarse hacia actos responsables para contrarrestar los obstáculos intangibles en su entorno.

“Actualmente hemos adoptado un estado infantil en el que responsabilizamos a otras personas por nuestros actos”, anotó la actriz. “Mi salud es mi responsabilidad, no de que alguien salga de su casa o use su mascarilla. Los jóvenes tenemos que entender que la salud viene desde la alimentación”, sostuvo.

“La presión que ejerce la juventud es indescriptible, de forma sencilla nuestro ejemplo puede hacer entender a las demás personas que vivir de manera sostenible es posible, sin contaminar y sin necesidad de consumir más de lo que necesitamos”.

Pero, ¿están los gobiernos ayudando a estas generaciones a pavimentar un camino más sustentable? “No se está haciendo lo suficiente, nadie con verdadera autoridad está haciendo lo que debe de hacer, por lo menos en el panorama latinoamericano”, afirmó. “Los cambios políticos siempre vendrán de la mano de la presión social, por lo que la población debe primero comprender a profundidad lo que significa sostenibilidad ambiental para empezar a exigir un cambio en políticas ambientales”.

De Faría hace hincapié en que lo más importante es que hagan su parte, tomen acción de manera “comprometida con las leyes que se aprueben en el país del que provengan” con respecto a estos temas, firmar peticiones, conocer las acciones que los ministerios o coaliciones ambientales están llevando a cabo para apoyar, “educarnos sobre lo que es mejor para el contexto en el que se encuentra nuestro país” e implementar nuevos hábitos de consumo desde el hogar.

“No podemos colocar todo el peso de esta situación en los hombros de un político o un líder, pese a que pensemos que es su responsabilidad; en realidad nadie puede transformar la sociedad por sí mismo”, concluyó la activista. “Hay miles de personas que están despertando a una nueva mentalidad, transformándose desde su interior para crear un nuevo camino de esperanza aun en medio de la crisis global”.

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