• 20/09/2020 00:00

¿Ya entendieron?

No sé de qué otra forma podría explicárselo si aún no caen en cuenta, cuando los miembros de la jarca de golfos apandadores que nos desgobiernan se encargan de demostrárnoslo con croquis todos los días.

No sé de qué otra forma podría explicárselo si aún no caen en cuenta, cuando los miembros de la jarca de golfos apandadores que nos desgobiernan se encargan de demostrárnoslo con croquis todos los días.

La pandemia, que es real y cierta, ha sido una bendición para los inútiles que entraron al gobierno con hambre vieja y fauces babeantes. Mientras los panameños de a pie trataban de ver cómo ponían comida en la mesa, cómo lograban mantener un techo sobre la cabeza de sus hijos o cómo hacían frente a las deudas que se acumulaban sin tener cómo enfrentarlas y recibían migajas, todos veíamos el juego de millones que iban y venían, el rejuego con los bonos, el saqueo a las arcas de ahorro de la CSS. Dinero que nadie tiene muy claro adónde ha ido a parar. Contratos chimbos, nombramientos extemporáneos. Influenciadores chupando de la teta del Estado por tener una cara bonita y unas pompis que dan la cara por ellos, como dice la canción de Rubencito.

Salen licitaciones por decenas de miles de dólares para retransmitir dizque programas culturales, mientras los teatros no tienen fecha de apertura. El ministro de Cultura jugando al ratón y al gato con los teatristas mientras salen más y más licitaciones para publicar contenido en redes. Licitaciones que ya todo el mundo sabe que tienen nombre y apellidos.

La policía apoderándose de nuestra libertad ciudadana y limpiándose el fundillo, (ojo, miren que he dicho fundillo), con nuestra carta magna, deteniendo, arrestando y rofeando. Nos quitaron nuestra libertad de circulación y sale el ministrillo de turno declarando que 'aceptan' darnos permiso para irnos a nuestras casas de playa, ¡pero sin poder pisar la playa! Y yo ya me empiezo a preguntar, ¿será que no quieren gente en las playas y en las carreteras para que los encargados puedan recibir cierta mercancía y transportarla con completa libertad y tranquilidad de un punto a otro del país para la entrega?

Los aeropuertos cerrados recibiendo solamente carga que llega y se va, ajá, sin testigos. No se crean, que yo lo entiendo, que debe ser muy incómodo cargar decenas de kilos de droga y encontrarte con el tranque de la entrada a La Chorrera.

Por eso es mucho mejor para ellos tenernos a los ciudadanos de bien encarcelados durante seis meses (sí, seis meses llevaremos encerrados el próximo 12 de octubre). O más, oigan, que ya el Señor Presidente ha avisado que si no nos portamos bien en septiembre piensa extendernos la condena.

En este país andan los ladrones detrás de los que roban, o los ladrones disparándoles a las escopetas. Y han encontrado la manera más fácil para tener a los honrados presos y a los delincuentes en la calle. Con el miedo, como se hacen estas cosas siempre. Aterrorizándonos para que seamos nosotros mismos los que nos encerremos. Mostrándonos las orejitas del monstruo y contándonos el cuento de que si salimos al bosque nos va a devorar.

Y en el bosque, a su aire, los cuentacuentos cenan pantagruélicamente, bailan y comen en restaurantes caros, celebran cumpleaños, treceaños y funerales con procesiones, mariachis y plañideras oficiales en primera fila. Mientras los honestos nos comemos un cable, ellos han tenido el país y el presupuesto para ellos y sus amigos para hacer los que les ha venido en gana.

¿Qué más pruebas necesitan para entender que nos han dado un golpe de Estado y no nos hemos querido enterar?

P.S. Quiero destacar que en esta columna no he puesto ni una sola vez la palabra 'culo', ni tampoco he usado el epíteto 'hideputa'. Voy mejorando.

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