El golpe de la pandemia en la actividad teatral

Actualizado
  • 08/12/2020 00:00
Creado
  • 08/12/2020 00:00
Solo tres teatros han abierto sus puertas. De acuerdo con el presidente de la Astep, el ministro de Cultura se comprometió con el gremio a convocar a una reunión después del Día de la Madre, con el propósito de dialogar y buscar estrategias para reactivar el sector
Algunos centros teatrales ya tienen programadas obras para el próximo año; arrancarán entre enero y febrero.

Pese al panorama que vive hoy el sector teatral, algunos han decidido continuar las funciones, pero desafortunadamente otros no han podido encender la luces y subir el telón, debido al duro golpe económico que ha ocasionado la covid-19.

Rodrigo Farrugia Jr., presidente de la Asociación de Teatristas de Panamá (Astep), comenta que desde la apertura establecida por el Ejecutivo la logística ha sido muy dura, y los establecimientos están funcionando al 50% de su capacidad, con una asistencia real del 15% al 20%.

“Los teatros que ya iniciaron son los que han podido llegar a un acuerdo con los arrendadores, y los que no lo han hecho, son aquellos que incluso están pensando en cerrar; es lamentable”, asegura.

Con relación a las reuniones pasadas entre la Astep y el Ministerio de Cultura (MiCultura) afirma que no han podido tocar el tema concretamente; por eso, sin embargo, han decidido reactivar la industria, con los recursos actuales. “Recienteme asistí a una reunión que MiCultura convocó para presentarnos el proyecto de una plataforma que está por implementar el gobierno. Ahí tuve la oportunidad de hablar con el ministro y me dijo que después del Día de la Madre iba a conversar con nosotros y ver qué estrategias se podrían llevar a cabo en conjunto. La realidad es que la reactivación ha sido muy lenta”, explica.

Actualmente de los más de 10 teatros privados que hay en el país, solo 3 están operando.

El presidente de la Astep señala que lo peor de este escenario no ha pasado. Las dificultades se verán reflejadas en la poca rentabilidad, una situación que los llevará a pactar acuerdos con los propietarios de los locales para no claudicar.

“Hay que seguir viviendo día a día porque no sabemos qué vaya a pasar después, o si van a cerrar o no, y en caso de que se aplique el toque de queda en la capital como ocurrió en Panamá Oeste, realmente esto afectaría al teatro porque las funciones son de 7:00 a 8:00 de la noche”, arguye.

Presentaciones

Anina Horta, productora de teatro y copropietaria del teatro Aba, manifiesta que debido al anuncio repentino de la apertura de los teatros en el mes de octubre, no les dio tiempo para acondicionar sus espacios, y a pesar de que debían abrir desde el 12 de octubre, no lo hicieron.

En su caso les tomó un mes adecuar todo, por esa razón estrenaron el 12 de noviembre la obra 'Sin implantes voy palante'. La función se ha estado presentando de miércoles a sábado.

“Estamos positivos, pero se nos va a hacer muy difícil mantener los teatros porque la gente tiene miedo de salir. Gracias a que nuestro modelo de negocio se hace a través de preventa, hemos tenido una mayor asistencia de público”, precisa.

Anteriormente el teatro Aba tenía 170 sillas, actualmente cuenta con 85 para cumplir con los reglamentos de bioseguridad que establece el Ministerio de Salud (Minsa), que es el 50% de aforo. En promedio, el teatro está recibiendo de 30 a 40 personas en cada función.

En cuanto al escenario del teatro La Estación, Thyrsa Guerrero subraya que ya están operando al 50% de su capacidad. De igual manera, mantienen activa la modalidad de obras virtuales. “Hemos reducido la cantidad de funciones; en la semana solo estamos ofreciendo tres funciones, a las 6:30 los días de semana y sábados a las 8:00 p.m.”.

En el caso de las obras presenciales, si se prepaga el boleto, el costo es de $12, para los jubilados es de $7.50 y para los estudiantes es de $8; si se paga en el mismo teatro el valor es de $15. “Dado que estamos pasando por esta situación tan dura como la pandemia, hemos decidido dejar las obras a este precio, pero este no es el costo real. En temporada regular el precio es de $20”.

La boletería del teatro se ha digitalizado, las personas pueden comprar los tiquetes vía digital, y posteriormente los encargados de la logística asignan los puestos, procedimiento que les permite no solo saber en dónde está sentando cada cliente, sino que a su vez almacenan los datos para contactarle en caso de alguna emergencia.

Para evitar las aglomeraciones el teatro está abriendo la sala 40 minutos antes de que inicie la función. “Apenas llega el cliente se le asigna la butaca. En nuestra tienda de snacks tenemos disponibles alimentos que se llevan al puesto del asistente, para así evitar aglomeraciones en el lobby”.

En lo que respecta a las medidas sanitarias, cuentan con las alfombras de pediluvio, toma de temperatura y dispensador de gel alcoholado. “A nuestros colaboradores y al elenco de La Estación se les toma la temperatura diariamente, y es obligatorio el uso de mascarilla. Estamos tomando todas las medidas, se hace desinfección en todo el teatro para estar listos al día siguiente y recibir a los clientes”.

Guerrero afirma que el movimiento ha sido menor de lo habitual, y el público que está recibiendo se sitúa entre los 20 a 50 años. “Los asistentes que toman la decisión de venir al teatro, se sienten muy cómodos y disfrutan de la experiencia. Pero en realidad si sumamos y sacamos cuentas, la actividad no está generando ganancias; habría que comenzar a mover esta rueda. Muchas personas dependen del teatro y ahora están recibiendo algo para sus ingresos; por esa parte nos sentimos muy satisfechos”.

Otra mirada

Por su parte, Benjamín Cohen, productor de teatro, comenta que en el teatro Pacific se arriesgaron a lanzar la obra de navidad 'Poli', un espectáculo infantil. “El aforo que tenemos es un poco menos de la mitad de la sala para que la gente se sienta más segura. Nos ha ido bien y se nos agotaron las butacas antes de estrenar”.

“Tenemos un nuevo sistema, en donde la gente tiene sus mesas asignadas y no entran por grupo familiar ni hacen filas. El modo de ingreso a la sala es de atrás hacia delante. Estamos dejando entre 1 a 2 puestos por grupo”, comparte.

La modalidad para la compra de boletos es a través la página web, donde tienen tres opciones: por transferencia, yappy o Panaticket. “Una vez que tenemos la información del cliente y el grupo familiar, les asignamos los puestos según los grupos que compran los boletos y lo llamamos para darles su número asignado. Las funciones son los sábados y los domingos. Empiezan a las 11:00 de la mañana; la segunda es a las 3:30 p.m., y la última a las 5:00 p.m.”.

Los teatros han establecido la compra de boletos en línea.

Para 2021 el teatro Pacific ya tiene programada una nueva función en cartelera que empieza en febrero, justo después de carnavales. “En enero tenemos alquileres en sala, usados para eventos de streaming y grabaciones. Por lo que decidimos fijarlos para después del Carnaval”.

Cohen opina que a pesar de que les permitieron abrir hasta ahora, la situación para el teatro ha sido muy difícil. “Antes de la pandemia las personas estaban muy ávidas de consumir lo local, pero con la covid-19 nos tocará volver a levantar e incentivar esto de nuevo”.

Además, “estamos haciendo funciones familiares en horarios tempranos porque no sabemos lo que va a suceder más adelante. En nuestro caso, seguimos con las grabaciones que nos han servido para sustentar los gastos, no para generar ganancias, pero sí pagar deudas de alquiler y personal. Hasta que todo vuelva a la normalidad”.

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