El liderazgo femenino que se fortalece en medio de las crisis

Actualizado
  • 14/12/2020 00:00
Creado
  • 14/12/2020 00:00
En un año lleno de cambios, la presencia de mujeres en posiciones de toma de decisiones ha creado mayores oportunidades de igualdad de género, diversidad, y cambios de perspectiva dentro de los problemas que aquejan a la población mundial
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-Wen, se destacó por su acertado liderazgo al prevenir una propagación mayor del nuevo coronavirus en el país, durante la primera etapa de la pandemia.

En los libros de historia se podrá recordar al año 2020 como un periodo de prueba para la humanidad, con amenazas al sector salud, los derechos humanos, la economía, la educación y la política. Sin embargo, también se podrá recordar como el año en que hubo una mayor presencia de mujeres en la toma de decisiones importantes para la sostenibilidad de las naciones y el avance científico y tecnológico en el mundo.

La revista Forbes y el diario Financial Times coincidieron en reconocer a las 100 mujeres más poderosas e influyentes de 2020, tanto en materia de gobierno como en activismo, educación y ciencias.

“El mundo evoluciona y cada día el papel de la mujer recobra la importancia que merece”, mencionó el director de La Estrella de Panamá, Gerardo Berroa Loo, en un editorial del medio, “hoy, en plena era digital, la humanidad observa con admiración la capacidad administrativa de las mujeres al frente de reinos o gobiernos”.

Mientras el mundo continúa luchando contra la covid-19, la realidad ha demostrado lo que sucede cuando los problemas sistémicos y de desigualdad no se corrigen a tiempo. En las listas figuran mujeres que han tomado la batuta en cuanto a los cambios que se deben realizar desde los gobiernos, las instituciones financieras, el sector sanitario y el activismo de impacto social.

Como un ejemplo de ello se nombró a Ángela Merkel en la primer posición de la lista de 'Las 100 mujeres más poderosas del mundo en 2020' publicada por la revista Forbes, siendo reconocida como la líder femenina “más importante de Europa”, cuyos esfuerzos levantaron la economía y reputación migratoria de Alemania desde el inicio de su mandato en 2005.

Pese a que Merkel afirmó al medio alemán DW que no tomará parte en una campaña de reelección para 2021, su legado se mantiene firme como una de las figuras femeninas más poderosas y comprometidas con el bienestar del pueblo que gobernó por 15 años.

Ahora, la canciller alemana se encuentra luchando con la segunda ola del nuevo coronavirus en el país, aplicando restricciones más estrictas como indicó en un discurso el pasado 9 de diciembre: “Si de aquí a Navidad tenemos muchos contactos y finalmente esta es la última Navidad que celebramos con los abuelos, habremos fallado en algo, y eso no puede suceder, señoras y señores diputados”.

Otra figura que se destaca en la lista de Forbes es la actual vicepresidenta electa de Estados Unidos, Kamala Harris (No. 3), quien es la primera mujer en la historia del Gobierno estadounidense en obtener tal cargo de poder y liderazgo.

Su trasfondo étnico como hija de padres inmigrantes –su madre proviene de India y su padre de Jamaica– la ha posicionado como la primera mujer de raíces indias y estadounidenses en tomar cargo en el Senado estadounidense, así como la primera mujer afroamericana en representar al estado de California, del cual es nativa.

“Creo que nuestro país quiere y necesita un liderazgo que brinde una visión del país en la que todos puedan verse a sí mismos”, comentó Harris en una publicación de The New York Times. La demócrata ha servido en el Gobierno estadounidense como una ferviente activista por los derechos de la comunidad afroamericana y ha propuesto planes para mejorar la situación médica en el país, primero al abogar por el plan 'Medicare For All' del excandidato a la presidencia Bernie Sanders, y luego proponiendo su propia alternativa de crear un sistema de seguro médico público que fuera financiado por los impuestos nacionales sin necesidad de “poner en riesgo a la clase media”.

Por su parte, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern (No. 32), ha sido posicionada tanto por Forbes como por Financial Times como una de las primeras 50 mujeres más influyentes del mundo este año. Ardern, con 38 años, se ha convertido en la líder femenina más joven del mundo así como en la primera ministra más joven de Nueva Zelanda en 150 años.

Su posicionamiento como líder se dio tras el éxito de sus medidas estrictas y el confinamiento de la población que logró frenar la avanzada del SARS-CoV-2 en las dos olas de infección.

Ardern también se ha destacado como activista ambiental y dentro de sus propuestas políticas ha indicado poner en marcha “planes ambiciosos y un gobierno empático para luchar contra el cambio climático y la pobreza infantil”. El pasado 2 de diciembre, Ardern presentó la declaración de emergencia climática para “estar en el lado correcto de la historia”, con la que se comprometió a que el sector público “alcance la neutralidad de carbono en 2025 y liderar así desde el gobierno la transición energética a largo plazo, hasta 2050”, según recopiló la agencia de noticias EFE.

El plan de Ardern busca la eliminación de las centrales de carbón, reducir para 2030 en un 10% las emisiones de metano biológico procedentes de la agricultura, la obligación de que las agencias gubernamentales adquieran vehículos eléctricos y el cumplimiento de requisitos energéticos para edificios públicos, bajo un presupuesto de $200 millones. La lucha contra el cambio climático es un pilar dentro de su gobierno y parte del plan de restauración económica postpandemia.

Como representación de Hispanoamérica en las listas se encuentra Ana Patricia Botín, presidenta ejecutiva de la multinacional española de servicios financieros Banco Santander, quien lidera como la mujer más poderosa en finanzas en el puesto No. 8 de la lista de Forbes. Botín ha ocupado el liderazgo de Banco Santander desde 2014 y durante la pandemia lanzó el Fondo de Solidaridad Juntos con el que renunció al 50% de su compensación anual para financiar equipos médicos para apoyar al sistema de salud nacional en la lucha contra la covid-19.

Por otra parte, el liderazgo de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-Wen, ha sido aplaudido mundialmente por sus medidas estrictas de seguimiento y detección de casos tempranos del nuevo coronavirus, así como el cierre de fronteras con China en las etapas tempranas de la pandemia.

Su determinación por convertir a Taiwán en “una parte indispensable de la economía mundial a través de iniciativas que promueven las industrias de biotecnología, defensa y energía verde de la nación” ha recibido reconocimiento tras el estrechamiento de lazos con Estados Unidos, aunque eso produjo roces con China.

“Taiwán es una isla de resiliencia. Siglos de dificultades han obligado a nuestra sociedad a hacer frente, adaptarse y sobrevivir a circunstancias difíciles. Hemos encontrado formas de perseverar juntos en tiempos difíciles como nación, y la pandemia de covid-19 no es diferente”, señaló Ing-Wen a la revista Time en abril, cuando el país presentó menos de 400 casos positivos del nuevo coronavirus en un momento de máxima infección.

Actualmente, Taiwán cuenta con 724 casos activos, 590 personas recuperadas y 7 muertes, según indicadores de la Universidad John Hopkins.

La mandataria indicó que los esfuerzos por prevenir un mayor ataque de la pandemia rindieron frutos debido al “gran sistema de salud que tiene Taiwán, siendo uno de los mejores del mundo”, y aunque expresó la “injusta exclusión” del país de las listas de ayuda de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de Naciones Unidas (ONU), señaló: “Esto, por encima de todo, es lo que espero que Taiwán pueda compartir con el mundo: la capacidad humana para superar los desafíos juntos es ilimitada. Taiwán puede ayudar”.

Las lideresas femeninas del mundo se han destacado en medio de un momento en el que un cambio de perspectiva era importante –e incluso necesario– para proveer seguridad, protección y un avance significativo para la población en pro de su bienestar y progreso.

La importancia de reconocer a las figuras que han hecho posible un panorama de esperanza para un futuro postpandemia se hace imprescindible para abrir puertas que permitan al mundo encaminarse hacia un mejor momento, teniendo en cuenta la igualdad, la equidad, así como las oportunidades de desarrollo e innovación a través de la educación y las ciencias.

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