'El mundo en pausa', las vivencias y cicatrices de la pandemia

Rostros con mascarilla, hogares con sonidos familiares y una cámara improvisada que sigue cada movimiento y respiración hacen vida en el documental El mundo en pausa, una pieza que pinta el retrato colectivo de las vivencias de una veintena de hogares en 23 países iberoamericanos, durante el confinamiento.

El director de cine documental panameño Orgun Wagua formó parte de la producción de la cinta y conversó con La Estrella de Panamá.

Uno de los resultados de un año de pandemia ha sido el reflejo de la pluralidad social, racial y cultural en las cintas creadas desde el uso de recursos “caseros” para mostrar y contar una trama real, sin toques fantásticos o exagerados, que se conecte con la humanidad y su identidad resiliente. Para Wagua, llegar a la silla de productor del documental de 70 minutos fue una oportunidad brindada por una amiga nicaragüense, y que llevó a una experiencia mayor.

“Cuando me contactó, la idea era realizar una cinta documental desde casa, grabar con celulares propios y mostrar cómo se vivió el encierro desde otros ojos”, comentó el también director de Héroe transparente, (2014). “Tuvimos numerosas reuniones a través de mensajería en Whatsapp y Zoom, lo que llevó a una planificación sencilla de puntos específicos para un montaje más real basado en la vida diaria”.

La cinta cuenta con la participación de Gabriel Lahaye (Argentina), Rodrigo Fuentes y Tatiana Suárez (Bolivia), Adriana Oliveira y Angélica Kalil (Brasil), Joaquín Mora (Chile), Vladimir Dacol, Carina Dávila y Elinarco Garay (Colombia); Natalia Solórzano (Costa Rica), Leyza Medina (Cuba), Camilo Manotas (Ecuador), Marcela Zamora (El Salvador), Ferrán Cera, Manuel Estudillo y Álvaro Lavín (España).

Además de los talentos Luz Maldonado (Guatemala), Reniteau Jean (Haití), Enrique Medrano y Ana Isabel Martins Palacios (Honduras), Richie Mejía (México), Gloria Carrión (Nicaragua), Orgun Wagua (Panamá), René Ruiz Díaz (Paraguay), Roberto Barba (Perú), João Vasconcelos (Portugal), Kique Cubero García (Puerto Rico), Johanné Gómez Terrero (República Dominicana), Juan Lamboglia (Uruguay) y Maite Bermúdez (Venezuela).

“La esencia humana emerge de los fragmentos de vida capturados en los diversos territorios, transitando por las emociones de frustración, alegría y extrañeza pandémica”, señala la sinopsis de la cinta, “el filme es un recuerdo para la posteridad del año en que pausamos el mundo, es también un homenaje a la resiliencia”.

Wagua señaló que la esencia de la cinta se baraja entre la “incertidumbre de lo que no sabíamos hace un año” y los meses en que los países se mantuvieron bajo la sombra del comportamiento del SARS-CoV-2. “Las personas estaban con miedo y se sentían encerradas. Había miedo a la nada, a lo que no conocíamos, y ahora que se está abriendo la vida social externa, se están mostrando las ganas de volver a confiar de parte de los ciudadanos”, puntualizó el cineasta.

Dado que el documental muestra el inicio de la pandemia, una de las aristas que se tocan es la memoria, ya que las personas “pueden recordar lo que vivieron, cómo se sintieron y compararlo con sus emociones un año después”, anotó Wagua.

Para realizar un documental desde 23 perspectivas, se enfrentan retos en materia de producción. Los del equipo del director Jordi Roca se basaron en la dificultad del formato de video empleando teléfonos móviles, la guía para las personas en la orientación de los audiovisuales y el envío del material a España donde se realizó el montaje y la postproducción. “Fueron muchas noches de arduo trabajo para que todo llegara de forma correcta, el proceso de escoger los materiales y ser detallista a la vez”, mencionó Wagua, “pese a las dificultades, el montaje en Barcelona se llevó a cabo de forma fluida y el producto lo muestra”.

Desde su lente, Wagua integra a la audiencia a un día en la vida cotidiana de su familia dentro del documental. “Grabé el tiempo con mi familia, a mis hermanos con sus hijos, mis padres y la dinámica que llevamos como perspectivas de observación, sin intervención voluntaria”, indicó el cineasta, “de esta manera, al igual que el resto de los realizadores, contamos una historia general”.

Para el creativo, una de las lecciones de la pandemia ha sido la resiliencia en la sociedad iberoamericana. “Vivimos en una sociedad capitalista y no nos hemos dado cuenta de que toda esa locura social consumista realmente nos está lastimando y no funciona más”, apuntó, “la pandemia nos ha hecho ver que lo que necesitamos es la solidaridad, la familia, regresar a nuestras raíces y a la esencia humana”.

Acerca de la sociedad panameña, Wagua puntualizó que ha evolucionado y “nos hemos dado cuenta de que el Estado, siendo un brazo que debe apoyar a la sociedad, lo que ha hecho es desnudarse, mostrar lo que realmente esconde e imponer sus problemas a la comunidad”.

Sin embargo, compartió que pese al reducido apoyo gubernamental, las comunidades “salen a relucir por su importancia; somos seres que nos necesitamos uno al otro, y entendemos el valor de la vida, que es tan frágil, y que en dos segundos puedes ya no estar. Desde lo humano hemos demostrado eso en la cinta, hemos reaprendido que somos resilientes y que las cosas sencillas son las que nos forman”.

Con el lanzamiento de El mundo en pausa, programado para el próximo 11 de mayo en la plataforma Youtube, el documental estará disponible a través del canal de VisionaTV de forma gratuita durante tres días a partir de su estreno. Una vez culmine el plazo gratuito, el documental será enviado como propuesta para diversos festivales nacionales e internacionales de cine.

“Esperamos poder presentarlo en el Festival Internacional de Cine de Panamá y que más personas puedan conocer esta historia”, mencionó Wagua.

“Los cineastas, más que mensajeros, somos un ente que trata de mostrar algo de la realidad que pasa en nuestra sociedad para discutir, analizar y crear conversaciones”, puntualizó Wagua como representante de la cinta, “estamos llenos de dudas y curiosidad lo que nos lleva a hacer nuestro trabajo, y con esta duda vamos y realizamos obras que transmiten nuevas preguntas”.