Miguel Ángel Cañizales:'La educación debe ser tema de seguridad nacional'

Actualizado
  • 10/06/2021 00:00
Creado
  • 10/06/2021 00:00
El exministro de Educación y candidato a la rectoría de la Universidad de Panamá conversó con 'La Decana' sobre las adecuaciones urgentes a la administración de la casa de estudios superiores

La necesidad de mejoras ante los retos de la pandemia se ha profundizado en el sector educativo, desde la capacitación para optimizar la formación virtual, hasta la adecuación de la infraestructura para el regreso de los alumnos en un panorama pospandemia. “La educación es un tema de seguridad nacional”, comentó a La Estrella de Panamá el exministro de Educación (2005) y candidato a la rectoría de la Universidad de Panamá (UP) Miguel Ángel Cañizales. “Para eliminar la desigualdad tecnológica se deben hacer subsidios hacia la demanda de los estudiantes en condición de vulnerabilidad”, aseguró.

Cañizales es un investigador, educador y exministro de Educación de Panamá

Cañizales no es ajeno a las urgencias que presenta el mosaico educativo nacional, siendo profesor de educación superior y de posgrado en 15 universidades nacionales e internacionales y miembro del cuerpo docente de la UP desde 1996. Respaldado por años de trayectoria y experiencia, Cañizales presentó un programa de propuestas para su candidatura con el lema 'Un cambio con visión', y seis líneas de acción encaminadas a la administración, la academia e investigación, la vida estudiantil, el posgrado y la extensión universitaria.

“Nuestro norte es la transparencia. La sociedad necesita ver que somos transparentes como unidad académica, por lo que planteamos descentralizar los procesos básicos administrativos y de inversión tecnológica para fortalecer la academia y despolitizar los procesos, actualizar las normativas y volver a la verdadera universidad académica”, comentó Cañizales.

Dentro de sus líneas de acción, el extitular de la cartera de Educación señaló la importancia de empezar a “nombrar al mejor talento humano” para el cuerpo del profesorado, así como “trabajar unidos” para realizar los cambios que se requieren, en el “menor tiempo posible”.

En la línea académica, Cañizales destacó la promoción del diseño de indicadores y acreditaciones que reflejen las necesidades y posibilidades dignas de tomar en cuenta, para medir el desempeño y utilidad de la UP para el país.

Asimismo, apuntó como urgencia la “desburocratización de procesos administrativos” que se ha alargado “innecesariamente” y que deben simplificarse con el apoyo de expertos.

En el eje docente, comentó que se aplicará el fortalecimiento de políticas internas para la integración de la institución en programas de pasantías de profesores del campus y de los centros regionales universitarios para adquirir mayores conocimientos en otras universidades oficiales y particulares extranjeras.

“Es necesario mejorar las herramientas con la tecnología actual, ya que no tenemos una plataforma tecnológica que soporte la población de la UP, lo que nos deja atrás de otras universidades prestigiosas que se manejan con plataformas fijas y sostenibles”, anotó, “además, se requiere capacitar a los docentes con cursos más largos, incluyendo prácticas y laboratorios, para que desarrollen sus competencias y hagan la diferencia en la metodología entre educación virtual y presencial”.

De la mano con la educación e internacionalización de la universidad, Cañizales puntualizó “perfeccionar la experiencia educativa de los estudiantes”, como parte de sus líneas de acción para el término 2021-2026. Como herramienta para brindar un servicio óptimo en la universidad, el docente anotó el plan de obtener un canal universitario para abrir puertas a la comunidad estudiantil. De igual forma, anotó que se debe hacer un mejor trabajo para canalizar las investigaciones publicadas por profesionales de la universidad en torno a las mejoras en las áreas vulnerables.

“La capacitación debe ser continua durante todo el año, dado que el conocimiento evoluciona muy rápido y vamos a tener los cambios más significativos en los próximos 20 años”, agregó.

Plan de mejoras

“Llegó el momento de hacer grandes cambios. La casa de estudios debe responder a las necesidades de la población universitaria. La oferta académica debe ser actualizada para que se complemente al campo laboral y se deben mantener convenios y conversaciones con las instituciones públicas y el sector privado”, apuntó el docente como urgencia en su plan.

Hizo hincapié en que “tenemos que prepararnos para la diversidad de contagios” dada la pandemia, pero esto no debe ser “un obstáculo para que los estudiantes se superen”.

Parte de su ruta de cambios internos plantea la promoción y generación de becas para “estudiantes que mantengan un expediente universitario excelente”, apoyar a los jóvenes en situación de vulnerabilidad con recursos económicos, e integrar a los estudiantes con discapacidades a las aulas para que puedan incorporarse mediante la participación activa dentro de diversos ámbitos: familiar, social, educativo y laboral.

“Ha habido una negligencia administrativa que ha hecho que perdamos acreditaciones internacionales”, apuntó, “por lo que debemos retomar el programa de acreditación a facultades, posgrados y doctorados. Dar una rendición de cuentas transparente a la población y a los estudiantes con respecto al presupuesto de la universidad y salir del rezago educativo en el que nos encontramos”, enfatizó Cañizales.

Competitividad

Bajo la línea de acción para la investigación académica, Cañizales señaló que Panamá destina únicamente el 0,50% del PIB (con respecto a cifras del Banco Mundial, 2017) a la investigación, a diferencia del 0,70% que destinan otros países de la región, lo que “impide una mayor calidad investigativa en la nación”. Frente a esto plantea gestionar y asignar un monto fijo dentro del presupuesto anual para la práctica investigativa y que se convierta en una “actividad fundamental” y garantizar “una educación de calidad, inclusiva y equitativa”.

De igual forma apuntó a la creación de un área de atención al docente para su orientación frente al cambio de las normas para los concursos de empleabilidad. “Apuntamos a generar un programa de relevo generacional, ya que tenemos una población de docentes que está envejeciendo y son mayores de 50 años, por lo que debemos empezar a formar nuevos investigadores y docentes para que las facultades no sufran el impacto del retiro de investigadores mayores, sino que le demos una mayor importancia y valor al estudiante desde sus años de estudio”, explicó.

Para Cañizales, los parámetros de aprendizaje y los valores están cambiando. “Es la primera vez que los estudiantes tienen otro referente que no es el profesor, y no somos reemplazables, pero hay que guiarlos a la autoinducción, lo que aumentará nuestra competitividad con otras universidades nacionales e internacionales”, agregó.

Despolitización de procesos

Como primera acción, de llegar a ser elegido como rector de la UP, Cañizales expresó que eliminaría la reelección, y llegaría a “convencer a la población estudiantil de que tenemos que trabajar juntos”, porque la universidad tiene un gran potencial para el liderazgo.

“En la reelección inician todos los malos pasos, ya que no deja un espacio para el cambio integral, por eso hago un llamado a todos los universitarios, egresados y gremios de que nos unamos con un solo fin: engrandecer la universidad y ser un faro de luz por generaciones”.

Para el docente, en los últimos años se han llevado a cabo acciones “con base política”, lo que no sigue la misión de que “la UP debe estar al servicio de la comunidad”.

Con base en esto, presentó sus propuestas para dar más protagonismo a la extensión universitaria, ya que “la educación tiene que ser considerada como un problema de seguridad nacional”.

“Le damos mucho énfasis al rigor académico, pero no le damos énfasis a que los estudiantes deben poder aprender en un estado emocionalmente sano. Y hay que equilibrarlo, con efectividad para el aprendizaje”, señaló, “por lo que hay que realizar reformas educativas con planes estratégicos dirigidos para que se le dé continuidad sin importar quién más tome el timón en el futuro”.

Cañizales puntualizó que no se han llevado a cabo muchos proyectos durante la pandemia “por negligencia” y que la catástrofe que está por ocurrir es la “falla masiva en la educación”. “No hemos aprendido a tener un aprendizaje compensatorio y la falta de experiencia internacional no ayudará a complementar las acciones tomadas en 2020”.

Para el extitular de Educación, “no se recuperará lo que se perdió” y la UP debe fortalecer las alianzas estratégicas con los sectores económicos del país, vinculadas a los objetivos del desarrollo sostenible, para reforzar los programas de investigación y académicos para que correspondan a las actividades de extensión y proyectos que consoliden los cuidados en materia de seguridad humana. “La universidad tiene talento para resolver eso, tenemos tutores, clases en línea con contenido, y la clave está en perfeccionar la competencia didáctica en los profesores, lo que nace desde el liderazgo superior”, apuntó.

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