Nuestra historia, entretenida y colorida, al gusto infantil

Actualizado
  • 01/08/2021 00:00
Creado
  • 01/08/2021 00:00
'Tesoros de nuestra historia' es un proyecto de divulgación científica dirigida a los niños. Un libro para leer y colorear con información recabada por nuestros investigadores en ciencias sociales
Nuestra historia, entretenida y colorida, al gusto infantil

El jaguar del Gran Coclé comparte lugar con un cocodrilo de tumbaga y la máscara estilo Conte. Estos elementos precolombinos forman parte de la historia de nuestra nación, así como un ángel que decora el altar de la iglesia de San francisco de la Montaña, muestra del mestizaje artístico de nuestra época colonial.

Cómo eran las ferias de Portobelo, qué aspecto tendría uno de los artilleros panameños o cómo lucía en su vestimenta de época la mujer darienita son incógnitas que se descubren en las páginas de Tesoros de nuestra historia, libro para colorear y leer que contiene pasajes de nuestro devenir histórico que no necesariamente son los más conocidos.

El proyecto, cobijado por el Ministerio de Cultura nace por algunas inquietudes de la historiadora Marixa Lasso, directora del Centro de Investigaciones Históricas Antropológicas y Culturales AIP-Panamá, en medio de las medidas de confinamiento que obligó la pandemia en el 2020.

“Pensaba en los niños que estaban encerrados, que no podían ir a la escuela, todo se estaba haciendo de manera virtual”, recuerda Lasso. Otra de sus preocupaciones la acompañaba desde hace más tiempo. Y es que la divulgación histórica, es decir, llevar los trabajos científicos que hacen los profesionales al público, conlleva un proceso muy demorado y usualmente estos trabajos permanecen con un lenguaje técnico, árido para los adultos e inaccesible a los niños.

Marixa Lasso

Lasso buscaba un proyecto que fuera físico y tangible y que se materializó en un libro para leer y colorear.

La elaboración de los textos estuvo a cargo de Leila Nilipour Conte, periodista con experiencia en divulgación científica y las imágenes, reproducciones de ilustraciones de diversas épocas corrió por cuenta de María Camila Cuervo.

Para Nilipour, además de un honor el trabajar con Lasso, representó un reto profesional pues “ tengo experiencia en divulgación científica, sobre todo de ciencias naturales y para un público adulto. Ya sé cómo hacer las investigaciones, sé dónde encontrar las fuentes, cómo enviar un mensaje complicado de una forma un poco más digerida, pero el desafío era contarlo para niños, en una forma mucho más sencilla, perosin infantilizar el lenguaje”, cuenta.

El proceso requirió de un trabajo conjunto, la consulta de varios libros infantiles que permitiera a Nilipour empaparse de la utilización del lenguaje para obtener textos educativos y a la vez entretenidos, con un lenguaje sencillo, pero formal.

Leila Nilipour y María Camila Cuervo

De la selección de los temas se encargó Lasso.

“Ese fue mi trabajo como editora, seleccionar eso y también como historiadora porque conozco el material que está disponible”, explica. Fueron varios parámetros los que se tomaron en cuenta.

“Empezamos con historia precolombina y terminamos con el siglo XIX; otra característica es que tenía que representar la diversidad de nuestra historia tanto geográfica como cultural”, detalla.

Pero cada tema debía estar respaldado por una imagen que resultara atractiva.

Enrique Noel

En el libro están representados Colón, Darién, Veraguas, Guna Yala y las provincias centrales así como la ciudad de Panamá, en imágenes que llevarán al lector a algunos hitos de nuestro pasado, pero no necesariamente los más conocidos. “Queríamos que tuviera algo de descubrimiento, algo de sorpresa, que no contara lo que ya sabías sino que trajera elementos nuevos”, rescata la historiadora.

“Tratamos de buscar temas que no son los que se enseñaban en al escuela para que los niños pudieran ver que la historia es mucho más diversa”, dice Nilipour. Una diversidad que va desde lugares hasta períodos históricos, que involucra diversos grupos sociales y étnicos. De acuerdo con Nilipour, “un proceso bastante intenso pero lleno de aprendizaje para mí porque como son temas que no vemos tanto en escuela, resultaban desconocidos”.

Luego de la investigación y redacción, los textos se presentaron a algunos niños, a manera de control de calidad. Con algunos ajustes, se llevaron a la edición final.

Cada uno de los 15 temas consta de un texto corto y una imagen cuyo contorno se encuentra en la página contraria.

“El trabajo que hace la Dra. Lasso y Leila, está enmarcado en el contexto de los derechos humanos y en particular de los derechos culturales”, destacó Enrique Noel, Director Nacional de Derechos Culturales y ciudadanía de MiCultura, durante la presentación del libro que se llevó a cabo en el Convento de Santo Domingo y transmitido en vivo a través de las cuentas de Instagram y Facebook de @SertvNoticias, en un conversatorio moderado por Ana Pinilla, directora de Noticias de Sertv.

El funcionario hizo hincapié en la interrelación de los derechos humanos. Es un derecho humano investigar, así como tener acceso a los frutos de la investigación científica, al conocimiento académico que tiene otros.

Asimismo, para los niños es un derecho el juego, el entretenimiento, así como también el conocer sobre el patrimonio y la historia. “La lúdica es importante, es un derecho, reconocido en la convención de los derechos del niño. Estamos ante la presencia de una serie de derechos humanos interconectados que para esta dirección y para este ministerio, así como para Cihac son relevantes e importante garantizar”, afirmó Noel.

Tesoros de nuestra historia tiene un costo de $5.00 y se podrá adquirir en La Casa del Escritor en San Felipe.

Pero la publicación será colocada en distintos centros para garantizar su accesibilidad. “Queremos atender prioritariamente a grupos en condiciones de vulnerabilidad, tenemos el objetivo de que este libro sea parte de la oferta cultural que el Ministerio de Cultura aporta al Plan Colmena, estrategia del gobierno nacional para atender a los 300 corregimientos donde se ha detectado mayor pobreza multidimensional”, sostiene Noel. “El objetivo fundamental es poder llegar y atender a esta población a quienes se les ha hecho difícil acceder a bienes y servicios culturales por diversas razones”, agrega.

“Este libro es un poco, un experimento, parte de lo que debe hacer un centro de investigaciones: experimentar, hacer cosas y ver qué sucede con ellos, qué camino toma, pero mi misión personal es que invite a conocer más sobre nuestra historia que sea un abreboca, que abra las puertas a la curiosidad, el querer aprender más, querer conocer más”, afirma Lasso y agrega, “la divulgación científica es importante, no solo en las ciencias naturales sino también en las ciencias sociales. Hay muchos trabajos que han hecho los investigadores que no llegan a conocerse y que de alguna manera aportan nuevas evidencias sobre nuestra historia”. Para Lasso, es un homenaje a nuestros investigadores en ciencias sociales. Una forma de que su trabajo llegue a los niños, cosa que probablemente no se esperarían.

“Quiero que el libro ayude a abrir la imaginación, que los niños lo lean y lo pinten para que se den cuenta de que hay muchísima historia en Panamá, mucha más de la que nos enseñan en la escuela, y que con él se interesen en indagar más y en darse cuenta de todo lo que ofrece Panamá, a nivel de historia, arqueología, antropología y también cuestionar”, dice Nilipour.

Toca mirar los resultados de este primer paso que pudiese llevar a nuevos tomos y reediciones. Los niños tienen la palabra.

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